En una remota comunidad puritana, en Montana, una viuda sobrelleva en silencio el injusto asesinato de su buen marido. La imprevista llegada de un impetuoso forastero será el detonante de su ansia de venganza, también de su necesidad de amor.
Siglos hacía que esta novela esperaba para que yo encontrara un hueco o el momento idóneo para leerla. Bueno, pues por fin le llegó el turno. Sé que con respecto a esta novela hay dos grupos de lectoras: las que la ponen por las nubes y las que la aborrecen por aburrida. Yo me sumo a las que la consideran una novela estupenda.
La verdad es que, desde mi punto de vista, la autora se merece un aplauso por atreverse a hacer un libro con las características de este. Es una novela difícil en todos los sentidos.
La comunidad en la que está ambientado no puede ser menos atractiva. La santurronería de los personajes, ese "Dios proveerá" o poner la otra mejilla ante cualquier situación, es para sacar de sus casillas al lector más paciente.
A ambos protagonistas les ha dado la autora un difícil papel para representar en esta historia. Y a todos y cada uno de los secundarios les toca también una función que cumplir nada agradable.
Sin embargo, a medida que va avanzando la novela (una novela lenta, pausada, oscura y descriptiva que se desarrolla ante tus ojos como una película de cine), te vas empapando de la trama, metiéndote tan dentro de ella, sufriendo y entendiendo de tal modo a todos y cada uno de los personajes, odiando tanto a algunos de ellos, que no la puedes abandonar y estás ansiosa por saber cómo acabarán todo y todos.
Me parece extraordinaria la escritura de la autora y aunque la novela es larguísima (alrededor de 600 páginas) y se tarda en leer porque no es de lectura sencilla, es un libro que sin duda se queda marcado a fuego.
No sería esta una novela que yo catalogaría como novela romántica porque creo que no lo es, a pesar de la durísima, sacrificada y preciosa historia de amor que cuenta el libro.
Quienes no la hayáis leído y queráis algo sólido, serio y con sustancia; si os apetece una historia de amor entre una viuda criadora de ovejas que tiene un hijo y un forajido más joven que ella con un montón de cadáveres a sus espaldas; si queréis saber de un médico que le da a la botella; de una meretriz de corazón tierno; de un ranchero capaz de cualquier cosa por deshacerse de los ovejeros y de una sociedad religiosa donde son sus arraigadas creencias las que dirigen su vida, animaos con esta novela porque merece mucho la pena.
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