Duncan lleva varios años tras un peligroso traficante, Robert Savich, que siempre consigue salirse de rositas. Esta última vez el juez Laird se ha declarado el juicio nulo. El enfrentamiento entre Duncan y el juez le lleva al inspector a pasar tres días en el calabozo acusado de desacato. Todo cambia cuando días después reciben aviso y deben ir a la propia casa del juez ya que ha habido un intento de robo con un fallecido de por medio.
Elise es la esposa del juez Cato Laird, una noche se ve obligada a matar a un intruso que se ha colado en su casa. Solo Elise sabe la verdad de lo que sucedió esa noche. Acorralada por el inspector Duncan Hatcher y sabiendo que su vida está en peligro decide contarle la verdad al policía, pero todo es tan extraño que él no la cree.
Tanto Duncan como Elise son dos personajes muy bien construidos, él me ha gustado mucho, es un policía con unos ideales muy claros y siempre defensor de la ley, pero que empieza a pasarlo mal cuando las pruebas acusan a Elise. Su instinto le insta a confiar en ella y la atracción es imposible de ignorar. Duncan se debate entre sus férreas convicciones, el interés que siente hacia la principal sospechosa, unas pruebas que apuntan directamente a la esposa del juez y su instinto de policía que le dice que hay algo más de lo que le está contando Elise. Sin embargo, todo se complica cuando Elise desaparece y un detective secreto aparece muerto.
Elise es un personaje que esconde varios secretos, la envuelve un halo de misterio y el lector, como le sucede a Duncan, no sabe si creerla o no. Pero Elise no es una mujer débil, está decidida a vengar a la única familia que ha tenido aunque para ello tenga que sacrificarse a sí misma. Es un personaje fuerte con una apariencia de muñeca de porcelana, parece a punto de quebrarse pero en realidad está dispuesta a todo. El pasado de Elise es duro y está acostumbrada a no confiar en nadie, pero sabe que solo Duncan puede ayudarla, aunque la compañera de Duncan, la policía Dee Dee no se fíe de Elise.
Partiendo de que es una novela estupenda, y que tiene el toque indiscutible de Sandra Brown, no me ha llegado a gustar tanto como otras de la autora. Creo que la autora hacia el final lo lía todo demasiado, que es un giro inesperado, sí, que lo deja todo bien cerrado, también, pero otras novelas suyas me han parecido más redondas. Aun así, su lectura es ágil, hay pocas autoras como Sandra Brown para escribir intriga, y aunque aquí prima la intriga a la relación amorosa, no cabe duda que es un libro que hay que leer si gusta el género de suspense.
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