Querido, quería contarte, de Louisa Young

En el marco de la Primera Guerra Mundial, en escenarios como Londres, París, el condado de Kent o las trincheras del Frente Occidental, Querido, quería contarte es una conmovedora y brillante novela de amor, clases y sexos en tiempos de guerra, y de cómo esta afecta tanto a quienes se quedan en casa como a los que combaten en el frente. Mientras Peter Locke y Riley Purefoy luchan por su país, su supervivencia y su cordura en las trincheras, sus seres queridos hacen lo que pueden en casa. Julia, hermosa y obsesiva, está casada con Peter, tierno y excéntrico. Solo se le ha enseñado a sentirse valorada por su belleza; ¿de qué le vale ahora en ausencia de su amado esposo? Nadine y Riley, con solo dieciocho años cuando comienza la guerra, con tantos sueños que cumplir y obstáculos que vencer, quieren hacer promesas por encima de todo, pero ¿cómo, si el futuro no está en sus manos? Y en cuanto a Rose, prima de Peter, ¿qué ocurrió con las mujeres de educación tradicional que perdieron la esperanza de casarse cuando los jóvenes de su generación se marcharon a la guerra? A medida que la contienda y sus secuelas convierten el sacrificio y el trauma en parte de la cotidianidad, las vidas de estos personajes se entrecruzan de manera inevitable y cambian para siempre. Querido, quería contarte ofrece un testimonio desgarrador de las secuelas físicas y emocionales de la guerra y del poder del amor incondicional.

Ambientada en los tiempos de la Primera Guerra Mundial, esta novela ha conseguido emocionarme por muchas cosas: por sus personajes, por las circunstancias que vive cada uno de ellos y por la narrativa, compleja a veces pero interesante siempre.

No solo trata de la guerra el argumento, sino de las peripecias de cada uno dependiendo de su situación, de amor a pesar de la contienda, de ilusiones que se han visto truncadas pero que siguen ahí, latentes, esperando a salir a la luz cuando todo acabe... si es que aún siguen vivos.

Es complicado hacer una reseña de una novela tan intensa. Podría extenderme con cada personaje, contaros su historia, pero yo creo que es mejor que los conozcáis vosotras mismas. Ahora bien, puedo dar alguna pequeña pista sin, espero, contar nada del argumento, porque no me gusta quitar intriga a la historia.

Riley es muy joven, apenas está empezando a vivir y tiene ilusiones más allá de su condición. Alistarse es una locura, pero está convencido de tener que hacerlo para demostrar al mundo y a sí mismo que es un hombre. Hubo muchos jóvenes que tomaron esa determinación, y muchos no volvieron. Y se enamora de Nadine.

Por otro lado está Peter y su familia. Todos ellos van a ver destruidos sus sueños con la guerra, pero son seres fuertes y tratarán de sobrevivir.

De una parte, vamos a seguir las vicisitudes de Peter y Riley, inmersos en una batalla sin cuartel que, por supuesto, les cambia como hombres y como personas. Y es que ver la muerte y la destrucción de cerca tiene forzosamente que cambiarle a uno. De otra parte, vamos a ver el modo en que se sobreponen las mujeres, sacando fuerzas de flaqueza, intentando hacer lo que pueden para ayudar.

Los personajes son variados, cada uno tiene su propia forma de ser, unos son más tiernos, otros nos parecen más insustanciales, pero ninguno de ellos es prescindible en la novela y se acaba por admirar a todos. Sean de baja cuna o de la sociedad más acomodada, sufren de igual modo la guerra.

Desde luego, esta novela no es para relajarse. Es dura en muchos momentos porque tenemos datos concretos de lo que sucedió en ese enfrentamiento mundial. Demasiadas muertes y demasiado dolor. A mí me ha mantenido en tensión hasta acabarla. Y sin embargo, hay entre sus páginas una enseñanza estupenda: la esperanza. Sin esperanza, posiblemente nadie aguantaría acontecimientos semejantes, y en este libro se plasma de tal modo que, a pesar de la congoja de muchas escenas, suspiras en otras ocasiones.

Sueños, amor y amistad. Tres puntos básicos para haber creado una novela bonita, enternecedora y estupenda.

Muy recomendable.