Lady Alexandra Marshall es una mujer un tanto atípica para su época, no sólo tiene una carrera, sino que ocupa un cargo sólo para hombres: es arqueóloga en el Museo Británico. Desde hace diez años su vida se ha centrado en su trabajo en el museo, lo que se ha convertido en una válvula de escape que le impide recordar el pasado y desenterrar el recuerdo de su marido, el único hombre que ha amado.
Sir Christopher Donally ha dejado atrás su pasado como oficial irlandés y se ha labrado una vida como empresario, codeándose con la misma sociedad que un día lo miró por encima del hombro y que nunca, a pesar de sus éxitos, lo aceptará como a un igual.
El negocio de su familia está empezando a despegar y para ello persigue le concedan diferentes proyectos del gobierno que le reportarían fama y dinero.
Tras diez años de separación y un doloroso pasado que ambos han intentado olvidar, Alexandra y Christopher se reencuentran cuando él es nombrado nuevo miembro de la junta del museo. Al instante, lo que un día los unió parece volver a la vida. Pero ni uno ni otro son los mismos jóvenes que un día se juraron amor eterno, ambos cargan con el dolor y las cicatrices que su breve matrimonio les dejó.
Cuando Alexandra descubre que se están cometiendo robos en el Museo Británico y que ella puede ser acusada de negligencia o ladrona, y viendo que su puesto está en peligro, decide investigar por su cuenta a pesar que el director le ordena que no lo haga. La única persona que cree puede ayudarla en sus investigaciones es Christopher.
Christopher no desea mantener ningún contacto con Alexandra, pero es incapaz de negarle su ayuda, menos cuando se da cuenta que la joven con puede recurrir a nadie más que él y que en caso de no ayudarla, ésta podría acabar muy mal parada. De modo que dejando de lado lo que un día los unió, acepta colaborar con ella a cambio de que sea la patrocinadora de Brianna Donally, la hermana menor de Christopher, que está a punto de ser presentada en sociedad.
Mientras ambos tratan de descubrir la identidad del ladrón, una nueva relación comienza a nacer entre ambos, a pesar de que Christopher está próximo a comprometerse con otra mujer y ni los Donally ni el padre de Alexandra ven con buenos ojos la posibilidad de una reconciliación.
Tanto Christopher como Alexandra se percatan que no son tan indiferentes el uno al otro como pretenden y que aquellos sentimientos que creía olvidados resurgen con más fuerza que diez años atrás.
Donde el corazón duerme es ante todo la historia de una segunda oportunidad. La verdad es que al principio la novela me recordó bastante a otra de Judith Mcnaught, pero según avanza la trama, se queda en eso, en un mero parecido. Por otra parte, después de leer que Melody Thomas confiesa que empezó a escribir novelas inspirándose en autoras como Kathleen Woodiwiss y Judith Mcnaught, no me ha sorprendido esa similitud.
Donde el corazón duerme me ha parecido una historia muy emotiva, bien desarrollada y ambientada. Aunque como digo, inicialmente me ha recordado un poco a otra novela, creo que es muy original en sí misma, ya que se aleja bastante de las novelas de La Regencia a las que estamos acostumbradas.
Uno de los aspectos que más me han atrapado es el hecho de que Alexandra y Christopher tuvieran un pasado en común. Confieso que es algo que me gusta mucho encontrar en una novela romántica, ya que la relación no parte de cero sino que muestra como se redescubren y vuelven a enamorarse.
Otro aspecto que me ha atrapado ha sido el origen de Christopher. De raíces irlandesas y origen humilde, es un hombre que se ha hecho a sí mismo y que ha superado grandes obstáculos para auparse en una sociedad que le desprecia por su nacimiento, y que ha lo grado recuperarse de una grave herida sufrida diez años atrás.
Por su parte Alexandra se nos presenta inicialmente como una mujer que ha convertido su trabajo en el eje de su existencia. Después de amar y acabar sola y con el corazón destrozado, se concentró en estudiar y valerse por sí misma, aunque por herencia es inmensamente rica.
Pese a lo inusual de su decisión, por tratarse de una aristócrata, su padre accede. Sin embargo, enseguida es evidente para el lector que el padre de la joven es un hombre posesivo y egoísta que no ha dudado jamás en manipular los hechos a su conveniencia, valiéndose de su posición social.
