Julian Montague, el conde y protagonista masculino de esta historia, en el barco en el que regresa de un viaje sufre un intento de asesinato. En la trifulca con su asesino, cae al mar y es rescatado por unos piratas argelinos. Su familia, después de muchas indagaciones y aunque no aparece el cadáver, lo dan por muerto. Él pasa tres años en una prisión de Argel sufriendo todo tipo de vejaciones y penurias sin ninguna esperanza de volver a su vida, a su casa y con los suyos.
Después de un acuerdo entre gobiernos, se produce la liberación de prisioneros y estos son devueltos a Inglaterra. Lo único que Julian revela cuando le rescatan es su nombre y su título. Sin embargo, y como se comporta como un loco, nada más pisar tierra lo encierran en un manicomio. Avisan a su supuesta familia para que verifiquen si el sujeto que tienen encerrado es quien dice ser. Julian luce una espesa barba y una larguísima melena, está delgado y desaseado y no dice ni media palabra. Al advertir que el tipo que no hace amago de reconocer a nadie es, a pesar de todo, Julian de Montague, su hermano y su tío se lo llevan a su casa convencidos de que ha perdido la cordura.
Catherine Montague, la esposa del conde, durante los tres años transcurridos desde la desaparición de su marido, siempre ha sentido en su fuero interno que Julian estaba vivo. Sin embargo, acoge su regreso a casa con desconfianza, desazón y un frío recibimiento.
Muy pronto se empieza a correr la voz por todas partes de que el antiguo duque ha regresado... aunque el pobre hombre está como un cencerro.
Bueno, pues hasta aquí puedo contar porque desvelar un poquito más sería revelar demasiado de esta interesante y divertida trama.
Nunca dejes de esperarme es una novela que engancha desde el principio y que te tiene entretenida y enredada hasta el final. Es una historia con un importante componente de intriga, de hecho a lo largo de toda la lectura estás maquinando quién será el malo de la película.
En cuanto a la relación de la pareja protagonista, no se trata de un romance que ves nacer, pues Catherine y Julian ya están casados y gozaban, antes de la desgracia, de una relación estupenda, es más bien, por las circunstancias de la ruptura obligada, una historia de reencuentro, de confianza y de renacimiento del amor.
La novela está muy bien planteada y trabajada en cuanto a entretenimiento, misterio, intriga (un poco al estilo Agatha Christie) diálogos, humor y personajes se refiere. Incluso para quienes amamos que nos cuenten historias de amor paralelas, hay una pareja secundaria que también tiene su correspondiente idilio con una bonita resolución feliz.
Nunca dejes de esperarme me ha gustado mucho. Desde mi punto de vista es una novela romántica cuya trama es amena y original, escrita de forma sencilla, que procura una lectura fácil y solazada y que lees de un tirón intrigada y divertida hasta el final.
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