Abby es una mujer independiente. Venida de una familia de alta sociedad y de un matrimonio que intentó acallar su voz, dio los pasos suficientes para recuperar su libertad y cumplir su sueño: Ser reportera y alzar la voz cuando encuentre motivos por hacerlo. Es por esa razón que se ve obligada a salir de Boston, además de recibir una
sorpresa. Me ha encantado conocerla. Cabezona, de lengua viperina, valiente, astuta, de mente truculenta no va a dudar en plantar cara y hacer cualquier cosa con tal de salir bien parada, aunque ese hombre la vuelva loca... si él.
Ken ha sufrido un duro golpe, la peor pesadilla que puede soportar un hombre. Con una promesa en mente su vida da un giro para cumplirla. Hombre valiente, rápido con la pistola, directo, se podría decir que frío, apasionado, un hombre de honor que tiene varias sorpresas por mostrar. Y una vez que entrega el corazón, lo entrega a lo grande.
La realidad es que tenemos un elenco secundario que aunque acompaña en momentos puntuales a nuestros protagonistas se podría dividir en dos tipos. Esos forajidos que han de expiar. sus pecados. Por otro lado hay ciertos comanches que tienen mucho que decir y que lo digo en serio, lo he pasado a lo grande con ellos.
El argumento, pese a que podríamos pensar en que solo se enfoca en una venganza, más bien tenemos el claro viaje de dos antagonistas. No se soportan, pero aquí se aplica eso de: Los que se pelean se desean. Es innegable la gran química que tienen los personajes que está almibarada por esas pullas que se van lanzando, a pesar de la mutua aunque muda admiración que siente el uno por la otra. Ella admira no solo al hombre sexy que tiene a su lado, sino su visión, esa forma de tener todo bajo control en un viaje por demás peligroso. El reconoce a su igual en una mujer que no teme plantarle cara, que no se asusta ante el peligro, todo lo contario, se las apaña para estar a la altura de las circunstancia.
Debo decir que LA VENGANZA DE MALORY ha sido una obra en la que lo he pasado a lo
grande. Dos almas que de inicio no se soportan, o más bien, deciden mostrar clara animadversión con tal de negar esa química, ese sentimiento que van despertando. Un viaje que les hará irse conociendo, admirando de forma mutua hasta reconocer a la mitad perfecta para el otro. Una pareja que es perfecta el uno para la otra. Y es que ella es capaz de ingeniarse para dar el tiempo justo y que tomen el control de la situación. Las pullas entre ellos te harán reír a carcajadas. El romance no lleva prisa, pero tampoco pausa, lo vas disfrutando. El último giro que hasta te puedes esperar, te sorprende ante la mente astuta de nuestros protagonistas. Es innegable decir que no lo ha disfrutado, es que lo he pasado a lo grande, sintiendo que me quedé corta solo por continuar sonriendo y riendo con estos dos.
Nieves Hidalgo., no por algo es de esas voces de la romántica ibérica, y lo digo en serio, es un gran placer leerla, sabiendo desde el primer minuto que tu apuesta es un gran sí y que no te va a defraudar ¡Feliz lectura!
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