Molly Somerville se siente muy atraída por Kevin Tucker, el quaterback de los Chicago Stars. Pero lo suyo no ha pasado nunca de ser un amor platónico, encaprichamiento o atracción no correspondida. Molly es consciente de que no se parece en nada a las mujeres que suelen relacionarse con Kevin ni tampoco ha heredado el físico exuberante de su madre o de Phoebe.
Pero cuando Kevin casi la atropella sin percatarse de ello, como si ésta fuera invisible, Molly jura que ha llegado el momento de olvidarse de él y concentrarse en su trabajo como escritora de cuentos infantiles, que compagina con algunos artículos para una revista juvenil.
Tal como le sucedió a Phoebe, Molly ha vivido una infancia solitaria y sin amor. La tímida y silenciosa Molly adolescente se ha convertido en una joven de veintisiete años un tanto peculiar; no es sólo que de golpe cambie drásticamente el color de sus cabellos, sino que de la noche a la mañana donó su jugosa herencia, con lo que vive en un cuchitril que le cuesta pagar y actúa muy impulsivamente.
En los últimos tiempos Kevin Tucker se ha convertido en una fuente de problemas para los Calebow a causa de sus excentricidades. Harto, Dan le da un ultimátum y lo manda a una de sus casas fuera de Chicago para evitar que se meta o líos o acabe lesionado. Lo que no sabe es que Molly también se dirige a ésta, sin avisar a nadie, para pasar unos días a solas y trabajar en nuevas aventuras de la conejita Daphne y el tejón Benny, los protagonistas de sus libros.
Allí se encuentra con Kevin quien, como es habitual ya, la reconoce a duras penas. La animadversión es inmediata: Kevin la considera una chiflada, ella un inmaduro, además de que no sigue si reparar en ella. Pero la convivencia da como resultado una situación un tanto peculiar (y en mi opinión estrafalaria) que da pie a una boda entre Kevin y Molly.
El matrimonio no empieza nada bien al tratarse de un matrimonio “casi” obligado por Dan, que actúa como protector de Molly.
Kevin culpa a Molly de todo, pero viendo en peligro su carrera con los Chicago Stars, no está dispuesto a que esa atolondrada mande al pique su carrera, con lo que accede a casarse pero el matrimonio es sólo de nombre y ni siquiera llegar a convivir. De hecho acaba apenas recién casados y Molly y Kevin no vuelven a reencontrarse hasta que éste hereda un camping que Molly le ayuda a dirigir.
Aunque debería detestarla, Kevin siente compasión ante el evidente sufrimiento de Molly y la insta a acompañarlo al camping. Y Molly va superando sus penas y depresión.
Finalmente, allí, comienzan a conocerse y ver que ninguno es realmente como imaginaba: Molly no es estrictamente una excéntrica y Kevin no es tan superficial como aparenta.
Este corazón mío es el quinto libro de los Chicago Stars. En esta ocasión los protagonistas son Kevin Tucker, la joven promesa de libros anteriores convertido en una estrella, y Molly Somerville, la hermana de Phoebe (protagonista de Tenías que ser tú).
Como sucede con otras novelas, la relación entre Kevin y Molly se origina de un modo un tanto extraño, por no llamarlo de otra manera.
La verdad es que al leer los capítulos que describen la convivencia de Kevin y Molly en la casa de los Calebow, y la escena del “crimen” que provoca el matrimonio de ambos, volví a pensar que la situación en sí era un tanto extravagante y chiflada. Pero, como me sucedió con otros libros, me sorprendió mucho el modo en que Susan Elizabeth Phillips, partiendo de un principio tan extraño, teje una novela divertida y en ocasiones muy emotiva.
El personaje de Molly me resultó difícil de entender, pero poco a poco, según avanza la trama llegué a entender sus inseguridades y el porqué de sus extraños comportamientos (al menos un poco), incluso llegó a resultarme entrañable y llegué a emocionarme con algunas escenas que muestran lo sola y diferente que se siente.
