lunes, 6 de julio de 2020

Un lord irresponsable, de Christine Cross

La historia de la maldición de la familia Ferrers ha perseguido a Sara desde su nacimiento.

Es una muchacha tímida, falta de cariño, a quien la gente del pueblo y el rector no paran de acusar de prostituta y bruja, sobre todo desde la muerte de la mujer que la acogió. Pero su vida cambia por completo cuando aparece su nuevo tutor, el hombre que acaba de heredar toda la fortuna y la mansión de Markyate Cell.

El personaje de Sara está muy bien descrito. A sus espaldas carga la maldición de unos antepasados poco comunes, con asaltantes incluidos. Aunque se enfrenta a quienes la insultan, desea que alguien la ame de verdad, la protección de esa familia con la que sueña y nunca ha tenido. Poco a poco vamos viendo como florece al enamorarse de Edward, aunque también sufre porque no entiende su actitud, cariñosa unas veces, tosca otras, que la mantienen en un mar de dudas.

Edward me ha encantado. Uno de los trillizos de los Marston, lo tiene todo y, sin embargo, es el más inseguro de los tres. Piensa que sus dos hermanos son más listos y decididos que él, que poco tiene que hacer para destacar, y que su sensibilidad no le lleva a ninguna parte. Acepta la fortuna que le llega dada porque, despreocupado como es, necesita el dinero. Le encanta Londres, odia tener que pasar un mes en el campo, pero no le queda otra. El hecho de que la herencia lleve asociada una pupila, no tiene mayor importancia… hasta que ve que no es una niña pequeña.

Nos encontramos con un romance lleno de acercamientos y alejamientos por causa de las dudas que la maldad levanta como un muro entre los protagonistas. Pero también un romance repleto de sensibilidad, de caricias sutiles, de besos enternecedores.

Me ha gustado volver a encontrarme con personajes ya conocidos, que me han hecho recordar historias anteriores y volver a disfrutarlas. Las conversaciones de los duques, los padres de los trillizos, son geniales y, además, nos muestran el inmenso cariño que se tienen. El ama de llaves de Markyate Cell es un personaje fabuloso, tanto como el criado de Edward. Me he enternecido con Mermelada y su camada de gatitos. Y me he enamorado perdidamente de Duque, ese gato de Sara con aires de soberano, que resulta ser un punto clavo para resolver un problema final.

Y la fiesta con la que se acaba… ¡Madre mía! Eso sí que es amor y lujo, como suele decirse. Porque incluso aparece… Lo siento, no puedo contar más, tenéis que leerla.

No os perdáis la nota de autora, es muy interesante y os va a gustar... y sorprender.

A la espera de la historia de Robert, que promete y mucho.

Nieves



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