Libro 5 de la Serie:
"La guardia de los Highlanders"
Apodado el Santo por su negativa a hablar de mujeres, así como por su frío y firme liderazgo, el orgulloso Magnus MacKay oculta una dolorosa verdad. No son la virtud ni la piedad las causas de su silencio, sino una herida de amor tan profunda que es incapaz de hablar de ella.
Helen, una indómita e inocente belleza, eligió a su familia antes que su propio corazón y negó con todas su fuerzas su amor por Magnus. Ahora se ha prometido con un amigo y compañero del impasible highlander, y la ira que ve en los ojos de su antiguo amor iguala el tormentoso arrepentimiento que alberga su corazón.
Cuando llegue a sus oídos que una letal conspiración acecha al rey y a su Guardia, Helen no dudará en tratar de enmendar los errores de su juventud.
Apodado el Santo por su negativa a hablar de mujeres, así como por su frío y firme liderazgo, el orgulloso Magnus MacKay oculta una dolorosa verdad. No son la virtud ni la piedad las causas de su silencio, sino una herida de amor tan profunda que es incapaz de hablar de ella.
Helen, una indómita e inocente belleza, eligió a su familia antes que su propio corazón y negó con todas su fuerzas su amor por Magnus. Ahora se ha prometido con un amigo y compañero del impasible highlander, y la ira que ve en los ojos de su antiguo amor iguala el tormentoso arrepentimiento que alberga su corazón.
Cuando llegue a sus oídos que una letal conspiración acecha al rey y a su Guardia, Helen no dudará en tratar de enmendar los errores de su juventud.
Por fin llegó el momento de conocer la historia de Magnus
MacKay, un miembro de la guardia secreta de élite de Robert Bruce, que a mí me
llamó particularmente la atención desde el comienzo de esta serie. Estaba
deseando conocer las razones que se ocultaban tras el carácter y comportamiento
que le habían hecho ganarse el apodo de El Santo entre sus compañeros.
Lo cierto es que no tuve que esperar mucho para conocer el
motivo, ya que en el prólogo quedaba al descubierto. Sin embargo, tras el
comienzo del primer capítulo, la historia lejos de perder interés lo ganó aún
más y supo mantenerlo hasta el punto y final.
La novela comienza en la celebración de los Highland games,
con una escena llena de fuerza donde se nos hace testigos del coraje de este
guerrero en la lucha. Los motivos que se esconden tras su empecinado empeño en
ganar en ese juego en concreto, van más allá de la rivalidad entre los clanes
de los dos contrincantes, pues Magnus se ha propuesto pedir la mano de Helen
Sutherland de Moravia y tiene la convicción de que para ello debe de ganar
antes al campeón de los Sutherland.
Magnus está profundamente enamorado de Helen, hija del líder
de un clan enemigo y con la ha tenido ocasión de encontrarse en secreto en
varias ocasiones. El guerrero tenía la creencia de que su amor era
correspondido, pero no logra una respuesta afirmativa a su declaración, y desde
ese instante, el dolor de su rechazo le ha de acompañar siempre.
La joven Helen está enamorada pero, en ese momento de su
vida, su conciencia no le permite aceptar la proposición de matrimonio. Sufre
con la obligada separación, y más, cuando se percata de que con su decisión
perdió para siempre al hombre que amaba.
El reencuentro entre los enamorados se produce años más
tarde y en las peores circunstancias. Magnus se ve obligado a asistir a la boda
de su mejor amigo, y la novia es Helen ¡Su Helen!
El Santo es una estupenda novela histórica, llena de acción,
arrepentimiento, sentimientos encontrados, traición, amor y pasión. Es una
historia de segundas oportunidades complicada. Para que su amor llegue a buen
puerto la pareja tendrá que enfrentarse a múltiples obstáculos. El orgullo, la
lealtad llevada al extremo y la mala conciencia se alzarán contra ellos. Y no
hay peor enemigo, ni muro más inexpugnable que el que alzamos nosotros mismos.
El Santo es una de esas novelas donde se puede disfrutar por
igual de la ambientación histórica como de los vaivenes de la relación amorosa,
y de esos hay muchos. Magnus y Helen parecen incapaces de encontrar el momento
de coincidir en su propósito de darse una oportunidad. Cuando Magnus se ofrece,
Helen se niega; cuando la que está dispuesta a entregarse es ella, el guerrero
la rechaza. Cada cual tiene sus razones, unas más comprensibles que otras, y
hay que reconocer que alguno de los secundarios parece gozar en extremo en
impedir que se unan.
Me gusta el estilo de su autora, el tinte de realidad que
imprime en sus obras, los fuertes personajes que crea y la tensión que
construye. En esta novela nos vuelve a ofrecer escenas emocionantes, a pesar de
la crueldad que describen, y despliega su arte en la construcción de unos
personajes cargados de humanidad, con sus luces y sus sombras.
El Santo contiene un crisol de sentimientos, y aunque
algunas veces me costó entender la testarudez o dudas de la que hacen gala sus
protagonistas, al final su lectura mereció la pena. Es una novela de
"Highlanders", con un guerrero fuerte y leal que solo es capaz de
amar a una mujer. Con intrigas, batallas, muertes... Y con una mujer decidida a
reconquistar a un hombre al que hace tiempo que entregó su corazón.
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