Atrapados en el fuego cruzado de
la venganza y el deseo...
A Trace Rivers, un mercenario especializado en infiltrarse en organizaciones criminales, le encantaban las misiones bien planificadas y el derroche de adrenalina. Primero, pensaba ganarse la confianza de Murray Coburn, un empresario corrupto, y a continuación reunir las pruebas necesarias para acabar con su red de tráfico de mujeres. Era un plan perfecto... hasta que apareció la presunta hija de Coburn, dispuesta a vengarse de su padre.
Pese a su cara de ángel, Priscilla Patterson no era quien aparentaba ser. Pero tampoco lo era el atractivo guardaespaldas que hizo arder todos sus sentidos.
Priss y Trace tuvieron que aliarse para acabar con Coburn mientras luchaban contra la irresistible atracción que había surgido entre ellos.
Porque un paso en falso, un solo error podía dejarlos a merced de la ira de su cruel oponente.
A merced de la ira es una
estupenda novela donde la lectora puede encontrar una trama de lo más
entretenida, unos secundarios estupendos, una protagonista femenina decidida y
... uno de esos machotes que consiguen subir la presión arterial hasta el
colapso cardiaco.A Trace Rivers, un mercenario especializado en infiltrarse en organizaciones criminales, le encantaban las misiones bien planificadas y el derroche de adrenalina. Primero, pensaba ganarse la confianza de Murray Coburn, un empresario corrupto, y a continuación reunir las pruebas necesarias para acabar con su red de tráfico de mujeres. Era un plan perfecto... hasta que apareció la presunta hija de Coburn, dispuesta a vengarse de su padre.
Pese a su cara de ángel, Priscilla Patterson no era quien aparentaba ser. Pero tampoco lo era el atractivo guardaespaldas que hizo arder todos sus sentidos.
Priss y Trace tuvieron que aliarse para acabar con Coburn mientras luchaban contra la irresistible atracción que había surgido entre ellos.
Porque un paso en falso, un solo error podía dejarlos a merced de la ira de su cruel oponente.
Leyendo la sinopsis queda claro
el hilo argumental, por lo que son sus personajes los que marcarán la
diferencia, a parte, claro está, de las estupendas escenas que nos presentan.
Trace es uno de esos protagonistas que destilan testosterona por todos los poros de su piel. Este frío y efectivo mercenario es una bomba sexual a la que no le falta su corazóncito y su sentido del honor y la amistad. Pícaro, letal, decidido, tierno, celoso, divertido, protector y con un físico de toma pan y moja ¿sigo?
Priscilla es una de esas protagonistas inteligente y decidida. Al conocer su pasado entenderemos la extraordinaria combinación de pudor y sensualidad con la que se adorna. Es una contrincante maravillosa, que no se amilana ante el peligro y mucho menos ante cualquier espécimen del supuesto "sexo fuerte".
Dentro de los secundarios de esta novela volvemos a encontrarnos con varios de los personajes de la novela anterior, incluidos sus protagonistas. A merced de la Ira se puede leer perfectamente de forma independiente, pero si se ha leído la entrega anterior hay que reconocer que se puede disfrutar aún más de estos carismáticos y atractivos segundones.
De nueva adquisición en la comparsa, tenemos a un villano: cruel, sin ningún tipo de escrúpulo, psicópata, lascivo, proxeneta, asesino etc etc.
No echareis de menos la versión femenina de este engendro pues viene encarnada en la belleza inconmensurable de su amante, que siente una pasión irrefrenable por nuestro protagonista...
También os encontrareis con ese personaje que os deparara una sorpresa. Y por supuesto con el firme candidato a ser protagonista de la siguiente entrega.
Y hechas las presentaciones, deciros que me lo he pasado francamente bien. La narración es ágil y de lo más entretenida. El tema de trasfondo es duro (a mí me encoge el alma), pero la novela es alegre y vital. Hay escenas para todos los gustos, pero reconozco que algunas, por su humor, me resultan inolvidables. Y los personajes, y sobre todos ellos, sus protagonistas son estupendos.
Si te gustan las novelas con acción, humor, pasión y amor. Y con un protagonista masculino de infarto. Esta puede ser tu novela.
Trace es uno de esos protagonistas que destilan testosterona por todos los poros de su piel. Este frío y efectivo mercenario es una bomba sexual a la que no le falta su corazóncito y su sentido del honor y la amistad. Pícaro, letal, decidido, tierno, celoso, divertido, protector y con un físico de toma pan y moja ¿sigo?
Priscilla es una de esas protagonistas inteligente y decidida. Al conocer su pasado entenderemos la extraordinaria combinación de pudor y sensualidad con la que se adorna. Es una contrincante maravillosa, que no se amilana ante el peligro y mucho menos ante cualquier espécimen del supuesto "sexo fuerte".
Dentro de los secundarios de esta novela volvemos a encontrarnos con varios de los personajes de la novela anterior, incluidos sus protagonistas. A merced de la Ira se puede leer perfectamente de forma independiente, pero si se ha leído la entrega anterior hay que reconocer que se puede disfrutar aún más de estos carismáticos y atractivos segundones.
De nueva adquisición en la comparsa, tenemos a un villano: cruel, sin ningún tipo de escrúpulo, psicópata, lascivo, proxeneta, asesino etc etc.
No echareis de menos la versión femenina de este engendro pues viene encarnada en la belleza inconmensurable de su amante, que siente una pasión irrefrenable por nuestro protagonista...
También os encontrareis con ese personaje que os deparara una sorpresa. Y por supuesto con el firme candidato a ser protagonista de la siguiente entrega.
Y hechas las presentaciones, deciros que me lo he pasado francamente bien. La narración es ágil y de lo más entretenida. El tema de trasfondo es duro (a mí me encoge el alma), pero la novela es alegre y vital. Hay escenas para todos los gustos, pero reconozco que algunas, por su humor, me resultan inolvidables. Y los personajes, y sobre todos ellos, sus protagonistas son estupendos.
Si te gustan las novelas con acción, humor, pasión y amor. Y con un protagonista masculino de infarto. Esta puede ser tu novela.
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