He gozado paseando por el antiguo Egipto y participando en los descubrimientos arqueológicos con la maravillosa ambientación que Nieves nos ha dejado en esta novela. El aire cálido soplando entre las palmeras, la finísima arena, las piedras milenarias... Todo contribuye a meterte en el clima de la historia y a disfrutarla, porque, desde el inicio, se convierte en una gran aventura.
La trama nos introduce en el mundo de la arqueología y de los dioses egipcios. Mientras viajamos entre presente y pasado, nos adentramos en el misterio de una búsqueda. Los mundos y los siglos se entrelazan, y la frontera entre la vida y la muerte se diluye. Y, de pronto, junto con los protagonistas, te sientes introducida en una apasionante aventura que te absorbe sin remedio.
Me han encantado los protagonistas y su historia de amor. Ambos poseen una fuerte personalidad, pero, al mismo tiempo, son distintos. Esther es pura energía y dinamismo; inquieta, decidida y con un punto de terquedad. Karemheb, por el contrario, a pesar de ser un hombre apasionado, sabe mantenerse frío y controlado en todo momento, demostrando la naturaleza del guerrero que esconde su alma. El romance entre ellos es puro fuego y pasión, tejido con el hilo de la urgencia que les da el saber que el tiempo es voluble, que no se detiene, y que todo puede desaparecer en un instante.
Esther vive para la arqueología, quizás porque lo ha mamado desde su niñez o porque quedó huérfana a temprana edad y ese mundo de búsqueda y descubrimiento era lo único que conocía. Su mundo se reducía a ruinas y arena hasta que cierto egipcio regresa de una tumba de miles de años y pone sus sentimientos y emociones de cabeza. Las chispas saltan desde el primer momento entre ellos, aunque Esther no puede dejar de sentirse arrastrada por la belleza exótica del egipcio. Creer su historia, que viene de otra época, ya es otra cuestión. Sin embargo, cuando surge el amor el tiempo ya no importa, el pasado se vuelve presente.
A Karemheb le roban la vida. No muere con honor y lo sepultan en una tumba sin nombre. Él, que ha sido un gran guerrero, protector y Guardián de los dos Valles, sufre la venganza de una diosa. Poco espera que, miles de años después, la mano de otra mujer, una diosa de carne y hueso, lo arranque de esa tumba y le devuelva la vida. Sin embargo, todo ha cambiado en la tierra que él conocía. La modernidad se ha impuesto al antiguo reinado de los faraones, y él tendrá que descubrir quién es y qué papel tiene en medio de ese mundo. Encuentra su razón de ser en aquella hermosa mujer que le robó el aliento desde la primera vez que la vio. Despierta en él algo que ninguna otra mujer ha despertado y solo desea amarla y protegerla del hombre que provocó su muerte siglos atrás y del que ansía vengarse. Ella se convertirá en el eje de su vida, y tendrá que desafiar al tiempo y a la misma muerte con tal de no perderla.
La pluma de Nieves me encanta porque sabe atraparte con sus maravillosas historias, con su fina ironía y esas situaciones llenas de aventura, de romance y, en ocasiones, de diversión.
MARTA LUJÁN
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