Roxanne Ballinger es una modelo que a sus treinta y ocho años aún continua en la cúspide de la fama. Su nombre es una notoriedad. Su imagen ocupa las portadas de las más exclusivas revistas y empapela numerosas vallas publicitarias. Está acostumbrada a los flashes de las cámaras, el dinero y las adulaciones fáciles. Sin embargo, también es consciente de que el declive de su carrera está cercano en detrimento de chicas más jóvenes.
Y además, por otro lado, comienza a estar hastiada de la vida en New York: el tráfico, las luces, los coches, la contaminación… ya no ejercen sobre ella el mismo influjo que hicieran años atrás cuando abandonó Oak Valley en busca de lograr su sueño de ser una famosa modelo.
Tras asistir a la boda de su hermano Sloan, la primavera anterior, descubre con sorpresa que aquellas tierras y aquel silencio que antaño la horrorizaran, ahora la atraen poderosamente. Despiertan en ella un sentimiento de nostalgia que nunca antes había sentido.
Todo esto, unido a su último fracaso sentimental, la empujan a abandonar la ciudad de New York para regresar a Oak Valley.
Desoyendo los consejos de su familia, adquiere una ruinosa propiedad: una maltrecha casa rodeada de suficientes hectáreas de terreno como para idear algún negocio, algo que tiene en mente. Aunque las tierras son impresionantes, lejos están de igualar las extensas propiedades de su familia, los Ballinger, que junto con los Granger son una de las estirpes más adineradas, respetadas y conocidas en Oak Valley, aunque también profundamente enemistadas hasta el matrimonio de Sloan Ballinger y Shelly Granger la primavera anterior.
Su regreso a Oak Valley supone también el reencuentro con Jeb Delaney, el arrogante ayudante del sheriff, recién ascendido a detective. Lo que a primera vista para Roxanne parece acrecentar la vanidad y autosuficiencia del hombre.
Un hombre enormemente atractivo con el que nunca se ha llevado demasiado bien. Realmente decir eso sería un eufemismo. Se odian a muerte. Desde la adolescencia, cuando éste la humillara ante su familia y compañeros de instituto, juró odiarlo para siempre. Inexplicablemente todos sus encuentros finalizan con una sonada discusión. Ilógicamente cada uno parece arrancar lo peor del otro.
Hasta que inesperadamente una de sus peleas acaba en una relación sexual que deja a ambos profundamente impresionados. ¿Ellos se odian, no? ¿Entonces cómo explicar aquella increíble experiencia?
Sin embargo, pese a ello, ambos persisten en su terquedad de que no existe nada entre ellos. Aquella experiencia ha sido un hecho aislado. Probablemente un producto de la imaginación de ambos.
A Roxanne no le interesa Jeb, ya que lo considera un hombre autoritario, arrogante y vanidoso. Para Jeb, Roxanne no es más que una altiva modelo aburrida de tanto glamour y dinero, que momentáneamente se ha dignado a regresar a su ciudad natal, pero que en breve volverá a cansarse de aquellas tierras, las vacas y el apacible silencio del campo y pondrá tierra de por medio.
Después de dos desastrosos divorcios, tampoco a él le quedan ganas de volver a enamorarse y mucho menos de pensar en boda.
Sin embargo, tras la fiesta de fin de año, lo impensable vuelve a suceder, lo cual les hace a ambos replantearse sus convicciones. Tal vez después de todo, sí que existe cierta atracción entre ellos. Eso es innegable, pero desde luego nunca llegarán a enamorarse. ¿No?
Sin embargo cuando la recién estrenada propiedad de Roxanne es víctima de actos vandálicos, Jeb se jura a sí mismo que la protegerá aún a riesgo de su vida. Y cuando los rumores de su relación comienzan a propagarse, ambos deben reconocer ante sí mismos que realmente se han enamorado de la persona más inadecuada. La duda persiste en sí serán capaces de confesar al otro sus verdaderos sentimientos, aún a riesgo de su corazón.
