Desde Amante Oscuro hemos ido conociendo a Butch O’Neal, quien, hastiado de las injusticias y sinsabores de su trabajo, dejó atrás su vida anterior como policía de homicidios en Caldwell, Nueva York. Se unió a la Hermandad de la daga negra.
Como ellos, es un luchador nato. Es, en cierto modo, un miembro más de la Hermandad, al menos de corazón. Entre los vampiros guerreros ha encontrado una familia y un lugar en el que por primera vez siente que pertenece.
Sin embargo, sigue sintiéndose diferente a todos. Se encuentra a la deriva entre dos mundos: ya no es un policía, pero tampoco es plenamente un guerrero. Es un hombre que vive rodeado de vampiros, sin llegar a ser realmente uno de ellos.
Por otro lado su obsesión por Marissa, de quien está enamorado prácticamente desde el primer momento que la vio, no parece llegar a buen puerto. La hermosa vampira lleva evitándole meses y su desesperación por saber de ella es cada día más dura y difícil de soportar.
Rechazado por su familia que lo culpó de la muerte de su hermana, cuando apenas era un niño, ha tratado de luchar contra las injusticias y la depravación que inundan a la sociedad, convirtiéndose en un policía. Sin embargo, una vez más siente que ha fallado. Algo falta en su vida…algo que logre hacerle sentir completo.
Marissa es una vampira. Es una integrante de la glymera, que es como se conoce a la aristocracia de la sociedad de los vampiros. A los ojos de sus semejantes es una vampira digamos que “defectuosa“. Tras trescientos años siendo la escogida para proveer de sangre al rey de los vampiros, Wrath, y que éste no sólo se casara con Beth, sino que además jamás mostró interés en ella, unido al hecho de que sigue siendo virgen, la proclaman ante todos como una vampira diferente. Algo malo deber tener para que haya sido así, ¿no?
La sociedad vampira está dividida en varios estratos. La glymera lo forman las familias de sangre más pura, una de ellas es la de Marissa. El rechazo ante sus semejantes y la vida excesivamente protegida y sometida a rígidas normas, la han convertido en una mujer débil de carácter y frágil para todos.
Una vampira que no sabe cómo hacerse respetar ni mostrar su lugar en la sociedad. Tampoco sabe como ganarse el respeto de nadie ni atraer a Butch del que está secretamente enamorada. Pero sabe que Havers, su hermano, y toda la sociedad vampiro, jamás lo aceptarán como su compañero, ya que es un simple humano aunque viva con la Hermandad.
Una poderosa atracción ha estado siempre latente entre el ex-policía y la vampira “mancillada”, una pasión dormida que sólo espera el momento de despertar. Pero es posible forjar un vínculo entre un hombre humano y normal y la descendiente de una de las familias más encumbradas en la aristocracia vampiro?.
Tratando de proteger a un civil vampiro, Butch es hecho prisionero y torturado por los lessers, los enemigos de los vampiros. Rápidamente la Hermandad da con él y lo rescata, aunque no pueden evitar que éste haya sido cruelmente torturado e incluso contaminado por la mística figura que representa el mal: Omega, creador de los restrictores.
Como resultado de esta experiencia, y tras sobrevivir ante lo que se preveía una muerte segura, un extraño lazo se ha formado entre Butch y los restrictores. Una comunicación se establece entre ellos. Hasta el punto que el ex-policía teme estar convirtiéndose en uno de ellos.
Sin embargo, un hecho revelador muestra la naturaleza secreta de Butch, que se convierte en un arma muy importante dentro de las filas de la Hermandad: una pieza fundamental en la terrorífica guerra entre restrictores y vampiros.
Simultáneamente a que este secreto comienza a revelarse a ojos de la Hermandad, Butch trata de hallar un modo, al precio que sea, de convertir a Marissa en su mujer y en su compañera.
En Amante confeso, J.R. Ward vuelve a sumergirnos en el mundo de la Hermandad de la daga negra. El primer pensamiento que he tenido al acabar este libro es que la autora tiene perfectamente engranado la sucesión de libros y la evolución de los diferentes personajes. Nada está dejado al azar. Cada detalle está minuciosamente calculado, de modo que la trama es sólida, coherente y, como siempre, espectacularmente cautivadora.
En esta novela nos encontramos con dos personajes que, en el fondo, tienen algo en común: los dos se sienten inferiores ante el resto del mundo. Butch es un hombre cruelmente rechazado por los suyos, atormentado por la culpa y desesperado por encontrar su lugar en el mundo. Desde que sus ojos se cruzan con los de Marissa, siente la imperiosa necesidad de buscarla, tocarla, acariciarla, unirla a él del modo permanente que el resto de guerreros han hecho con sus shellan (término utilizado para designar a la vampira o mujer unida a un vampiro).
