Janie hace tiempo que dejó de creer en el hombre perfecto tras varios fracasos sentimentales, tiene un buen trabajo,cuenta con el cariño y la compañía de sus amigas y acaba de comprarse una casa… lástima que su vecino resulte ser un individuo tan irritante: descarado y chulo, pero físicamente imponente, y con una sonrisa que la deja a la vez furiosa y desarmada.Poco puede ella sospechar que Sam será su tabla de salvación cuando las cosas se pongan feas para ella y sus amigas.
Sam trabaja a diario con la violencia, el crimen y el engaño, y por eso sabe apreciar la honestidad y la capacidad de lucha de las personas; tal vez por eso se siente atraìdo por su guapa e impaciente vecina: tiene empuje, es valiente y sincera, cálida y risueña…y él no dejará que nadie, absolutamente nadie le haga daño.
En una de sus reuniones semanales cuatro amigas deciden entre risas hacer una lista con las cualidades que debe reunir el hombre perfecto; lo que empieza como una broma acaba por desencadenar una pesadilla cuando la lista se filtra a la prensa y se convierte casi en un debate nacional en todos los medios de comunicación y hay alguien muy cercano a quien no le gustan nada las características que contiene la misma y comienzan las amenazas, las susurrantes llamadas telefónicas, y los asesinatos…
Una divertida y aguda heroína, sarcástica y sin pelos en la lengua; un duro y arrogante policía, un hombre que no se siente en lo más mínimo amenazado por una mujer moderna, segura de si misma y sexy. Ponemos todo esto en un cuenco, le añadimos un pizca de tensión sexual, un pellizco de humor y un aire de suspense y ¿qué tenemos? : una lectura muy entretenida,un libro lleno de misterio,romance, humor y sexo.
Los secundarios son lo suficientemente buenos como para olvidar las tonterías que llegan a hacer por culpa de una lista que no tiene nada que cualquier grupo de amigas no hayan podido comentar en el pub, y que se hace difícil de creer que llegue a romper matrimonios , hacer perder el trabajo o salir en la noticias de la tele… pero ese Sam Donovan hace que le perdone a la señora Howard cierta ligereza en la trama; quién no querría tener a un policía masculino y terco como Sam de vecino…? y más si acostumbra a pasearse desnudo delante de la ventana de la cocina,con las cortinas recogidas.
Sam y Janie se complementan a la perfección, el sentido del humor que demuestran el uno con el otro es genial,y el complemento añadido de un loco asesino que persigue a Janie y a sus amigas por culpa de la famosa Lista hacen que resulte difícil dejar de leerlo y sientas pena cuando lo terminas…
Sam trabaja a diario con la violencia, el crimen y el engaño, y por eso sabe apreciar la honestidad y la capacidad de lucha de las personas; tal vez por eso se siente atraìdo por su guapa e impaciente vecina: tiene empuje, es valiente y sincera, cálida y risueña…y él no dejará que nadie, absolutamente nadie le haga daño.
En una de sus reuniones semanales cuatro amigas deciden entre risas hacer una lista con las cualidades que debe reunir el hombre perfecto; lo que empieza como una broma acaba por desencadenar una pesadilla cuando la lista se filtra a la prensa y se convierte casi en un debate nacional en todos los medios de comunicación y hay alguien muy cercano a quien no le gustan nada las características que contiene la misma y comienzan las amenazas, las susurrantes llamadas telefónicas, y los asesinatos…
Una divertida y aguda heroína, sarcástica y sin pelos en la lengua; un duro y arrogante policía, un hombre que no se siente en lo más mínimo amenazado por una mujer moderna, segura de si misma y sexy. Ponemos todo esto en un cuenco, le añadimos un pizca de tensión sexual, un pellizco de humor y un aire de suspense y ¿qué tenemos? : una lectura muy entretenida,un libro lleno de misterio,romance, humor y sexo.
Los secundarios son lo suficientemente buenos como para olvidar las tonterías que llegan a hacer por culpa de una lista que no tiene nada que cualquier grupo de amigas no hayan podido comentar en el pub, y que se hace difícil de creer que llegue a romper matrimonios , hacer perder el trabajo o salir en la noticias de la tele… pero ese Sam Donovan hace que le perdone a la señora Howard cierta ligereza en la trama; quién no querría tener a un policía masculino y terco como Sam de vecino…? y más si acostumbra a pasearse desnudo delante de la ventana de la cocina,con las cortinas recogidas.
Sam y Janie se complementan a la perfección, el sentido del humor que demuestran el uno con el otro es genial,y el complemento añadido de un loco asesino que persigue a Janie y a sus amigas por culpa de la famosa Lista hacen que resulte difícil dejar de leerlo y sientas pena cuando lo terminas…
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