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viernes, 17 de abril de 2009

Arde el cielo de Lynn Viehl

Alexandra Keller es una conocida cirujana reconstructiva de Chicago. Repentinamente su vida sufre un vuelco con la aparición de un misterioso hombre que desea ser su paciente. Él es Michael Cyprien, un hombre que tiene el rostro completamente desfigurado. Es además, aunque esto ella en principio no lo sabe, un Darkyn, en otras palabras lo que se conoce como un vampiro.

Tras negarse por enésima vez a realizarle la operación, el vampiro reacciona de un modo tajante: la secuestra. Así de la noche a la mañana, Alex se encuentra en Luisana, concretamente en Le Fontaine, la antigua y ancestral mansión de Cyprien, quien desnuda no sólo su rostro destrozado y desfigurado ante ella, sino parte de su vida, confesándole que es un ser inmortal, un Darkyn.
Bajo presión, Alex realiza clandestinamente la operación reconstructiva, cuyo resultado es espectacular: no sólo el resultado es brillante, sino que gracias a la veloz capacidad de recuperación y curación por parte del vampiro, en cuestión de horas recupera su antiguo aspecto.
Alex se encuentra ante un hombre misterioso, oscuro, solitario e increíblemente atractivo, que apenas despierta en la mesa de operaciones se abalanza sobre ella, y la muerde para beber su sangre.

Para poder someterse a la operación, Michael debe entrar en un estado de trance, al cual llega después de una privación prolongada de sangre. Una vez restaurado su aspecto debe saciar esa carencia y, ¿quién mejor que Alex, la atractiva doctora que le ha operado?. Alex es una mujer joven, vital, entusiasta, cuya piel dorada y profundos ojos marrones afectan a Michael de un modo electrizante. Tanto es así, que al tomar su sangre pierde el control y se sumerge en lo que los Darkyn llaman estado de arrobamiento o éxtasis, hasta el punto que casi acaba con la vida de Alex.

Tras más de setecientos años como ser inmortal, después de su muerte humana, Michael descubre un milagro: Alex sobrevive a su ataque, lo que supone una esperanza para su gente. Los Darkyn han sido incapaces de transformar a mujeres humanas a lo largo de su longeva existencia. Las únicas mujeres Darkyn son las pocas que tras la muerte alcanzaron la inmortalidad.
Así, Alex se convierte en la sygkenis de Michael: su creación, sangre de su sangre, su mujer. Para Michael Cyprien esto está muy claro, para Alex no tanto.

Alex cree que Michael no es más que un lunático. No cree ni una sola de sus palabras. Regresa a su vida habitual en Chicago, haciéndole creer que no desvelará su secreto. Poco a poco comienza a vislumbrar sorprendentes cambios en su cuerpo. Michael, que pese a su promesa de dejarla ir, está pendiente de su evolución, le explica la causa de estos cambios: ella también es ahora una Darkyn y la insta a beber sangre.

Los enemigos más acérrimos de los Darkyn son los Brethren, una orden secreta, perteneciente a la iglesia que los que perseguido y aniquilado cruelmente durante siglos. Ellos son los mismos que desfiguraron a Michael.
Michael logra que Alex regrese a su lado, pero ésta, furiosa con él por haberla transformado, continua en su lucha por evitar su completa transformación antes de que ésta sea irreversible. Si bien para los propios Darkyn, lo suyo es una maldición, para Alex no es más que una enfermedad a la que trata de vencer.
Empujada por las circunstancias comienza una convivencia entre ella y Michael, así como con su increíble entorno, donde descubre facetas nuevas de él y del resto de los Darkyn.

Arde el cielo es el primer libro de la saga de los Darkyn. Es una novela escalofriante, cuya ambientación paranormal es oscura y muy atractiva.
Los personajes principales, Alex y Michael, son una pareja explosiva. Sus puntos de vista, totalmente opuestos respecto a la naturaleza de los Darkyn, da pie a enfrentamiento tras enfrentamiento entre ambos.
Michael es un artista, un pintor, pero fue un guerrero en su vida mortal, y no sabe habituarse a muchos de los cambios del mundo moderno. Para él, Alex es su posesión, su compañera, la mujer que debe obedecer y acatar sus designios, cual señor feudal. Pero la doctora está muy dispuesta a discutir esas diferencias con él. Mientras la atracción entre ambos se va estrechando hasta alcanzar su punto más álgido.

Los secundarios están también muy bien perfilados. A destacar el personaje de John Keller, el hermano sacerdote de Alex. Un hombre que es arrastrado bajo las filas de los Brethren, un hombre cuya inquebrantable fe sufre un vuelco repentino, pero que en la búsqueda de su hermana desaparecida, con la que tiene una relación difícil, se ve empujado a una espiral oscura y tenebrosa.
A destacar también el personaje de Thierry, cuya historia es la próxima en la saga y el personaje de Lucan, el protagonista del siguiente y otro Darkyn, totalmente enfrentado a Michael. De hecho tras la batalla con los Brethren que le costó el rostro a Michael, esperaba ocupar su lugar en las filas de los Darkyn. La relación entre ellos es conflictiva, está llena de odios y envidias.

Arde el cielo es un libro muy intenso que me ha enganchado a sus páginas de principio a fin. Nos presenta una trama muy atractiva, repleta de intrigas, mitos, leyendas…todas ellas en torno a la oscura figura de los Darkyn. Como aspecto negativo de la novela destacar que la relación romántica queda un poco en segundo término, se va desarrollando a consecuencia de las interrelaciones entre los Darkyn y conflictos entre vampiros y humanos. Sin embargo, pese a ello, es un libro que recomiendo mucho si te gusta la novela romántica paranormal.

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