Marissa está cansada de ser señalada y cargar con el estigma de haber sido rechazada por el mismísimo Wrath, el rey de los vampiros. Pese a que para protegerla, él difundió la versión de que ella fue quien lo rechazó, nadie cree en ésta. Es más fácil asumir que ella no es digna de él. Nadie entiende que, simplemente, Wrath se enamoró de Beth.
Marissa sabe que su relación con Butch no tiene futuro, y cuando las cosas parecen estabilizarse entre ellos, un sorprendente descubrimiento hace tambalear los cimientos de ese relación. Algo tan trascendental que puede destruir la posibilidad de un futuro para ellos.
En Amante confeso al margen de la relación de amor entre Butch y Marissa, nos encontramos con la evolución del resto de guerreros. A diferencia de otros libros, el papel de alguno de ellos es fundamental en la trama. Es el caso de Warth y Vishous.
Además podemos atisbar la evolución de la relación entre Zsadist y Bella, y como John afronta la tragedia que sucediera en el anterior libro. Poco a poco vamos viendo cómo va madurando.
El personaje de Vishous adquiere especial relevancia en esta novela, por dos motivos. Primero, por el estrecho vínculo que se ha forjado entre Butch y él, y segundo porque se nos desvelan algunos secretos sobre su vida, su maldición y la angustiosa situación en que se encuentra.
Leer un libro de J. R. Ward consigue trasladarte a ese mundo oscuro y tenebroso, creado por la autora, donde descubres una visión espectacular y escalofriante sobre el mundo de los vampiros.
Tal vez los protagonistas de esta novela no posean la misma fuerza que los anteriores, sobre todo Marissa que en gran parte del libro se nos muestra temerosa y débil. Sin embargo, poco a poco asistimos a su transformación. Eso, unido a que Butch se convierte en un pilar importantísimo dentro de la Hermandad, han logrado que J.R Ward nuevamente me haya encandilado con su novela.
Lo mejor del libro que ha logrado sumergirme nuevamente en ese mundo tenebroso, erótico y adictivo de la Hermandad desde la primera a la última página. Lo peor… la espera para leer Amante desatado, el libro de Vishous, un vampiro que creo que nos sorprenderá… y mucho.
Como ellos, es un luchador nato. Es, en cierto modo, un miembro más de la Hermandad, al menos de corazón. Entre los vampiros guerreros ha encontrado una familia y un lugar en el que por primera vez siente que pertenece.
Sin embargo, sigue sintiéndose diferente a todos. Se encuentra a la deriva entre dos mundos: ya no es un policía, pero tampoco es plenamente un guerrero. Es un hombre que vive rodeado de vampiros, sin llegar a ser realmente uno de ellos.
Por otro lado su obsesión por Marissa, de quien está enamorado prácticamente desde el primer momento que la vio, no parece llegar a buen puerto. La hermosa vampira lleva evitándole meses y su desesperación por saber de ella es cada día más dura y difícil de soportar.
Rechazado por su familia que lo culpó de la muerte de su hermana, cuando apenas era un niño, ha tratado de luchar contra las injusticias y la depravación que inundan a la sociedad, convirtiéndose en un policía. Sin embargo, una vez más siente que ha fallado. Algo falta en su vida…algo que logre hacerle sentir completo.
Marissa es una vampira. Es una integrante de la glymera, que es como se conoce a la aristocracia de la sociedad de los vampiros. A los ojos de sus semejantes es una vampira digamos que “defectuosa“. Tras trescientos años siendo la escogida para proveer de sangre al rey de los vampiros, Wrath, y que éste no sólo se casara con Beth, sino que además jamás mostró interés en ella, unido al hecho de que sigue siendo virgen, la proclaman ante todos como una vampira diferente. Algo malo deber tener para que haya sido así, ¿no?
La sociedad vampira está dividida en varios estratos. La glymera lo forman las familias de sangre más pura, una de ellas es la de Marissa. El rechazo ante sus semejantes y la vida excesivamente protegida y sometida a rígidas normas, la han convertido en una mujer débil de carácter y frágil para todos.
Una vampira que no sabe cómo hacerse respetar ni mostrar su lugar en la sociedad. Tampoco sabe como ganarse el respeto de nadie ni atraer a Butch del que está secretamente enamorada. Pero sabe que Havers, su hermano, y toda la sociedad vampiro, jamás lo aceptarán como su compañero, ya que es un simple humano aunque viva con la Hermandad.