De vuelta a casa es la segunda novela contemporánea de Shirlee Busbee. En este libro, la secuela de De regresoa Oak Valley, se narra la historia de amor de Jeb y Roxanne.
Muchos de los personajes que aparecen en De vuelta a cas también lo hacen en su precuela, así que de hecho la continuidad entre una y otra novela es muy evidente. Pese a ello, es fácil adentrarse en la trama de ésta, dejar que te envuelva sin necesidad de leer la anterior, pero sería más recomendable hacerlo, desde luego.
El personaje de Roxanne está lejos de ser el estereotipo de mujer espectacularmente bella, modelo y engreída.
Sencillamente es una mujer moderna, que ha creado su propia vida lejos de su familia, evitando establecer lazos profundos con nadie y sin plantearse nunca regresar al campo. Deseaba ser alguien por sí misma, labrarse un futuro como modelo y tras lograrlo, regresa a Oak Valley.
Allí se encuentra con lo impensable: descubre una poderosa atracción sexual y, a que negarlo, emocional por el arrogante Jeb Delaney.
Jeb Delaney es un hombre que a sus cuarenta y cinco años ha pasado por dos divorcios. Sus dos ex-mujeres lo abandonaron. Esto le ha llevado a sentirse responsable de sus dos fallidas relaciones, después de todo si tanto una como otra le dejaron por algo sería, ¿no?.
Es básicamente un hombre de campo que está decidido a seguir trabajando y viviendo en su tierra natal.
Por eso cuando la atracción, por otra parte siempre latente, estalla entre Roxanne y él y la relación va adquiriendo tintes más serios que implican compromiso, tiene muy claro que jamás podrá haber boda ni otros lazos entre ambos.
En el fondo cree que Roxanne sólo está aburrida de la ciudad. Más pronto o más tarde se aburrirá del silencio y la soledad del campo, entonces lo abandonará. Y él no está dispuesto a ser abandonado por tercera vez.
A simple vista, parece que el argumento no dista, en demasía, del De Regreso a Oak Valley, pero la historia entre sus protagonistas, no podía ser más diferente. La única similitud radica en que en ambas novelas la protagonista regresa a su tierra natal. El resto es totalmente diferente.
Esta novela, a diferencia del anterior, está mucho más centrado en la relación entre Jeb y Roxanne, una relación que exuda pasión a cada línea.
Y además, por otro lado, comienza a estar hastiada de la vida en New York: el tráfico, las luces, los coches, la contaminación… ya no ejercen sobre ella el mismo influjo que hicieran años atrás cuando abandonó Oak Valley en busca de lograr su sueño de ser una famosa modelo.
Tras asistir a la boda de su hermano Sloan, la primavera anterior, descubre con sorpresa que aquellas tierras y aquel silencio que antaño la horrorizaran, ahora la atraen poderosamente. Despiertan en ella un sentimiento de nostalgia que nunca antes había sentido.
Todo esto, unido a su último fracaso sentimental, la empujan a abandonar la ciudad de New York para regresar a Oak Valley.
Desoyendo los consejos de su familia, adquiere una ruinosa propiedad: una maltrecha casa rodeada de suficientes hectáreas de terreno como para idear algún negocio, algo que tiene en mente. Aunque las tierras son impresionantes, lejos están de igualar las extensas propiedades de su familia, los Ballinger, que junto con los Granger son una de las estirpes más adineradas, respetadas y conocidas en Oak Valley, aunque también profundamente enemistadas hasta el matrimonio de Sloan Ballinger y Shelly Granger la primavera anterior.
Su regreso a Oak Valley supone también el reencuentro con Jeb Delaney, el arrogante ayudante del sheriff, recién ascendido a detective. Lo que a primera vista para Roxanne parece acrecentar la vanidad y autosuficiencia del hombre.
Un hombre enormemente atractivo con el que nunca se ha llevado demasiado bien. Realmente decir eso sería un eufemismo. Se odian a muerte. Desde la adolescencia, cuando éste la humillara ante su familia y compañeros de instituto, juró odiarlo para siempre. Inexplicablemente todos sus encuentros finalizan con una sonada discusión. Ilógicamente cada uno parece arrancar lo peor del otro.
