Después de un horrible desengaño amoroso, Lydia decide dedicar todos sus esfuerzos en gestionar el trabajo de su padre, un famoso egiptólogo, y en defender su honor, pues se le acusa de haber enviado algunas falsificaciones desde Egipto.
James Durham, el frívolo vizconde de Sanburne, ha recibido una de esas piezas y está convencido de que ella lo sabía de antemano. Gracias a James, Lydia se entera de que se ha urdido un complot para arruinar a su familia, pero ella no necesita la ayuda de uno de los hombres más deseados de Londres, y, desde luego, no tiene ningún interés en que él la conquiste.
El guapo vizconde le sorprenderá y Lydia se verá envuelta en un peligroso juego de seducción en el que aprenderá que el mayor peligro se halla en las secretas motivaciones que Sanburne guarda en su corazón.
Lydia es la mayor de las tres hijas de un egiptólogo. El padre se ha pasado la vida entre excavaciones, lejos de ellas debido a la pasión que tiene por su trabajo. Y está a punto de hacer un enorme descubrimiento pero necesita dinero para financiarlo. Lidia desea que su padre haga realidad su sueño y lo ayuda todo cuanto puede.
Todo se viene abajo cuando James Dirham, heredero de Moreland, aparece con una estela egipcia que ella identifica rápidamente como falsa. Lo que es más grave, al parecer esa falsificación ha sido enviada por su padre. El problema ahora es que todos pueden pensar que el egiptólogo es un farsante y que trafica con género inadecuado estafando a la gente.
James es un protagonista que engancha. En realidad, que la estela sea falsa o auténtica le importa muy poco, no tiene otro propósito que dar a conocer que el egiptólogo es un farsante. No cuenta, claro, con sentirse atraído por la hija de ese hombre. Por eso hace un pacto con ella: su silencio a cambio de un beso.
El acuerdo, lejos de darle tranquilidad, le mete de lleno en la boca del lobo, porque a partir de aquí surgen los fuegos artificiales y él desea más.
La historia nos hace internarnos en el misterio de la estela falsa, de dónde ha salido, quién está detrás de todo el jaleo, quién trata de hundir el hombre del padre de Lidia, por qué lo hace…
No es simplemente una novela de romance y aventura, sino que nos deja conocer a unos personajes valiente pero con una vida familiar repleta de sufrimiento, y el modo en que intentan superar su falta de afectividad.
James es guapo, un encanto de hombre, y tiene todo lo que se puede desear, pero no es feliz, a veces se emborracha, tiene momentos bajos, resulta incluso auto destructivo, busca peleas por el simple hecho de pelear, de tener un rival que le castigue, como si quisiera a través de los golpes de enmendar su vida. Todo lo que hace es como venganza a su padre. Para resarcirse del dolor de su hermana, retenida en un psiquiátrico como si fuera una criminal. Sin embargo, se nos hace fascinante, irónico y tan atrevido que nos encanta.
La personalidad de la protagonista femenina no es tampoco sencilla. Tiene un cierto recelo hacia su hermana por haberla robado a su primer pretendiente casándose con él. La tensión hace acto de presencia pero no tiene más remedio que soportar el malestar por el bien de la más pequeña.
Voto por la tensión sexual que he encontrado en esta novela. Porque me he divertido con algunas escenas, por los diálogos repletos de inteligencia.
Resumiendo lo que pienso de este libro: entretenido, bien ambientado, personajes creíbles, escenas bien narradas y un romance muy bonito.
Linnea
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