Atticus Harlow, duque de Marlborough, perdió a su esposa al año de casados y ahora es él quien se está muriendo. Pero antes de reunirse con su amada, debe encontrar a los padres adecuados para su pequeño Trenton. Su hermano Ian y Olivia, hermana de su difunta esposa, serían los candidatos perfectos, y también lo serían el uno para el otro, aunque ellos no lo quieran reconocer... Ante la perspectiva de que el tiempo se le está acabando, Atticus decide plantearle a Olivia la posibilidad de un matrimonio de conveniencia, poniendo deliberadamente en marcha un plan muy arriesgado. Olivia debería haber rechazado a Atticus y, por su parte, Ian debería haberse negado a suplantar a su hermano mayor en su noche de bodas. Pero una y otro acceden y, tras un beso a oscuras, todo cambia para ellos.
Hay novelas, como Un beso a oscuras, en las que descubrir más la trama que nos presenta su sinopsis sería un pecado, y no seré yo la que lo cometa. No, cuando el argumento es lo bastante esclarecedor para saber si en principio es de nuestro interés, aunque no pueda dar medida de la preciosa historia que encierran sus páginas.
Esta es una de esas obras que transmiten el sentimiento, y me ofrecen la evasión, que siempre busco en una novela romántica. Sus personajes, todos, han sido capaces de alcanzar ese rincón oculto de mi corazón donde guardo mis creencias más emotivas. Allí, tras capas y capas de dura realidad aun sobrevive, contra todo pronóstico, la certeza de que el amor es el único sentimiento que puede dar sentido a nuestra vida.
Buena muestra de ello son los esbozos de las historias de amor que vivieron los padres y el hermano mayor del protagonista. Quizá ante el mundo presentan o presentarán un punto y final, pero en mi alma su autora ha logrado que traspase la frontera terrenal y los vista de eternidad. Vivir la historia de amor de Atticus me ha llenado de congoja e increíblemente de esperanza. Y me ha hecho desear más que nunca que Ian pudiera gozar de la felicidad y el futuro, que a su hermano mayor se le ha negado.
La pareja de Ian y Olivia, pese a que estamos ante una novela corta, nos ofrece todos los elementos que buscamos cuando emprendemos la lectura de una novela romántica. Por su extensión es imposible regodearnos en ellos, pero ahí están: los malentendidos, la ternura, el reconocimiento, la lucha, la pasión, la negación, los celos, las dudas, las sonrisas y las lágrimas.
Su estilo limpio y sencillo hace de esta novela un paseo tan agradable como cargado de sentimientos. Sus personajes, con sus errores y aciertos, provocan nuestra avidez de tal forma, que se hace imposible posponer su lectura. Y en el caso de un secundario en particular, comenzar a encomendarnos con fervor a ver si llega el día en que podamos conocer también su historia.
Un beso a oscuras nos habla de la memoria de nuestra piel, del reconocimiento de nuestra alma y del amor en todas sus manifestaciones. Es una bella novela que no ha agregado ningún tipo de aditivo extra para intentar engancharme, y ni falta que le ha hecho. Es sencillamente una novela romántica de la que me hubiera gustado poder disfrutar durante más tiempo, que cortito se hace algo cuando nos gusta, y de la que hubiera agradecido infinito poder gozar a través del tacto del papel.
Bonita historia y más hermosos aun los sentimientos que consigue despertar en la lectora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.