La señorita Emma Dove, una joven soltera a punto de cumplir los treinta, es una mujer un tanto atípica para la sociedad londinense de 1893: trabaja como secretaria para el vizconde Harrison Marlowe. Empleo que lleva desempeñando durante cinco años, aunque no por ello deja de ser un escándalo.
Harry está acostumbrado a los escándalos o más bien a tomar decisiones que a ojos de la sociedad y de la misma cámara de los Lores es motivo de agravio y escándalo. Primero fue su divorcio con una americana el que agitó las habladurías, años más tarde fue el hecho de que comprara un periódico, más aún que tuviera la infame de idea de trabajar y se convirtiera en el editor de dicho periódico en el que no deja de publicar, con asiduidad, sus ideas en referencia al matrimonio, error que se ha jurado no volver a cometer; por último fue contratar a una mujer como secretaria.
En la convicción de que la independencia de las mujeres evitaría que muchas se vieran obligadas a casarse -y a arruinar la vida de algunos hombres- Harry cree que es hora de que el llamado sexo débil tengo las mismas oportunidades y condiciones laborales que un hombre. Por ello contrata a la señorita Emmaline Dove, Emma, una joven sensible, seria y de firmes principios, una dama de los pies a la cabeza, que se convierte en la primera secretaria mujer, pese a su inexperiencia. Además, le ofrece un sueldo idéntico al de un hombre.
Pronto, Emma se convierte indispensable para Harry, quien delega en ella cada vez más funciones y responsabilidades, confiándole incluso tareas tan ingratas como escoger los regalos para sus hermanas o los destinados a suavizar a ex-amantes despechadas cuando finiquita una relación.
Pero Emma jamás opone objeción.
Emma fue criada por una tía que le inculcó firmes y rígidos principios morales, lo que la convertido en una joven sencilla, comedida y rigurosa. No obstante bajo la apariencia simple y anodina que ofrece se esconde una mujer de grandes inquietudes: desea publicar un libro en el que enseñar normas de buena conducta.
Trabajando para un importante editor, un hombre para el que se ha convertido en su mano derecha, está convencida de poder demostrar algún día su valía como escritora.
Sin embargo, tras varias negativas por parte de Harry a publicar sus escritos, Emma cree que debe cambiar el enfoque de su trabajo. Convencida de haber dado con el quid de la cuestión, está segura de su éxito. Lamentablemente Harry vuelve a rechazarla, pero esa vez Emma se percata que su jefe no sólo no ha leído su último manuscrito ni ninguno de los anteriores.
Herida y en un momento de debilidad, Emma analiza su propia vida y se siente insatisfecha con ella. Recién cumplidos los treinta, sin familia, sólo cuenta con su trabajo y sus amigas -otras jóvenes condenadas a la soltería como ella- ve que la juventud se le escapa y se da cuenta que desea algo más. Quiere ver su libro publicado.
Dimite de su trabajo y se persona en el Social Gazette, el periódico competidor de Harry, el mismo que desea comprar. El rival del vizconde Marlowe no tiene reparos en contratarla para que escriba una columna semanal donde ofrezca sus consejos y conocimientos. Por primera vez en mucho tiempo, Emma siente que la vida le sonríe.
Pero entonces entra en acción Harry y vuelve a desbaratársela…
Harry no puede concebir que Emma, ¡su eficiente secretaria!, haya sufrido tal pataleta como para irse a la competencia, cuando es evidente que a nadie le interesa en absoluto leer sobre buenas maneras ni le importa un comino cómo organizar un almuerzo. Lo que le parece más inaudito es que desprecie que fue él quien le dio la oportunidad de convertirse en secretaria.
Determinado a recuperar a su secretaria se lanza en una campaña -de acoso y derribo- para convencerla que no estará en ningún lado mejor que trabajando para él.
No obstante, para su sorpresa, la columna de Emma en el periódico de la competencia es un éxito y, una vez empieza a tratarla lejos del despacho, ve por primera en ella aspectos en los que no había reparado durante cinco años. Bajo esa apariencia seria y formal, descubre una mujer atractiva y con sentido del humor, lo que le sorprende aún más y acabo por tomar una drástica pero efectiva decisión.
Aunque al principio se siente desconcertada ante la tozudez de Harry y los límites a los que está dispuesto a llegar, Emma se siente capaz de resistir la absurda tentación de volver a trabajar para él, sin embargo el vizconde está decidido a cualquier cosa con tal de conseguir sus objetivos, pero en el proceso la relación entre Harry y Emma cambia vertiginosamente…
Y entonces él la besó es la primera de las novelas que componen la saga de las Solteronas, de Laura Lee Guhrke. Es una novela ágil de leer y muy amena, que narra una historia repleta de sensibilidad y emociones.
Si bien los primeros capítulos me parecieron un poco lentos, la novela gana fluidez rápidamente, al menos es la sensación que me da, envolviéndote en una trama sencilla, sin complicaciones ni demasiadas pretensiones, pero repleta de sensibilidad y romanticismo.
Los protagonistas están muy bien perfilados. En el caso de Emma, que va cambiando según avanza la novela, la evolución es muy coherente y creíble. De hecho, tampoco se trata de una transformación asombrosa, eso es algo que me gusta mucho de esta autora, sino que va mostrando otras facetas de su personalidad que tenía escondidas, casi anquilosadas bajo la rigidez con que fue criada. De tal modo que fue ocultando una parte de sí misma que no deja ver hasta que siente la necesidad de rebelarse, de vivir y ser ella misma. Y también gracias a la presencia de Harry que la ayuda a aceptar esa parte de sí misma que no sabe cómo mostrar.
El personaje de Harry es el de un vizconde un tanto atípico, trabaja y además disfruta haciéndolo, y es un hombre que impone sus escandalosas ideas a la sociedad y las expone en la mismísima Cámara de los Lores.
Por el contrario, pese a haber pasado por un trago amargo como fue su divorcio, algo que lo ha marcado profundamente hasta el punto que ha jurado no volver a casarse, estamos ante un personaje que no vive ni se comparta como un amargado. Vive rodeado de mujeres: sus tres hermanas, su madre y su abuela, y trata de imponer un punto de vista masculino entra tantas mujeres.
La relación entre Harry y Emma me parece preciosa por la evolución que describe. Los cambios que se van produciendo son paulatinos, casi parejos al despertar de Emma a muchos aspectos de la vida de los que había renegado. Sin embargo, eso no implica que la relación esté libre de problemas.
Laura Lee Guhrke se ha convertido en una de mis escritoras preferidas. Hasta la fecha todas las novelas que he leído me han gustado. Me encanta el estilo de sus tramas, la originalidad con que las dota a pesar de tratar temas archiconocidos, así como la sensibilidad y dulzura que esgrime en sus historias de amor.
Y entonces él la besó me parece una novela preciosa que las fans de esta autora creo que no se deberían perder.
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