La protagonista, Jade, me ha gustado por su fortaleza, su modo de ver la vida y su riesgo en ayudar a quien lo necesita, a pesar de los castigos que puedan suponerle. Es hija del sultán, sí, pero no de la esposa principal, sino de una esclava inglesa de la que se enamoró perdidamente. No se le consienten demasiadas libertades; de hecho, a ninguna mujer en el sultanato se le permite ni siquiera salir a la calle sin escolta. Se describe muy bien la vida dentro del palacio, sus costumbres y el orden establecido. Es como viajar a esa fecha, donde te enfadas por el modo en que cortaban la libertad de las mujeres y, a la vez, te maravillas del esplendor que les rodeaba. Un lugar donde las envidias y las traiciones van de la mano.
Diego es otro personaje con fuerza, pero una fuerza distinta: es un hombre rabioso que se ve obligado a abandonar su misión con España para viajar hasta donde sabe que está su hermana secuestrada y recuperarla. Un hombro dominado por el odio, pero que cae bajo el influjo de unos ojos rasgados. A pesar de que, poco a poco se enamora de Jade, no olvida que tiene una prometida en España y que va a cumplir con su palabra dada.
Una novela de aventuras muy entretenida, con secundarios inolvidables y bastante tensión, que te llevará desde las costas turcas hasta la corte española y después a los salones ingleses donde, por fin, se desencadena un final que esperas y deseas.
Muy recomendable.
Nieves
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