domingo, 25 de mayo de 2014

Lágrimas negras - Nieves Hidalgo

Libro 3 de la serie Los Gresham

Adriana Worthington y Noelia Kendrick son encontradas, en el intervalo de una semana, asesinadas en idénticas circunstancias.

Las pesquisas de la policía apuntan hacia Eugene Bannion, pero su hermana Thara sabe que es inocente y hará todo lo que esté en su mano por demostrarlo. Incluso es capaz de hacerse pasar por la prometida del hombre más desvergonzado de todo Londres para conseguir una entrevista con el juez que instruye el caso.

James Gresham ha salido de la ciudad por asuntos de negocios, pero un inconveniente le obliga a regresar antes de tiempo.

No espera encontrarse con una mujer a la que ha visto una sola vez y que, para su asombro, ha tenido la osadía de hacerse pasar por su futura esposa.

Irritado y divertido a un tiempo, decide seguirle el juego mientras le ayuda a buscar al auténtico asesino del que todo Londres habla. Thara, en su empeño por demostrar la inocencia de Eugene, no se percata de que el barón de Salsbury puede resultar para ella mucho más peligroso que el criminal al que quieren desenmascarar.

Thara Bannion cuida de sus hermanos Emma y Eugene desde la muerte de su padre. Al haber aprendido de él su oficio, era agente de Bow Street, Thara subsiste resolviendo pequeños casos, además cuenta con la ayuda esporádica de un amigo de su padre. Sabe que esa profesión no está bien vista para una mujer, pero ella está resuelta a que su hermano pueda estudiar leyes como desea y que Emma desarrolle su talento para la pintura. La rectitud y el orden priman en la vida de Thara, hasta un sorpresivo, desconcertante e inolvidable encuentro con un desconocido en una posada de Leeds.

Todo Londres está revolucionado con los dos últimos crímenes que han golpeado a la ciudad; dos jóvenes han sido asesinadas y sus cuerpos representan una especie de ritual. Las notas que portaban ambas jóvenes llevan a la policía hasta Eugene. Thara no dudará en hacer lo que sea necesario para hablar con el juez encargado del caso, incluso hacerse pasar por la prometida del más libertino de los hermanos Gresham, James.

Para suerte o desgracia de Thara, Kimberly y Tatiana, protagonistas de las dos entregas anteriores de esta serie y cuñadas de James, escuchan su conversación y no dudarán en interceder ante el juez Rowling para ayudarla. Pero James regresa de manera imprevista a la ciudad, y aunque en un principio quería enfrentarse a su supuesta prometida, en cuanto ve a Thara, sabe que tendrá que ayudarla a descubrir la verdad. No voy a decir qué le propone James a Thara para que ésta se deje ayudar, solo que provoca más de una sonrisa y cierto desconcierto para la reacia y algo mojigata Thara. Juntos seguirán las pistas que rodean las muertes de ambas jóvenes a la vez que deben fingir un compromiso que ninguno de los dos quería.

Otra entrega más de esta serie, y me lo he pasado genial leyéndola. Me la he leído en un suspiro, seguir las investigaciones de Thara y James me han hecho pasar un rato estupendo, y también, para qué negarlo, deseaba acabarlo cuanto antes para descubrir al asesino y sus razones para esos brutales crímenes. Thara me ha gustado mucho como protagonista, quizá en un principio parecía un poco seria, pero conforme avanza la novela también lo hace el personaje y me ha parecido una mujer decidida, fuerte, con más responsabilidad de la que debería y una pasión interior que James le ayudará a descubrir. James, representa a la perfección el papel de libertino, hasta que su asociación con Thara lo muestre como una persona tolerante, generoso y encantador con los niños, da igual que sean sus sobrinos o los niños del orfanato. Es el personaje perfecto para ella, con ese toque divertido y pícaro que contrastan con la seriedad de Thara. Ambos forman una pareja de detectives muy eficientes.

En cuanto a los personajes secundarios, hay que destacar esos encuentros entre los hermanos Gresham, cada uno con un carácter diferente y con un comportamiento que me ha arrancado más de una sonrisa, así como esas escenas de Kim y Tat. Los criados de James han tenido más de un momento gracioso haciéndole rabiar. Aunque si hay un secundario que me ha llamado la atención y del que me hubiera gustado saber algo más, éste ha sido el juez Rowling, no sé por qué pero me ha dejado con un puntito de intriga, de saber más de él.

Una novela con una buena dosis de intriga, y una escena final de infarto, unos personajes a los que se les coge cariño y unos momentos divertidos, sensuales y con los que disfrutar en posteriores relecturas. Esta serie va a más con cada entrega que leo. La recomiendo totalmente, a mí me ha encantado.

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