Hasta que inesperadamente una de sus peleas acaba en una relación sexual que deja a ambos profundamente impresionados. ¿Ellos se odian, no? ¿Entonces cómo explicar aquella increíble experiencia?
Sin embargo, pese a ello, ambos persisten en su terquedad de que no existe nada entre ellos. Aquella experiencia ha sido un hecho aislado. Probablemente un producto de la imaginación de ambos.
A Roxanne no le interesa Jeb, ya que lo considera un hombre autoritario, arrogante y vanidoso. Para Jeb, Roxanne no es más que una altiva modelo aburrida de tanto glamour y dinero, que momentáneamente se ha dignado a regresar a su ciudad natal, pero que en breve volverá a cansarse de aquellas tierras, las vacas y el apacible silencio del campo y pondrá tierra de por medio.
Después de dos desastrosos divorcios, tampoco a él le quedan ganas de volver a enamorarse y mucho menos de pensar en boda.
Sin embargo, tras la fiesta de fin de año, lo impensable vuelve a suceder, lo cual les hace a ambos replantearse sus convicciones. Tal vez después de todo, sí que existe cierta atracción entre ellos. Eso es innegable, pero desde luego nunca llegarán a enamorarse. ¿No?
Sin embargo cuando la recién estrenada propiedad de Roxanne es víctima de actos vandálicos, Jeb se jura a sí mismo que la protegerá aún a riesgo de su vida. Y cuando los rumores de su relación comienzan a propagarse, ambos deben reconocer ante sí mismos que realmente se han enamorado de la persona más inadecuada. La duda persiste en sí serán capaces de confesar al otro sus verdaderos sentimientos, aún a riesgo de su corazón.
De vuelta a casa es la segunda novela contemporánea de Shirlee Busbee. En este libro, la secuela de De regresoa Oak Valley, se narra la historia de amor de Jeb y Roxanne.
Muchos de los personajes que aparecen en De vuelta a cas también lo hacen en su precuela, así que de hecho la continuidad entre una y otra novela es muy evidente. Pese a ello, es fácil adentrarse en la trama de ésta, dejar que te envuelva sin necesidad de leer la anterior, pero sería más recomendable hacerlo, desde luego.
El personaje de Roxanne está lejos de ser el estereotipo de mujer espectacularmente bella, modelo y engreída.
Sencillamente es una mujer moderna, que ha creado su propia vida lejos de su familia, evitando establecer lazos profundos con nadie y sin plantearse nunca regresar al campo. Deseaba ser alguien por sí misma, labrarse un futuro como modelo y tras lograrlo, regresa a Oak Valley.
Allí se encuentra con lo impensable: descubre una poderosa atracción sexual y, a que negarlo, emocional por el arrogante Jeb Delaney.
Jeb Delaney es un hombre que a sus cuarenta y cinco años ha pasado por dos divorcios. Sus dos ex-mujeres lo abandonaron. Esto le ha llevado a sentirse responsable de sus dos fallidas relaciones, después de todo si tanto una como otra le dejaron por algo sería, ¿no?.
Es básicamente un hombre de campo que está decidido a seguir trabajando y viviendo en su tierra natal.
Por eso cuando la atracción, por otra parte siempre latente, estalla entre Roxanne y él y la relación va adquiriendo tintes más serios que implican compromiso, tiene muy claro que jamás podrá haber boda ni otros lazos entre ambos.
En el fondo cree que Roxanne sólo está aburrida de la ciudad. Más pronto o más tarde se aburrirá del silencio y la soledad del campo, entonces lo abandonará. Y él no está dispuesto a ser abandonado por tercera vez.
A simple vista, parece que el argumento no dista, en demasía, del De Regreso a Oak Valley, pero la historia entre sus protagonistas, no podía ser más diferente. La única similitud radica en que en ambas novelas la protagonista regresa a su tierra natal. El resto es totalmente diferente.
Esta novela, a diferencia del anterior, está mucho más centrado en la relación entre Jeb y Roxanne, una relación que exuda pasión a cada línea.
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