Una novela trepidante, de ambientación y lenguaje muy cuidados y que se nota bien documentada.
La narración no da un minuto de respiro y se desarrolla al estilo de las novelas clásicas de aventuras con intrigas palaciegas, emboscadas y persecuciones, espadachines misteriosos, reuniones clandestinas en tabernas, una heroína de armas tomar y, por supuesto, romance.
Destacaría lo cuidado del lenguaje, que da verosimilitud a la época en la que se desarrolla la novela. Me ponen un poco nerviosa las novelas históricas en la que los personajes hablan como si fueran del siglo XXI.
Me ha gustado especialmente el personaje de Pierre, que es de esos secundarios que roban el foco, y también Héctor resulta un personaje muy complejo e interesante; en cambio, Artal, el protagonista, me ha decepcionado en algunas ocasiones. Aurora, la verdadera heroína de este libro, es un personaje femenino atípico para la época. En ocasiones me daba la sensación que sabe hacer demasiadas cosas y demasiado bien, pero en una buena novela de aventuras todo se perdona. Por la novela pasan también personajes históricos, que están muy bien retratados.
En cuanto a la trama me ha mantenido en vilo toda la lectura. No he podido parar de leer y estoy deseando que salga la segunda parte.
Marian Viladrich
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