martes, 22 de octubre de 2013

Los placeres de la noche de Sylvia Day


Libro 1 de la Serie: "Dream Guardians"
Él acude a ella en el crepúsculo, entre el sueño y la vigilia, para cumplir sus deseos secretos.
Lyssa Bates nunca ha experimentado tal éxtasis: un hombre cuyos profundos ojos azules penetran en su alma y le prometen intimidades tentadoras y placeres sorprendentes.
Pero este seductor inmortal es sólo un sueño, un fantasma de sus fantasías nocturnas...
Hasta que aparece inexplicablemente en su puerta en carne y hueso.
Opinión:
Estamos ante la primera entrega de una serie donde amor, imaginación y pasión se dan en igual medida.
Partiendo de la premisa de que nuestro protagonista vive en el mundo de los sueños; contando con que tanto su físico, como su carácter, y no digamos su dedicación, están al servicio de las fantasías de un buen número de féminas, y sabiendo de antemano que la novela está acertadamente catalogada como una obra erótica, es fácil llegar a la conclusión que con este libro tenemos ante nosotros una horas de estimulante, entretenida y ardorosa lectura. Pero lo primero que vamos hacer es asomarnos a ver lo que nos depara su argumento.
Hace siglos, cuando las pesadillas consiguieron invadir el mundo de Aidan, su gente consiguió escapar abriendo una fisura a una nueva dimensión que se encuentra entre su viejo mundo y el de los humanos. Las consecuencias no se hicieron esperar y las pesadillas lograron tener también acceso a los humanos. En el intento de protegerlos, ya que podían resultar mortales para la humanidad, se creó un cuerpo de elite. Son los guardianes de los sueños y Aidan Cross es su capitán.
Los guardianes entran en los sueños de los humanos proporcionándoles las fantasías que precisen de forma que las pesadillas no puedan hacerse con ellos. El adiestramiento de estos guerreros es arduo y no exento de peligro, al fin y al cabo, de ellos depende la seguridad de su mundo.
Durante siglos el capitán Cross se ha dedicado con verdadero entusiasmo a su labor, sin embargo esta lucha parece no tener nunca fin - las pesadillas no pueden eliminarse tan solo controlarse-, lo que le llena de frustración. Este desengaño, poco a poco, le hace cuestionarse la verdad que encierran determinadas aserciones emitidas por el grupo que gobierna su mundo: los Ancianos.
Tales afirmaciones, basadas en antiguas leyendas y cuentos fantásticos, hablan de la necesidad de destruir a "la Llave", un soñador capaz de eliminar las fisuras entre los mundos dando así rienda suelta a las pesadillas. Un soñador que será capaz de ver cuál es realmente su aspecto, llamarles por su nombre y que tendrá control sobre sus sueños.
Lyssa Bates sabe que padece una extraña alteración -las consecuencias son palpables en su vida cotidiana-, sin embargo, hasta ahora, su lucha por encontrar una solución no ha obtenido ningún resultado. Pero el problema de Lyssa es más grave de lo que piensa: sin ser consciente, la joven ha conseguido levantar un muro que le mantiene a salvo de las pesadillas, pero esa barrera también impide que los guardianes y sus buenos sueños puedan tener acceso a ella. Da igual el guerrero que le hayan enviado, Lyssa nunca ha consentido en franquearles el paso. Sin embargo, esta vez, será el capitán del cuerpo de élite el que llame a su puerta.
El guerrero no solo conseguirá traspasar el umbral si no que entrará a formar parte de sus ensoñaciones. Por una vez, en su larga existencia, Aidan está ante una mujer que es capaz de observar su verdadero aspecto, llamarlo por su nombre y reconocer su genuina esencia. El sentimiento de soledad y el vacío, que siempre le han acompañado, con ella desaparecen. Sus encuentros tienen una importante la carga erótica, pero también dan margen a construir una relación por la que está dispuesto a arriesgarlo todo. . .
Los placeres de la noche es una novela de ágil y fácil lectura. Es una obra que destila imaginación y muy fogosa en la narración de los encuentros sexuales que se nos presentan. El lenguaje es directo y explícito en las descripciones, pero dado el género al que pertenece, no me ha sorprendido. Sí lo han hecho los constantes "tía buena" que emplea Aidan, curiosamente, ese punto me ha resultado molesto y cargante.
Quizá por ser la primera novela de una serie, me ha quedado la impresión de que su autora se ha centrado más en el diseño del hilo argumental, que sirva de base a las próximas entregas, que en la construcción de los personajes. Estos carecen de la profundidad que me hubiera gustado, la novela se explaya más en otros temas.
Un buen número de interrogantes quedan en pie y a algunos puntos no se les da la aclaración que precisarían, pero aun así, es una novela de lo más entretenida y calentita. Ya desde el primer capítulo podemos ver que las escenas sexuales van a ser abundantes y descriptivas. El capitán de los guardianes es un dios del buen sexo, lo que incluye un físico apabullante y un manejo de la técnica y las fantasías femeninas, demoledor. En este aspecto la novela cumple con las expectativas.
Los placeres de la noche es una novela eminentemente erótica pero también ofrece la evasión, imaginación e intriga suficientes. Confío en que la segunda entrega de la serie resulte igual de estimulante y además me permita conocer más a sus protagonistas.
Para las que busquen una lectura sencilla, entretenimiento, lujuriosas descripciones y un protagonista de ensueño, Los placeres de la noche es una novela a tener en cuenta, ya que estas son sus señas de identidad. 

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