Hasta ahora las novelas que me había leído de esta autora eran comedias románticas, como la serie “Cinco chicos con suerte” y de pronto me encuentro con una historia victoriana. Toda una sorpresa.
Lady Storm. Un nombre muy adecuado para el personaje principal de esta novela, porque es de esas protagonistas fuertes desde el inicio, de esas mujeres que se crean a sí mismas, que luchan con uñas y dientes por salir adelante y conseguir lo que se han propuesto. Ya la dedicatoria nos deja imaginar a esta mujer y lo que ha querido mostrar la autora:
«A todas las mujeres que alguna vez decidieron romper moldes.
Tu vida es tuya. Que nadie te diga cómo vivirla».
Y leyendo la nota nos damos cuenta del motivo por el que lady Storm es distinta de muchas de las protagonistas de novela romántica. El cambio es agradable, desde luego.
De todos modos, al principio no es así, dura y fría como el acero. Es una jovencita llena de sueños a las que el destino le corta las alas demasiado pronto.
Me ha gustado el modo lento en que Rebecca Peace, en su identidad fría y calculadora de lady Storm, se va acercando al protagonista masculino, Allan Montgomery. Una mirada aquí, una sonrisa a medias, una frase sin acabar… y él está atrapado por completo. Que ella solo quiera usarlo, es otra cosa. Aunque, como estamos en una novela de romance, ella misma cae también en ese juego sensual.
Me ha gustado, por supuesto, el personaje masculino, con más dudas que seguridades respecto a lo que siente por esa mujer que lo vuelve loco. Quizás parezca que queda en parte eclipsado por la fuerte personalidad femenina, pero sabe salir a flote y demostrar que es capaz de sortear el temporal.
Max es un secundario de los buenos, gracias a él la muchacha asustadiza se convierte en una mujer de temple y coraje. Siempre a su lado, siempre en la sombra, pero importante.
Rashid, amigo hasta la muerte de Allan, su hombre de confianza y el hombro en el que apoyarse, es otro secundario que se gana a pulso su lugar en la historia.
Jack Murphy es a quien le ha tocado ser el malo de la trama, y lo hace estupendamente; tanto, que se le odia desde el inicio.
Con capítulos cortos y largos, una buenísima ambientación e interesantes datos sobre la época, hacen de esta novela una historia que atrapa.
La he disfrutado de principio a fin.
Nieves
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