Libro 4 de la Serie Outlander
Mientras Brianna Fraser Randall está a punto de ver realizados sus deseos en compañía de su amado Roger, la vida de sus padres, Jamie Fraser y Claire Randall, continúa en pleno siglo XVIII. Tras su huida de Escocia y su llegada al Caribe, Jamie y Claire deciden embarcarse rumbo a las colonias americanas en busca de una nueva vida. En su ansia de libertad, se dirigen hacia las montañas de Carolina del Norte, el único refugio seguro para alquien que procede de las Tierras Altas escocesas.
Allí, finalmente, y a pesar de los riesgos que suponen los animales salvajes, los indios y el fantasma de la hambruna, los Fraser consiguen establecer un precario sistema de vida con la esperanza de que la inminente Revolución Americana no les alcance. Pero, como el paso de la Historia es inexorable y el peligro se cierne sobre la atribulada pareja, Brianna decide viajar al pasado, no sólo para reencontrarse con la madre que ha perdido y con el padre que no conoció, sino para salvar a ambos de un futuro que sólo ella es capaz de percibir.
Nueva entrega de esta fascinante historia entre un escocés de las Tierras Altas y una mujer del tiempo actual que viaja al pasado.
Como no podía ser menos que las anteriores aventuras de esta pareja sin igual, aquí continúan las vicisitudes de Jamie y Claire mientras intentan buscar una vida más tranquila en Carolina del Norte. Han viajado desde Escocia al Caribe y ahora buscan un asentamiento definitivo, lejos de la guerra y el desorden. Pero habrán de luchar contra los elementos que se ponen en su contra: los indios, los animales salvajes y el hambre espantosa que asola todo el territorio americano.
Con franqueza, esta autora me sorprende cada vez más. Fijaros que nos está contando la vida de una persona de nuestra época que va hacia atrás en el tiempo, y sin embargo que se acopla a esa vida, a esas circunstancias, que no trata de utilizar los conocimientos que tiene del futuro salvo cuando es imprescindible. ¿Cuántos de nosotros, viendo alguna película de argumento parecido no hemos pensado que, de haber estado en esa posición, habríamos usado todo lo que conocemos para cambiar el destino? Da un poco de miedo, sí, por eso de que cualquier cosa que se modifique en el pasado repercute en el futuro, pero creo que es humano.
Claire, no. Ella conoce cómo se van a desarrollar los hechos, ha leído la Historia, sabe que la Revolución Americana se acerca y que ella no puede hacer nada pro impedirlo. Sólo intenta amoldar su vida para poder salir indemne de la guerra.
El personaje de Jamie es tan perfecto como en las anteriores entregas y eso que sigue sin gustarme que sea más joven que Claire. Pero es que este highlander se hace querer desde el primer libro y le vas viendo crecer poco a poco, ser más sensato, más hombre.
De nuevo vamos a tener aquí a Brianna, la hija de ambos, que pone el punto de conexión entre un mundo y otro, entre un tiempo pasado y presente. Una mujer enamorada de Roger y que, sin embargo, se arriesga a viajar en el tiempo para salvar a sus padres de lo que puede ser una catástrofe.
Brianna da un nuevo sentido a la historia, se convierte en un personaje más intentos e importante y arrebata protagonismo a Claire y a Jamie. En esta novela, conocemos mejor la relación de Brianna con el hombre al que ama, Roger. Decidida como es, cuando se entera de que sus padres van a morir en un incendio, no duda en viajar al pasado para advertirle del peligro. No cabe que es hija de su madre y lo demuestra.
Roger, sosegado como es, tampoco duda en seguir a una Brianna impetuosa.
Hasta cierto punto es normal que en esta entrega la autora se centre más en los personajes de Roger y Brianna, siempre que quiera continuar con la historia. Va cambiando el tercio, va arrastrándonos hacia ellos porque son los que pueden dar juego más adelante.
La pregunta del millón es... ¿resultarán tan estupendos los libros que sigan?
Teresa
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