Libro 1º de la serie Granujas
CONTIENE SPOILERS
Eleanor Chivenham es drogada por su hermano y violada por Kit, el conde de Stainbridge, un hombre al que también han drogado como a ella. La intención del hermano de Eleanor y sus compinches es chantajear a Kit. Al día siguiente, el conde regresa a la casa donde ha tenido lugar tan vil acto para comprobar si lo que recuerda es un sueño o ha ocurrido en realidad y lo que se encuentra en el camino es a Eleonor que trata de arrojarse al río para acabar con su vida. Ella reconoce en el hombre que impide su suicidio al violador, pero él inventa la historia de que en realidad ha sido su hermano gemelo, Nicholas y le asegura que les arreglará un matrimonio. La convence de que su vida cambiará, que no tendrá que volver a vivir la existencia horrible que lleva con su hermano y que si del acto de la noche anterior hubiera un niño, sería su heredero puesto que él no piensa casarse y no tiene hijos.
Una vez que tiene convencida a Eleanor escribe a Nick para decirle que le ha encontrado esposa y que ha de casarse con ella de inmediato, en caso de no hacerlo le quitará su estipendio mensual.
Nick siempre ha protegido a su hermano y en esta ocasión no va a fallarle. En realidad es un matrimonio de conveniencia y él, por su trabajo como espía al servicio de la corona, no va a pasar mucho tiempo en casa.
La noche de bodas Eleanor se entera que Nick no es quien la violó y que el conde la ha engañado. Nick hace el amor con su mujer con la intención de que si hay un embarazo, siempre quede la duda de quién de los dos hermanos puede ser el padre de la criatura.
Antes de que su hermano le obligara a casarse, Nicholas Delaney está envuelto en una trama de espionaje y sus órdenes son llevar a cabo un romance con una antigua amante, Terese Bellaire, una meretriz de lujo de la que se sospecha que está involucrada en un complot napoleónico. Imagina que solucionará rápido este tema pues no tiene ninguna intención de hacer daño a su esposa manteniendo una relación tan sórdida y que está en boca de todos. Sin embargo, las cosas se complican.
A Eleanor, Nick la trata con todo el cariño, respeto y cordialidad del mundo. Este matrimonio es un arreglo que les viene muy bien a los dos. Ella trata de ser comprensiva con sus medias verdades, el poco tiempo que pasa en su casa y su nula relación sexual.
Creo que esta es la primera novela romántica que he leído en la que el héroe romántico se pasa toda la novela manteniendo una relación con otra mujer. Desde luego no hay ni una sola escena en la que se nos cuenten sus devaneos, solo se hace referencia al tema, a cómo se sienten él y ella y a la carga que lleva Nick en aras de su trabajo.
Sin duda, Jo Beverley con esta historia se arriesga a base de bien pues ningunea los límites de lo políticamente correcto. Bien es cierto que esta historia está escrita en 1991 cuando la mayoría de las lectoras no ponían tantas pegas a este tipo de cosas que, por otra parte, en general, no eran nada más que datos fieles al periodo histórico en el que estaba ambientada la novela.
A mí, particularmente, ha sido esta trasgresión, este bailar en la cuerda floja de los dos protagonistas, sufriendo por una parte por el amor que estaba naciendo entre ellos y por otra, amoldándose a las circunstancias de cada uno de ellos (trabajo, matrimonio de conveniencia), lo que más me ha gustado de la novela.
Nick es un protagonista adorable, con un carácter maravilloso, un líder fantástico y además, de su mano, conocemos al resto de personajes que serán protagonistas de los distintos libros de esta serie.
Eleanor puede parecerle rara, increíble o "sin sangre" a algunas lectoras. Posiblemente su pragmatismo (si tenemos en cuenta que le están poniendo los cuernos, que su cuñado la violó, que no sabe quién es el padre del hijo que está creciendo en su vientre...) resulte alucinante, pero yo lo que he visto es a una mujer que se adapta a las circunstancias que le toca vivir y que trata de sacar el mejor partido de una situación muy difícil. Una mujer de aquella época que reacciona acorde al tiempo que vive.
No se puede negar que Jo Beverley es una gran narradora y conocedora siempre del periodo de la historia en el que ambienta sus novelas. Eso, unido al trabajo que ha hecho manejando, yo creo que estupendamente, una historia tan compleja, ha sido lo que más me ha gustado de este libro.
No es, desde luego, una de la mejores obras de esta autora y en ocasiones puede resultar un poco larga y/o densa, pero a mí me ha gustado, como digo, por la originalidad y lo arriesgado de la historia.
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