A la segunda va la vencida, de Sandre Bree

Otra de las historias de esta serie, en esta ocasión la definitiva de Allen, hermano de Jason (novio de Danielle, la hija de Rosa la pitonisa y hermana de Adara, madre de su sobrino Cole). No os asustéis, aunque parezca un lío es super entretenido ir conociendo a todos y cada uno de ellos. Los buenos ratos están asegurados.

Allen se nos muestra como un hombre enamoradizo, un pelín pagado de sí mismo, buen conversador, chistoso, pero sobre todo amante de sus padres, de sus hermanos y, no podía ser menos, del niño al que ha conocido no hace mucho y que es de su propia sangre. Su aventura con Adara, la hija mayor de la pitonisa, dio como fruto a un encanto de criatura que os va a encantar. Y es de esos hombres que dice estar bien soltero, saltando de flor en flor. De momento, sí, solo quiere disfrutar de su hijo y asistir a la vida de su hermano Jason, para regresar a Estados Unidos y ocuparse de sus caballos.

Sofía es la mejor amiga de Danielle. Y ella sí que tiene claro que no quiere ligarse a ningún hombre. Otra cosa es tener una aventurilla. Ya es suficiente problema intentar sacar su librería adelante y ayudar a Danielle a preparar su boda y la despedida de soltera. No es cabezota, es lo siguiente. Tampoco es patosa, pero todo parece salirse mal cada vez que tiene a Allen a su lado. Lo malo es que no se puede quitar de encima a ese pelmazo que se la come con los ojos, y tampoco al resto de su familia que han llegado para la boda. No quiere nada con él, pero se pone de los nervios cuando aparece Adara.

De vuelta con este romance a la isla de Creta para sonreír con los tropiezos de los protagonistas, explorar alguna que otra cueva desconocida, e impregnarnos de sol y de ese sabor salado de mar azul. Ya se sabe que en Grecia puede surgir un amor inesperado. Como este.

Nieves 

Romántica

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