De nuevo inmersa en aquel Madrid de los Austrias, Nuria Llop nos narra una nueva aventura que hace las delicias de las lectoras. Con un personaje masculino atormentado, falsamente acusado del asesinato de su hermano y perseguido por un alguacil repelente y una justicia que solo ve lo que le interesa.
Julián se verá envuelto en un lío del que no ve la forma de salir. Quiere averiguar quién asesinó a su hermano, quién intenta endilgarle el crimen, pero tiene las manos atadas. Sin embargo, cuenta con la amistad de Álvaro y Luisa, los protagonistas de la novela anterior que, sin temor a las represalias, lo ayudan desde un principio, sabiéndole inocente. Es un héroe “10”, del que te enamoras nada más aparecer en escena. Un artista de las joyas. Un hombre que desconoce el secreto de su familia y al que una loca maravillosa le arrastra a un sinfín de situaciones de lo más divertido.
Catalina Velasco no es una mujer de su tiempo, va más allá. Las normas sociales no existen para ella, se enfrenta a todos y a todos, es leal con sus amigos y arriesga incluso su integridad por una causa justa. Y esa causa es Julián.
Me he reído con ganas con algunas de las escenas, puro gozo, donde varios personajes se entremezclan organizando un follón de los que hacen época. Me ha entusiasmado la ambientación, siempre cuidada. Y me he divertido de lo lindo con las salidas de Catalina, que lo mismo lanza un cuchillo que decide seducir a Julián a través de un personaje que ella misma inventa.
Ha sido un placer volver a ver a Álvaro y Luisa en acción. Y el resto de secundarios, desde el criado a la hermana de la protagonista o la madre, puro deleite.
No os perdáis esta trilogía, porque merece la pena.
Nieves
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