Alexandra vive reprimida bajo el yugo de su padre y no es hasta su reencuentro con Christopher que encuentra el valor de enfrentarse a la tiranía paterna.
La relación entre Alexandra y Christopher es muy sensual, tal como queda patente en varias escenas entre la pareja. La atracción entre ambos no tarda en renacer. Pero si bien Alexandra reconoce rápidamente que sigue enamorada de su ex-marido, a él le cuesta más admitir lo que siente y no verlo como una debilidad por su parte, y busca sólo una relación basada en el sexo.
Aparte de la ceguera de los mismos protagonistas, éstos se enfrentan a un ladrón que trata de desprestigiar a Alexandra y al rechazo de sus familias y la sociedad, que no aceptaría de buen grado una relación entre ambos jóvenes.
El que nos aleje de los bailes de salón y nos adentre en una red de intrigas hacen de ésta una novela un tanto diferente. La diferencia de clases es un punto muy importante en la trama. Es esa diferencia el mayor escollo a superar por parte de ambos, sobre todo de Christopher que no cree capaz a Alexandra de abandonar su vida de privilegios. Algo que no tarda en demostrar, lo que da pie a escenas bastante divertidas cuando ésta empieza a valerse por sí misma.
En general, aunque la novela aborda temas dramáticos como es el amor truncado de los protagonistas y las desgracias que los separaron, también tiene su parte divertida, sobre todo de la mano de los hermanos Donally. Bulliciosos, gritones y extrovertidos dan pie a escenas ocurrentes y que garantizan unas risas, ya que tratan a Alexandra irónicamente, como si perteneciera a la realeza.
A destacar sobre todo a Brianna y Ryan Donally, protagonistas de las próximas novelas, que ya comienzan a ser perfilados en ésta.
Donde el corazón duerme me ha parecido una novela que cuenta con elementos suficientes para atraer a las lectoras de historias ambientadas en La Regencia, ya que rompe bastantes estereotipos pero sigue conservando el encanto del s. XIX con nuevos escenarios. Cuenta además con unos protagonistas atractivos, que arrastran un bagaje emocional importante que queda reflejado en la intensidad de algunas escenas, una narración ágil y cuidada, y un plantel de personajes secundarios que captan la atención de las lectoras.
En definitiva, Donde el corazón duerme de Melody Thomas es una novela que me ha sorprendido muy gratamente, con una historia de amor emotiva y profunda y con una ambientación diferente, original y muy cuidada.
Sir Christopher Donally ha dejado atrás su pasado como oficial irlandés y se ha labrado una vida como empresario, codeándose con la misma sociedad que un día lo miró por encima del hombro y que nunca, a pesar de sus éxitos, lo aceptará como a un igual.
El negocio de su familia está empezando a despegar y para ello persigue le concedan diferentes proyectos del gobierno que le reportarían fama y dinero.
Tras diez años de separación y un doloroso pasado que ambos han intentado olvidar, Alexandra y Christopher se reencuentran cuando él es nombrado nuevo miembro de la junta del museo. Al instante, lo que un día los unió parece volver a la vida. Pero ni uno ni otro son los mismos jóvenes que un día se juraron amor eterno, ambos cargan con el dolor y las cicatrices que su breve matrimonio les dejó.
Cuando Alexandra descubre que se están cometiendo robos en el Museo Británico y que ella puede ser acusada de negligencia o ladrona, y viendo que su puesto está en peligro, decide investigar por su cuenta a pesar que el director le ordena que no lo haga. La única persona que cree puede ayudarla en sus investigaciones es Christopher.
Christopher no desea mantener ningún contacto con Alexandra, pero es incapaz de negarle su ayuda, menos cuando se da cuenta que la joven con puede recurrir a nadie más que él y que en caso de no ayudarla, ésta podría acabar muy mal parada. De modo que dejando de lado lo que un día los unió, acepta colaborar con ella a cambio de que sea la patrocinadora de Brianna Donally, la hermana menor de Christopher, que está a punto de ser presentada en sociedad.
Mientras ambos tratan de descubrir la identidad del ladrón, una nueva relación comienza a nacer entre ambos, a pesar de que Christopher está próximo a comprometerse con otra mujer y ni los Donally ni el padre de Alexandra ven con buenos ojos la posibilidad de una reconciliación.
Tanto Christopher como Alexandra se percatan que no son tan indiferentes el uno al otro como pretenden y que aquellos sentimientos que creía olvidados resurgen con más fuerza que diez años atrás.