Kevin me sorprendió con respecto a libros anteriores, claro que aquí ya es un hombre más maduro, con una carrera que lo respalda a sus espaldas. Pero aún así me costó entender su reticencia a mantener relaciones serias. Y como me sucedió con la actitud de Molly las explicaciones que da me resultan un poco confusas e inmaduras, pero finalmente la historia de amor entre ambos me atrapó y él empezó también a resultarme más comprensible.
Este corazón es mío no es el libro que más me ha gustado de la saga, pero es un libro muy en la línea de los anteriores, con diálogos ingeniosos, escenas más serias y otras desternillantes. Hay una escena, la del partido de béisbol, que es sin duda con una de las que más me he reído en una novela, sin olvidar algunas travesuras y trastadas entre Molly y Kevin.
Por otra parte me parece muy divertido como Molly plasma en los libros de Daphne y Benny lo que sucede entre ella y Kevin, así como introduce a otros personajes que están basados en familiares y amigos. Da un punto muy divertido a la novela entremezclando la historia de Molly y Benny y escenas de la conejita Daphne y el tejón Benny.
La historia secundaria de Lilly y su relación con Kevin me ha gustado mucho. Como me ha sucedido con otras novelas de esta autora, ha logrado atraparme y me ha parecido muy bien desarrollada, aunque quizá cómo Lilly soluciona sus problemas me parece un tanto apresurado y un poco excesivo su recelo hacia Molly. Pero es una opinión mía.
También destacaría a los pequeños Calebow, los hijos de Phoebe y Dan, con los que me he reído mucho. Creo que la autora echa mano de los niños para desarrollar algunas de las escenas más divertidas y también entrañables.
En definitiva, aunque inicialmente tuve la sensación de que la historia entre Molly y Kevin era un poco refuscada, y pese a que Molly me resultaba desconcertante en ocasiones, poco a poco tanto ella como Kevin fueron ganándome y Este corazón es mío me parece una novela muy buena, amena, ágil de leer, divertida y un tanto alocada, como creo que es bastante habitual en SEP, en la que es una más en la saga de los Chicago Stars.
Pero cuando Kevin casi la atropella sin percatarse de ello, como si ésta fuera invisible, Molly jura que ha llegado el momento de olvidarse de él y concentrarse en su trabajo como escritora de cuentos infantiles, que compagina con algunos artículos para una revista juvenil.
Tal como le sucedió a Phoebe, Molly ha vivido una infancia solitaria y sin amor. La tímida y silenciosa Molly adolescente se ha convertido en una joven de veintisiete años un tanto peculiar; no es sólo que de golpe cambie drásticamente el color de sus cabellos, sino que de la noche a la mañana donó su jugosa herencia, con lo que vive en un cuchitril que le cuesta pagar y actúa muy impulsivamente.
En los últimos tiempos Kevin Tucker se ha convertido en una fuente de problemas para los Calebow a causa de sus excentricidades. Harto, Dan le da un ultimátum y lo manda a una de sus casas fuera de Chicago para evitar que se meta o líos o acabe lesionado. Lo que no sabe es que Molly también se dirige a ésta, sin avisar a nadie, para pasar unos días a solas y trabajar en nuevas aventuras de la conejita Daphne y el tejón Benny, los protagonistas de sus libros.
Allí se encuentra con Kevin quien, como es habitual ya, la reconoce a duras penas. La animadversión es inmediata: Kevin la considera una chiflada, ella un inmaduro, además de que no sigue si reparar en ella. Pero la convivencia da como resultado una situación un tanto peculiar (y en mi opinión estrafalaria) que da pie a una boda entre Kevin y Molly.
El matrimonio no empieza nada bien al tratarse de un matrimonio “casi” obligado por Dan, que actúa como protector de Molly.
