Sinopsis:
Jade Sperry vive en Palmetto, en Carolina del Sur. Tiene dieciocho años y toda una vida por delante. Está a punto de graduarse, espera una beca para ir a la universidad y goza del inmenso amor que siente por Gary.
Un día recibe la confirmación de que su solicitud para estudiar en la universidad ha sido aceptada y la beca concedida. Feliz, con todos sus sueños a punto de cumplirse, le pide a su amiga Donna Dee que la lleve en su coche a la granja de Gary para comunicarle la noticia. Pero, por el camino, se quedan sin gasolina y tienen que pedir ayuda al primer coche que que pasa por allí.
La casualidad quiere que en él viajen Neal Patchett, hijo del propietario de la fábrica de la que viven casi todos los habitantes del pueblo; Hutch Jolly, hijo del sheriff; y Lamar Griffith; tres adolescentes famosos en todo el pueblo por sus correrías y juergas continuas.
Con engaños, consiguen convencer a Jade para que suba al coche y dejan a Donna Dee fuera del mismo. En lugar de hacer lo que parecía una broma más de tres tontos niños malcriados, llevan a Jade a un camino apartado donde todos, uno tras otro, la violan y abandonan. Jade consigue arrastrarse hasta la carretera, donde un conductor anónimo la lleva al hospital más cercano. Allí, denuncia el ultraje del que ha sido objeto, pero cuando dice los nombres de los que la han violado, empiezan los problemas: las pruebas medicas desaparecen, los muchachos tergiversan sus palabras e, incluso Donna Dee testifica en contra.
Abandonado por todos, humillada , ultrajada y avergonzada, Jade tan sólo piensa en conservar el amor de Gary. Pero éste, engañado por Neal, cree que ella mantuvo relaciones con los tres por propio gusto y, despechado, sin poder aguantar el dolor que le supone el creer haber perdido el amor de la persona que mas le importa en el mundo, se suicida. Desde ese momento, la vida de Jade tendrá un único objetivo: vengar todo el dolor que esos tres chicos le causaron y recuperar la paz y el amor que nunca mereció perder.
A pesar del tema tan crudo y violento que aborda la novela, El sabor del escándalo es un libro que me impresionó sobremanera. Por un lado por la trama en sí. No es la típica novela romántica que parte de la relación entre la pareja protagonista, sino que parte de Jade, como un trauma del pasado la lleva a madurar y crecer, pese a que antes de todo, ya era una mujer con carácter. Eso me gustó mucho, sinceramente.
No tenía muchas referencias de esta novela cuando la leí por primera vez, hace años. Pero me llamó la atención por su autora: Sandra Brown, una de mis favoritas.
Creo que es capaz de lograr que entiendas y conozcas a sus personajes con todo detalle, así no pienses como ellos o no lleguen a agradecerte, al llegar a la última página tienes la sensación de conocerlos.
¿Por qué me gustó la novela?
Por la actitud de Jade. Me parece la de un mujer luchadora, tenaz que jamás se rinde. A veces actúa movida por el dolor o la furia del momento, pero al final como digo la puedes comprender.
Me gusta por Dillon, el protagonista masculino. Un hombre al que ves caer y levantarse.
También por la historia de amor en sí, pese a que tarda en iniciarse, me atrapó totalmente desde sus inicios al final. La química entre Dillon y Jade es palpable. Hay escenas entre ellos que me encantaron, tanto que las he releído muchas veces.
Es una novela que pese al punto del que parte, el que marca la vida de Jade, nos lleva a adentrarnos en su lectura, siendo testigos de cómo la voluntad de una mujer, humillada hasta los límites más intolerables, puede doblegar cualquier obstáculo y resurgir. Esto, junto a un protagonista igual de atormentado y herido (aunque de otra manera) la hacen una novela diferente, pero, en mi opinión, una novela muy buena.
Jade Sperry vive en Palmetto, en Carolina del Sur. Tiene dieciocho años y toda una vida por delante. Está a punto de graduarse, espera una beca para ir a la universidad y goza del inmenso amor que siente por Gary.
Un día recibe la confirmación de que su solicitud para estudiar en la universidad ha sido aceptada y la beca concedida. Feliz, con todos sus sueños a punto de cumplirse, le pide a su amiga Donna Dee que la lleve en su coche a la granja de Gary para comunicarle la noticia. Pero, por el camino, se quedan sin gasolina y tienen que pedir ayuda al primer coche que que pasa por allí.
La casualidad quiere que en él viajen Neal Patchett, hijo del propietario de la fábrica de la que viven casi todos los habitantes del pueblo; Hutch Jolly, hijo del sheriff; y Lamar Griffith; tres adolescentes famosos en todo el pueblo por sus correrías y juergas continuas.
Con engaños, consiguen convencer a Jade para que suba al coche y dejan a Donna Dee fuera del mismo. En lugar de hacer lo que parecía una broma más de tres tontos niños malcriados, llevan a Jade a un camino apartado donde todos, uno tras otro, la violan y abandonan. Jade consigue arrastrarse hasta la carretera, donde un conductor anónimo la lleva al hospital más cercano. Allí, denuncia el ultraje del que ha sido objeto, pero cuando dice los nombres de los que la han violado, empiezan los problemas: las pruebas medicas desaparecen, los muchachos tergiversan sus palabras e, incluso Donna Dee testifica en contra.
Abandonado por todos, humillada , ultrajada y avergonzada, Jade tan sólo piensa en conservar el amor de Gary. Pero éste, engañado por Neal, cree que ella mantuvo relaciones con los tres por propio gusto y, despechado, sin poder aguantar el dolor que le supone el creer haber perdido el amor de la persona que mas le importa en el mundo, se suicida. Desde ese momento, la vida de Jade tendrá un único objetivo: vengar todo el dolor que esos tres chicos le causaron y recuperar la paz y el amor que nunca mereció perder.
A pesar del tema tan crudo y violento que aborda la novela, El sabor del escándalo es un libro que me impresionó sobremanera. Por un lado por la trama en sí. No es la típica novela romántica que parte de la relación entre la pareja protagonista, sino que parte de Jade, como un trauma del pasado la lleva a madurar y crecer, pese a que antes de todo, ya era una mujer con carácter. Eso me gustó mucho, sinceramente.
No tenía muchas referencias de esta novela cuando la leí por primera vez, hace años. Pero me llamó la atención por su autora: Sandra Brown, una de mis favoritas.
Creo que es capaz de lograr que entiendas y conozcas a sus personajes con todo detalle, así no pienses como ellos o no lleguen a agradecerte, al llegar a la última página tienes la sensación de conocerlos.
¿Por qué me gustó la novela?
Por la actitud de Jade. Me parece la de un mujer luchadora, tenaz que jamás se rinde. A veces actúa movida por el dolor o la furia del momento, pero al final como digo la puedes comprender.
Me gusta por Dillon, el protagonista masculino. Un hombre al que ves caer y levantarse.
También por la historia de amor en sí, pese a que tarda en iniciarse, me atrapó totalmente desde sus inicios al final. La química entre Dillon y Jade es palpable. Hay escenas entre ellos que me encantaron, tanto que las he releído muchas veces.
Es una novela que pese al punto del que parte, el que marca la vida de Jade, nos lleva a adentrarnos en su lectura, siendo testigos de cómo la voluntad de una mujer, humillada hasta los límites más intolerables, puede doblegar cualquier obstáculo y resurgir. Esto, junto a un protagonista igual de atormentado y herido (aunque de otra manera) la hacen una novela diferente, pero, en mi opinión, una novela muy buena.
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