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lunes, 5 de julio de 2010

Indigo blue de Catherine Anderson

Siendo la hija de Hunter y Loretta, Indigo nació entre dos mundos. Pertenece a dos razas, la del hombre blanco y la comanche. Orgullosa de sus raíces, al haberle sido inculcados el amor y las creencias hacia ambas, no fue consciente de ser diferente hasta que la realidad le golpeó de pleno. Era muy joven cuando sufrió en carnes propias el odio y la repulsa que el color de su piel inspiraba en el hombre blanco... en algunos hombres blancos.

Pero tras los sinsabores de su infancia y adolescencia, Indigo se ha convertido en una joven fuerte y orgullosa que no se amilana ante nada ni nadie. Cuando tras varios accidentes en una de las minas de la familia Wolf, Hunter queda gravemente herido, la muchacha se ofrece a dirigir el trabajo y los hombres. Pero Hunter teme por su hija. Dada su juventud y su sexo, teme que se convierta en el blanco de las burlas y ofensas de los hombres que trabajan en éstas, rudos e irrespetuosos hacia una jovencita mitad comanche.

Pero sin él al cargo de las minas, sabe que el futuro para la familia Wolf se vaticina negro. Con Swift y Chase trabajando en los bosques, no hay ningunas manos capaces de sustituirle y se plantea seriamente vender... hasta que llega Jake Rand y se ofrece como capataz.

Aunque nadie lo sabe en realidad, Jake es el hijo del dueño de Ore-Cal, una empresa que compra minas en apuros. Junto a Jeremy, su hermano menor, llegan a la terrible conclusión que los accidentes de las minas de Hunter Wolf no han sido fortuitos, sino que es su propio padre el causante.

Jake es el mayor de los hermanos y tras la muerte de su madre, siendo un niño, los ha protegido en exceso, sobre todo a las mujeres. Se ha vuelto un hombre huraño, cerrado en sí mismo, centrado en el trabajo que desempeña en Ore-Cal, que es mayoritariamente de despacho y, tal vez, un día en casarse con su prometida.

Pero después de las sospechas de Jeremy decide presentarse ante Hunter Wolf para pedirle trabajo en las minas. Cree que trabajando dentro de éstas podrá confirmar o refutar sus sospechas. Pero para ello debe infiltrarse. En cuanto conoce al comanche un gran respeto nace hacia él. Haciendo siempre honor a sus creencias y a su visión de la vida y los hombres, Hunter parece ver más allá de las apariencias y le confía sus minas a Jake, pese a ser un desconocido. Desde ese día la vida de Jake Rand tomo un rumbo nuevo e inesperado.

Indigo siente una inmediata antipatía hacia él, no sólo por tratarse de un hombre blanco sino porque ocupa el puesto que cree le corresponde legítimamente a ella, pero como devota hija de Hunter respeta la decisión de éste y se convierte en la mano derecha de Jake Rand sin presentar objeciones.

Pese a la juventud de Indigo, a la que inicialmente confunde con un muchacho por su vestimenta, Jake se siente atraído por ella desde la primera vez la ve. La mezcla de la raza blanca y la comanche parece haber sido esculpida en los rasgos de la joven. La reserva que le muestra y el orgullo que manifiesta por su sangre comanche la hacen más misteriosa e inaccesible si cabe. Pero Jake sabe que una relación entre ellos es imposible, primero por la diferencia de edad y porque es un hombre comprometido; luego porque pertenecen a mundos diferentes.

Sin embargo cuando la reputación de Indigo queda en entredicho, nada, ni siquiera esos obstáculos resultan tan insalvables y Jake se ofrece a hacer lo que cualquier hombre de honor haría en su situación: casarse con ella.

Pese a contar con la aprobación de Hunter, Jake no se engaña. A la reticencia de Indigo se suma su propio temor a imponerse a la muchacha, a asustarla o a herirla. ¿Pero existe un futuro para ellos cuando los separan sus razas, educaciones y una mentira?

De las tres novelas que he leído hasta ahora de esta saga, Indigo blue me ha parecido la que describe con más ahínco las diferencias interraciales porque su protagonista las ha sufrido en carnes propias desde que nació.

No es sólo que Jake sea un hombre blanco e Indigo medio comanche (en realidad sólo una cuarta parte), puesto que los protagonistas de las dos anteriores novelas también pertenecían a razas diferentes, sino que ha nacido y crecido entre las dos. Desde siempre, Hunter le inculcó las creencias del pueblo comanche. Indigo ha asimilado lo mejor de cada raza y con los años descubre lo peor. Y así, el odio que el color de su piel inspira en mucha gente acabó con la inocencia de Indigo.

Casarse con Jake da un vuelco a su vida, pues no sólo se convierte en una mujer casada de la noche a la mañana, sino que la estabilidad que ha conocido hasta entonces se tambalea. Cuando Jake decida marcharse de Landing's Wolf sabe que su obligación será ir con él. ¿Y cómo podrá sobrevivir más allá de las montañas, obligada a vestir con vestidos, corsés y medias? ¿Cómo podrá sobrevivir si Jake, como todos los hombres blancos, quiere doblegar su orgullo comanche?

No tengo nada más que palabras de elogio para esta novela, una historia que aunque se sustenta en un mundo casi tan violento y hostil como Luna comanche y Comanche heart, me ha parecido la más dulce de las tres.

Ese trasfondo amargo que acompaña la vida entre el hombre blanco y el pueblo comanche permanece, pero la historia de Jake e Indigo me ha emocionado y calado de principio a fin.

Sobre todo por el modo en que Jake trata a Indigo, cómo va tratando de ganarse su confianza, de conocer lo que guarda en el corazón, comprenderla y protegerla. Cómo Indigo va desechando sus prejuicios hacia la raza blanca y, sobre todo, cómo van enamorándose de su marido, al que según el pueblo comanche debe honrar y obedecer.

Una de las razones por las que disfruto tanto leyendo las novelas de Catherine Anderson es porque al llegar a la última página, siento que he hecho un viaje a través del alma de sus protagonistas y he sido testigo de como han ido dejando caer las capas que esconden quienes son y cómo son en realidad. Como Jake. Como Indigo.

Podría extenderme mucho más, ahondando en detalles y sensaciones que la lectura de esta novela ha despertado en mí, pero creo que no debo hacerlo.

Indigo blue es una novela que como sus predecesoras nos retratan a personajes golpeados, heridos por la vida, por el odio y las injusticias, pero que renacen como sólo pueden lograrlo la dulzura y valentía de una mujer, la lealtad y fiereza de un hombre.

No quiero acabar este comentario sin hacer alusión a Lobo, la mascota de Indigo. Para mí un protagonista más, cuya triste pero hermosa historia me ha parecido de lo más conmovedor de la novela, por supuesto junto a la historia de Jake e Indigo. Tengo que remarcar que, una vez más, la magia y sabiduría ancestral del pueblo comanche me ha cautivado página a página a través de Hunter.


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