Kevin culpa a Molly de todo, pero viendo en peligro su carrera con los Chicago Stars, no está dispuesto a que esa atolondrada mande al pique su carrera, con lo que accede a casarse pero el matrimonio es sólo de nombre y ni siquiera llegar a convivir. De hecho acaba apenas recién casados y Molly y Kevin no vuelven a reencontrarse hasta que éste hereda un camping que Molly le ayuda a dirigir.
Aunque debería detestarla, Kevin siente compasión ante el evidente sufrimiento de Molly y la insta a acompañarlo al camping. Y Molly va superando sus penas y depresión.
Finalmente, allí, comienzan a conocerse y ver que ninguno es realmente como imaginaba: Molly no es estrictamente una excéntrica y Kevin no es tan superficial como aparenta.
Este corazón mío es el quinto libro de los Chicago Stars. En esta ocasión los protagonistas son Kevin Tucker, la joven promesa de libros anteriores convertido en una estrella, y Molly Somerville, la hermana de Phoebe (protagonista de Tenías que ser tú).
Como sucede con otras novelas, la relación entre Kevin y Molly se origina de un modo un tanto extraño, por no llamarlo de otra manera.
La verdad es que al leer los capítulos que describen la convivencia de Kevin y Molly en la casa de los Calebow, y la escena del “crimen” que provoca el matrimonio de ambos, volví a pensar que la situación en sí era un tanto extravagante y chiflada. Pero, como me sucedió con otros libros, me sorprendió mucho el modo en que Susan Elizabeth Phillips, partiendo de un principio tan extraño, teje una novela divertida y en ocasiones muy emotiva.
El personaje de Molly me resultó difícil de entender, pero poco a poco, según avanza la trama llegué a entender sus inseguridades y el porqué de sus extraños comportamientos (al menos un poco), incluso llegó a resultarme entrañable y llegué a emocionarme con algunas escenas que muestran lo sola y diferente que se siente.
Kevin me sorprendió con respecto a libros anteriores, claro que aquí ya es un hombre más maduro, con una carrera que lo respalda a sus espaldas. Pero aún así me costó entender su reticencia a mantener relaciones serias. Y como me sucedió con la actitud de Molly las explicaciones que da me resultan un poco confusas e inmaduras, pero finalmente la historia de amor entre ambos me atrapó y él empezó también a resultarme más comprensible.
Este corazón es mío no es el libro que más me ha gustado de la saga, pero es un libro muy en la línea de los anteriores, con diálogos ingeniosos, escenas más serias y otras desternillantes. Hay una escena, la del partido de béisbol, que es sin duda con una de las que más me he reído en una novela, sin olvidar algunas travesuras y trastadas entre Molly y Kevin.
Por otra parte me parece muy divertido como Molly plasma en los libros de Daphne y Benny lo que sucede entre ella y Kevin, así como introduce a otros personajes que están basados en familiares y amigos. Da un punto muy divertido a la novela entremezclando la historia de Molly y Benny y escenas de la conejita Daphne y el tejón Benny.
La historia secundaria de Lilly y su relación con Kevin me ha gustado mucho. Como me ha sucedido con otras novelas de esta autora, ha logrado atraparme y me ha parecido muy bien desarrollada, aunque quizá cómo Lilly soluciona sus problemas me parece un tanto apresurado y un poco excesivo su recelo hacia Molly. Pero es una opinión mía.
También destacaría a los pequeños Calebow, los hijos de Phoebe y Dan, con los que me he reído mucho. Creo que la autora echa mano de los niños para desarrollar algunas de las escenas más divertidas y también entrañables.
En definitiva, aunque inicialmente tuve la sensación de que la historia entre Molly y Kevin era un poco refuscada, y pese a que Molly me resultaba desconcertante en ocasiones, poco a poco tanto ella como Kevin fueron ganándome y Este corazón es mío me parece una novela muy buena, amena, ágil de leer, divertida y un tanto alocada, como creo que es bastante habitual en SEP, en la que es una más en la saga de los Chicago Stars.
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