Una poderosa atracción ha estado siempre latente entre el ex-policía y la vampira “mancillada”, una pasión dormida que sólo espera el momento de despertar. Pero es posible forjar un vínculo entre un hombre humano y normal y la descendiente de una de las familias más encumbradas en la aristocracia vampiro?.
Tratando de proteger a un civil vampiro, Butch es hecho prisionero y torturado por los lessers, los enemigos de los vampiros. Rápidamente la Hermandad da con él y lo rescata, aunque no pueden evitar que éste haya sido cruelmente torturado e incluso contaminado por la mística figura que representa el mal: Omega, creador de los restrictores.
Como resultado de esta experiencia, y tras sobrevivir ante lo que se preveía una muerte segura, un extraño lazo se ha formado entre Butch y los restrictores. Una comunicación se establece entre ellos. Hasta el punto que el ex-policía teme estar convirtiéndose en uno de ellos.
Sin embargo, un hecho revelador muestra la naturaleza secreta de Butch, que se convierte en un arma muy importante dentro de las filas de la Hermandad: una pieza fundamental en la terrorífica guerra entre restrictores y vampiros.
Simultáneamente a que este secreto comienza a revelarse a ojos de la Hermandad, Butch trata de hallar un modo, al precio que sea, de convertir a Marissa en su mujer y en su compañera.
En Amante confeso, J.R. Ward vuelve a sumergirnos en el mundo de la Hermandad de la daga negra. El primer pensamiento que he tenido al acabar este libro es que la autora tiene perfectamente engranado la sucesión de libros y la evolución de los diferentes personajes. Nada está dejado al azar. Cada detalle está minuciosamente calculado, de modo que la trama es sólida, coherente y, como siempre, espectacularmente cautivadora.
En esta novela nos encontramos con dos personajes que, en el fondo, tienen algo en común: los dos se sienten inferiores ante el resto del mundo. Butch es un hombre cruelmente rechazado por los suyos, atormentado por la culpa y desesperado por encontrar su lugar en el mundo. Desde que sus ojos se cruzan con los de Marissa, siente la imperiosa necesidad de buscarla, tocarla, acariciarla, unirla a él del modo permanente que el resto de guerreros han hecho con sus shellan (término utilizado para designar a la vampira o mujer unida a un vampiro).
Marissa está cansada de ser señalada y cargar con el estigma de haber sido rechazada por el mismísimo Wrath, el rey de los vampiros. Pese a que para protegerla, él difundió la versión de que ella fue quien lo rechazó, nadie cree en ésta. Es más fácil asumir que ella no es digna de él. Nadie entiende que, simplemente, Wrath se enamoró de Beth.
Marissa sabe que su relación con Butch no tiene futuro, y cuando las cosas parecen estabilizarse entre ellos, un sorprendente descubrimiento hace tambalear los cimientos de ese relación. Algo tan trascendental que puede destruir la posibilidad de un futuro para ellos.
En Amante confeso al margen de la relación de amor entre Butch y Marissa, nos encontramos con la evolución del resto de guerreros. A diferencia de otros libros, el papel de alguno de ellos es fundamental en la trama. Es el caso de Warth y Vishous.
Además podemos atisbar la evolución de la relación entre Zsadist y Bella, y como John afronta la tragedia que sucediera en el anterior libro. Poco a poco vamos viendo cómo va madurando.
El personaje de Vishous adquiere especial relevancia en esta novela, por dos motivos. Primero, por el estrecho vínculo que se ha forjado entre Butch y él, y segundo porque se nos desvelan algunos secretos sobre su vida, su maldición y la angustiosa situación en que se encuentra.
Leer un libro de J. R. Ward consigue trasladarte a ese mundo oscuro y tenebroso, creado por la autora, donde descubres una visión espectacular y escalofriante sobre el mundo de los vampiros.
Tal vez los protagonistas de esta novela no posean la misma fuerza que los anteriores, sobre todo Marissa que en gran parte del libro se nos muestra temerosa y débil. Sin embargo, poco a poco asistimos a su transformación. Eso, unido a que Butch se convierte en un pilar importantísimo dentro de la Hermandad, han logrado que J.R Ward nuevamente me haya encandilado con su novela.
Lo mejor del libro que ha logrado sumergirme nuevamente en ese mundo tenebroso, erótico y adictivo de la Hermandad desde la primera a la última página. Lo peor… la espera para leer Amante desatado, el libro de Vishous, un vampiro que creo que nos sorprenderá… y mucho.
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