Donde el corazón duerme es ante todo la historia de una segunda oportunidad. La verdad es que al principio la novela me recordó bastante a otra de Judith Mcnaught, pero según avanza la trama, se queda en eso, en un mero parecido. Por otra parte, después de leer que Melody Thomas confiesa que empezó a escribir novelas inspirándose en autoras como Kathleen Woodiwiss y Judith Mcnaught, no me ha sorprendido esa similitud.
Donde el corazón duerme me ha parecido una historia muy emotiva, bien desarrollada y ambientada. Aunque como digo, inicialmente me ha recordado un poco a otra novela, creo que es muy original en sí misma, ya que se aleja bastante de las novelas de La Regencia a las que estamos acostumbradas.
Uno de los aspectos que más me han atrapado es el hecho de que Alexandra y Christopher tuvieran un pasado en común. Confieso que es algo que me gusta mucho encontrar en una novela romántica, ya que la relación no parte de cero sino que muestra como se redescubren y vuelven a enamorarse.
Otro aspecto que me ha atrapado ha sido el origen de Christopher. De raíces irlandesas y origen humilde, es un hombre que se ha hecho a sí mismo y que ha superado grandes obstáculos para auparse en una sociedad que le desprecia por su nacimiento, y que ha lo grado recuperarse de una grave herida sufrida diez años atrás.
Por su parte Alexandra se nos presenta inicialmente como una mujer que ha convertido su trabajo en el eje de su existencia. Después de amar y acabar sola y con el corazón destrozado, se concentró en estudiar y valerse por sí misma, aunque por herencia es inmensamente rica.
Pese a lo inusual de su decisión, por tratarse de una aristócrata, su padre accede. Sin embargo, enseguida es evidente para el lector que el padre de la joven es un hombre posesivo y egoísta que no ha dudado jamás en manipular los hechos a su conveniencia, valiéndose de su posición social.
Alexandra vive reprimida bajo el yugo de su padre y no es hasta su reencuentro con Christopher que encuentra el valor de enfrentarse a la tiranía paterna.
La relación entre Alexandra y Christopher es muy sensual, tal como queda patente en varias escenas entre la pareja. La atracción entre ambos no tarda en renacer. Pero si bien Alexandra reconoce rápidamente que sigue enamorada de su ex-marido, a él le cuesta más admitir lo que siente y no verlo como una debilidad por su parte, y busca sólo una relación basada en el sexo.
Aparte de la ceguera de los mismos protagonistas, éstos se enfrentan a un ladrón que trata de desprestigiar a Alexandra y al rechazo de sus familias y la sociedad, que no aceptaría de buen grado una relación entre ambos jóvenes.
El que nos aleje de los bailes de salón y nos adentre en una red de intrigas hacen de ésta una novela un tanto diferente. La diferencia de clases es un punto muy importante en la trama. Es esa diferencia el mayor escollo a superar por parte de ambos, sobre todo de Christopher que no cree capaz a Alexandra de abandonar su vida de privilegios. Algo que no tarda en demostrar, lo que da pie a escenas bastante divertidas cuando ésta empieza a valerse por sí misma.
En general, aunque la novela aborda temas dramáticos como es el amor truncado de los protagonistas y las desgracias que los separaron, también tiene su parte divertida, sobre todo de la mano de los hermanos Donally. Bulliciosos, gritones y extrovertidos dan pie a escenas ocurrentes y que garantizan unas risas, ya que tratan a Alexandra irónicamente, como si perteneciera a la realeza.
A destacar sobre todo a Brianna y Ryan Donally, protagonistas de las próximas novelas, que ya comienzan a ser perfilados en ésta.
Donde el corazón duerme me ha parecido una novela que cuenta con elementos suficientes para atraer a las lectoras de historias ambientadas en La Regencia, ya que rompe bastantes estereotipos pero sigue conservando el encanto del s. XIX con nuevos escenarios. Cuenta además con unos protagonistas atractivos, que arrastran un bagaje emocional importante que queda reflejado en la intensidad de algunas escenas, una narración ágil y cuidada, y un plantel de personajes secundarios que captan la atención de las lectoras.
En definitiva, Donde el corazón duerme de Melody Thomas es una novela que me ha sorprendido muy gratamente, con una historia de amor emotiva y profunda y con una ambientación diferente, original y muy cuidada.
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