Kane Taggert es un viudo con dos gemelos de 5 años al que su madre a toda costa quiere volver a casar. Así que cuando su madre llama a su línea privada de teléfono, intentando embaucarlo para que se haga cargo de una excursión durante dos semanas al salvaje mundo de Colorado, en la que participan tres mujeres, su primera respuesta es un no rotundo.
Cale Anderson es una famosa escritora de novelas de asesinatos que a los 18 años por fin logró salir de su casa y del pueblo en el que vivía. Se ha pasado la vida ganando dinero escribiendo historias donde asesinaba a todos aquellos que algún día la molestaron. Un día recibe la llamada de una compañera de estudios que es todo lo que ella nunca fue: alta, bella, despampanante y, lógicamente, una mujer que tiene un gran éxito con el género masculino. Quiere invitarla a una excursión de 15 días alejada del mundanal ruido.
Kane y Cole, terminan cediendo a las presiones que reciben cada uno por su parte y allí se encuentran. Aquí no saltan chispas, todo lo contrario, la realidad es que se llevan horriblemente mal desde el principio.
Los casamenteros es una de las tres novelas cortas que forman el libro "La invitación" publicado por RBA. Podéis imaginaros que no hay mucha profundidad en ella, pero está entretenida. La verdad es que se pasa un buen rato... pero nada más.
Lo que más me ha gustado del libro es la parte en la que Cole narra su historia y sus pensamientos. Me ha resultado muy entretenido ver lo que va pasando por su linda cabecita.
El protagonista masculino la verdad es que no me ha gustado mucho. Me ha parecido un poco flojillo, con una personalidad muy simple. No me ha resultado creíble para nada su repentino enamoramiento, más que nada porque en el trozo en el que habla de su mujer, no me queda muy claro si está ya repuesto del disgusto, si está loco por la chica o si cualquiera que le dijera que lo distingue de su hermano le valdría.
Lo que no puedo perdonarle a la autora es que me destroce la idea mental que me hice en su día de Mike Taggert, el protagonista de Dulces mentiras. Con el fin de demostrarnos que Cole es capaz de distinguir entre los dos mellizos, tiene la osadía de insinuar que Mike tiene un poco de barriguita (¡yo la mato!), y algún que otro defectillo más que nadie es capaz de ver, pero que para la protagonista de la historia está sumamente claro.
El final de la novela es un poco... no sé cómo decirlo, es un poco de número de circo, pero bueno, la novela es muy corta y había que cerrarla con un final sonado.
Los casamenteros no es ninguna joya, pero para pasar el rato está bien.
Cale Anderson es una famosa escritora de novelas de asesinatos que a los 18 años por fin logró salir de su casa y del pueblo en el que vivía. Se ha pasado la vida ganando dinero escribiendo historias donde asesinaba a todos aquellos que algún día la molestaron. Un día recibe la llamada de una compañera de estudios que es todo lo que ella nunca fue: alta, bella, despampanante y, lógicamente, una mujer que tiene un gran éxito con el género masculino. Quiere invitarla a una excursión de 15 días alejada del mundanal ruido.
Kane y Cole, terminan cediendo a las presiones que reciben cada uno por su parte y allí se encuentran. Aquí no saltan chispas, todo lo contrario, la realidad es que se llevan horriblemente mal desde el principio.
Los casamenteros es una de las tres novelas cortas que forman el libro "La invitación" publicado por RBA. Podéis imaginaros que no hay mucha profundidad en ella, pero está entretenida. La verdad es que se pasa un buen rato... pero nada más.
Lo que más me ha gustado del libro es la parte en la que Cole narra su historia y sus pensamientos. Me ha resultado muy entretenido ver lo que va pasando por su linda cabecita.
El protagonista masculino la verdad es que no me ha gustado mucho. Me ha parecido un poco flojillo, con una personalidad muy simple. No me ha resultado creíble para nada su repentino enamoramiento, más que nada porque en el trozo en el que habla de su mujer, no me queda muy claro si está ya repuesto del disgusto, si está loco por la chica o si cualquiera que le dijera que lo distingue de su hermano le valdría.
Lo que no puedo perdonarle a la autora es que me destroce la idea mental que me hice en su día de Mike Taggert, el protagonista de Dulces mentiras. Con el fin de demostrarnos que Cole es capaz de distinguir entre los dos mellizos, tiene la osadía de insinuar que Mike tiene un poco de barriguita (¡yo la mato!), y algún que otro defectillo más que nadie es capaz de ver, pero que para la protagonista de la historia está sumamente claro.
El final de la novela es un poco... no sé cómo decirlo, es un poco de número de circo, pero bueno, la novela es muy corta y había que cerrarla con un final sonado.
Los casamenteros no es ninguna joya, pero para pasar el rato está bien.
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