Annie Hewitt llega a Peregrine, una pequeña isla de Maine, en plena tormenta. Lo único que le queda, además de dos maletas con sus muñecos de ventriloquia, es una pequeña cabaña heredada de su madre cerca de Harp House. Para conservar su única vivienda debe vivir dos meses ininterrumpidamente en la cabaña. Lo que Annie no sabía es que Theo Harp, su primer amor y el adolescente que casi la mata también, está en la isla.
Mariah, la madre de Annie se casó con el padre de Theo cuando ambos eran adolescentes. Annie, Reagan, la gemela de Theo, y Jayce se convirtieron en muy buenas amigas. Theo empezó a hablar con Annie y ambos se dieron sus primeros besos, hasta que Theo cambió y empezó a hacerle trastadas. Ese verano idílico acabó cuando Annie casi muere ahogada.
Annie no puede abandonar la isla porque no tiene nada, ni trabajo ni fondos, se gastó todo lo que tenía en cumplir el último sueño de su madre enferma de cáncer, viajar a Londres. Pero Annie tiene otro motivo para estar en Peregrine Island, su madre le confesó que en la cabaña encontrará su verdadero legado. Annie, a escondidas de Theo, empieza a ayudar Jayce, que ahora vive en Harp House como ama de llaves con su hija de cuatro años, Livie, y está impedida al romperse un tobillo tras una caída.
Theo, escritor de novelas de terror, está en la isla para escribir su segunda novela. No es que lo necesite para vivir, pero es su sueño y Annie remueve algo más que a sus musas. Theo está dispuesto a demostrarle que ya no es ese adolescente malcriado y traicionero que fue, aunque los fantasmas de su pasado y la muerte de un familiar cercano le ronden en la torre de Harp House.
Acabo de terminar esta novela y no sé muy bien cómo expresar mis impresiones. Es una nueva faceta de SEP, no se parece a esas novelas antiguas que han publicado hace poco en España (¡Campeona! y Como en una montaña rusa), que me encantaron por cierto, pero tampoco se parece nada a las anteriores novelas escritas últimamente de SEP y que no me han gustado demasiado.
No, Los héroes son mi debilidad es una novela diferente, no tiene ese humor fresco y que aligera momentos de tensión como en los libros de los Chicago Star, tampoco tiene la profundidad de trama de sus primeros libros, no. Creo que esta novela es un maremagnum de situaciones resueltas con precipitación y con más de un altibajo en el ritmo de la novela. Es triste pero reconozco que me he acabado la novela a fuerza de voluntad, y eso que el último tercio es lo mejor de la novela, cuando se vuelve algo interesante, pero el ánimo con que lo estaba leyendo ya no tenía remedio.
La actitud de ambos protagonistas tampoco me ha convencido, Annie es demasiado testaruda e irracional a veces y Theo se pierde de lo bueno que lo quiere mostrar la autora. Como pareja en sí, sí que me han gustado pero en mi opinión ha fallado el resto de la novela. Los constantes recuerdos de Annie a ese verano en Peregrine Island han sido repetitivos y han llegado a cansarme tras el segundo párrafo, así como que siempre se imaginara a Theo como el típico malvado de novela gótica. Con decir que el personaje que más me ha gustado es la pequeña Livie (y eso que la pequeña no habla).
Seguiré leyendo a SEP pero tras leer comentarios y críticas de sus próximos libros porque este en general me ha aburrido y me ha costado mucho acabarlo, y es una pena porque la autora mete situaciones y problemas difíciles y lamentablemente reales que no han sido suficientes para engancharme a la novela. Seguramente habrá gente a la que le encante esta novela, pero yo no puedo recomendarla, antes preferiría nombrar otros libros de esta autora.
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