viernes, 18 de mayo de 2012

Romeo y Julieta, de William Shakespeare

Aquí os dejo una aportación para la colección de críticas de libros clásicos. 

La historia se desarrolla en Verona, donde viven dos familias rivales: los Montesco y los Capuleto. Romeo, único heredero de los Montesco, entra al baile de máscaras de los Capuleto, en el que conoce a Julieta, hija única de la familia; ambos se enamoran a primera vista. Sabiendo que sus padres jamás permitirán su unión, se casan en secreto, con ayuda de Fray Lorenzo. Teobaldo, uno de los Capuleto, insulta a Romeo pero el joven se niega a batirse. Pero Mercutio, el mejor amigo de Romeo sí se bate con Teobaldo. Romeo trata de separarlos, pero Mercurio es herido de muerte y Romeo reta a su rival y venga a su amigo matando al Capuleto. 

El Príncipe de Verona, indignado, condena a Romeo al destierro o a la muerte. Romeo se desespera porque estará separado de Julieta, pero Fray Lorenzo le aconseja que escape a Mantua, hasta que pueda ser publicado su matrimonio con Julieta y se reúna con ella. 

Romeo escapa después de una última entrevista con Julieta. Durante su ausencia, el Conde Paris, pariente del príncipe, pide la mano de Julieta y le es concedida. Julieta se niega y pide auxilio a Fray Lorenzo, quien le aconseja que acepte la boda y le entrega un frasco con un elixir que la sumirá en estado cataléptico, parecido a la muerte. Ella debe tomarlo la noche anterior a la boda y le dice que él estará allí, en la cripta, acompañado de Romeo, cuando despierte. 

Fray Lorenzo envía un mensajero a Romeo pero no lo encuentran porque él, al enterarse de la muerte de su amada, sale hacia Verona. Romeo llega a la cripta encontrándose con Paris, que iba a depositar flores a su futura esposa. El Conde se indigna al ver a Romeo y ambos se baten, resultado vencedor el joven. Romeo se acerca a Julieta, la besa por última vez y toma veneno, falleciendo a los pies de su amada. En ese momento llega Fray Lorenzo, quien se aterroriza al ver los cuerpos de Paris y Romeo. Julieta despierta y el fraile trata de convencerla para que huya con él, pero la joven se niega al ver a su esposo muerto. Fray Lorenzo se va y Julieta se acerca a Romeo, lo besa y se clava el puñal de su esposo, muriendo abrazando a su amado. Los guardias aprenden a Fray Lorenzo y él revela la verdad ante el Príncipe de Verona, los Montesco y los Capuleto. 

Con la muerte de Romeo y Julieta, se sella la paz entre las dos familias rivales.

Shakespeare nació en Stratford on Avon, Reino Unido, en 1564.
Aunque escribió muchas comedias, cuando se le nombra siempre nos vienen a la mente sus tragedias: Hamlet, Otelo o Macbeth. Y desde luego, Romeo y Julieta.
Es posible, y digo posible, que en la época en la que se escribió esta obra, los gustos fueran otros. De ahí que primaran las tragedias y que las novelas románticas de entonces (porque ésta es una novela romántica) resultaran más interesantes con finales en los que los protagonistas morían víctimas de su amor apasionado.

En Romeo y Julieta, Shakespeare nos asoma al marco inmejorable de la ciudad de Verona, al norte de Italia. Los que se acerquen a esta preciosa ciudad pueden ver hermosas plazas, teatros, increíbles fuentes… y el Castello Scaligero del siglo XIV, la casa de Julieta, la heroína de esta historia. Incluso existe una tumba, aunque muchos dudan que sea el cuerpo de Julieta en el reposa en ella. 

¿Qué tiene Romeo y Julieta? ¿Por qué la obra de Shakespeare ha llegado hasta nosotros con la misma frescura que cuando la escribió? ¿Qué quiso decir? ¿Qué nos muestra?

Romeo es joven, no está curtido, no ha conocido otros amores y es un idealista. Demasiado joven para los gustos de ahora, donde la mayoría de las lectoras prefieren un hombre que ronda los treinta años. Tampoco el hecho de que no esté curtido en los avatares de la vida es muy atrayente, porque nos gustan los protagonistas duros, severos, a veces recalcitrantes, que han sufrido en el pasado y están de vuelta de todo. Esos a los que luego, la heroína de la novela, hace ver que no todo es rencor y odio y que el amor consigue curar viejas heridas. ¿Un muchacho virgen? Tampoco esta cuestión regala muchos puntos a Romeo, porque en la mayoría de los casos preferimos protagonistas que hayan pasado ya por algunas camas y que tengan experiencia. Y en cuanto a leer sobre un muchacho demasiado idealista, pues… va a ser que no. Es más de nuestro gusto el que estén arropados de cinismo y arrogancia. Y cuanto más arrogantes, mejor.

Julieta es más de lo mismo. Muy joven e ingenua. Ahora los cánones han cambiado y las heroínas deben ser de armas tomar. Y si no lo son del todo, al menor que no se nos muestren como seres cándidos, ilusos y manejables.

Enamorarse al primer golpe de vista y casarse en secreto, prometiéndose amor eterno, choca también con nuestras novelas de ahora, donde buscamos “chicha”, es decir, enfrentamientos entre los protagonistas, conversaciones ingeniosas y agudas y escenas subiditas de tono.
Pero hay que salvar la diferencia de época. Romeo y Julieta se escribió hace cinco siglos.

Por lo demás, tiene de todo, como podemos ver. Peleas (entre Romeo y Teobaldo), duelos (entre Teobaldo y Mercutio), la rivalidad entre dos familias que se odian a muerte (Montescos y Capuletos), intriga (la que protagoniza el fraile para conseguir que Romeo y Julieta puedan vivir felices lejos de quienes pretenden mantenerlos separados), venganza (la de Romeo matando a Teobaldo por haber herido de muerte a su amigo), un escenario estupendo en un lugar de belleza sin igual (Verona), y una pasión capaz de ir más allá de la muerte.

Es imprescindible no hacer comparaciones como las que yo acabo de hacer para analizar las diferencias entre lo que era romántico en la época de Shakespeare y lo que ahora entendemos por novela romántica. Romeo y Julieta hay, simplemente, que disfrutarla. Y asombrarnos con frases como ésta:

-¿Qué luz se abre paso a través de esa ventana? Es el oriente y Julieta es el sol. 

Y analizar la moraleja que el autor nos ofrece al final de la obra: el odio no sirve nada más que para destruir lo que más queremos. Tanto Montescos como Capuletos lo aprenden cuando los dos jóvenes mueren, víctimas de la enemistad entre ambas familias.

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