Una historia de Highlanders... ¿Hay algo más que decir?
La trama nos sitúa en un momento convulso de la historia en la que dos grandes señores se disputaban la corona de Escocia, Juan de Baliol y Robert de Bruce que apoyaba la causa de Eduardo I de Inglaterra contra Baliol. Así pues, en medio de trampas, conjuras y traiciones en las que salían perdiendo siempre la gente del pueblo, se sitúa nuestra historia de amor (o mejor dicho, nuestras tres historias de amor, porque algunos de los personajes secundarios alcanzan también la suya).
Los protagonistas, aunque bien construidos y desarrollados a lo largo de la novela, me ha dado la sensación de que no eran los que dominaban la historia.
Kiar es laird de los MacArthur y un highlander en toda regla: alto, fuerte, brusco y tierno a la vez, un guerrero feroz y un buen amante, leal hasta la médula, y con gran sentido del honor. Protege lo que ama a toda costa.
Nerys es la hija del laird MacBean, y me ha gustado mucho ver su evolución a lo largo de la historia, cómo madura en su carácter y en su visión de las cosas. Te da la sensación de que pasa de ser una niña asustadiza a una mujer con carácter.
Hay varios personajes secundarios bien insertados en la historia, que aportan cuando es necesario pero no estorban, y que podrían tener su propia historia; que de hecho la tienen, pero poco desarrollada. Me ha gustado en especial Jamie.
La ambientación histórica es muy buena, si bien tengo la sensación de que me han faltado más descripciones de lugares y paisajes. Aunque también puede ser que por haber leído la novela más espaciada en el tiempo, se me hayan olvidado detalles.
El estilo es ameno y fluido, aunque se nota que la novela es de los inicios de la autora, puesto que en las novelas posteriores ha crecido mucho en un estilo más cuidado y pulido.
Me ha gustado mucho y la he disfrutado.
Marta Luján
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