El noble y la ladrona de Connie Mason

Sinopsis

LA BOLSA…

Cuando un audaz salteador de caminos asaltó su carruaje y le apuntó con una pistola a una parte crucial de su anatomía, el marqués de Bathurst tuvo que efectuar una elección crítica, ceder el anillo de su hermano fallecido o perder las joyas de la familia. Gabriel decidió separarse del recuerdo, pero sólo de modo temporal. Localizaría al ladrón de los inolvidables ojos verdes aunque fuese lo último que hiciera.

O LA VIDA

De todos era conocida la escandalosa reputación de los Granujas de Londres. De modo que cuando el más infame de sus miembros la tomó entre sus brazos en un baile de sociedad, Olivia Fairfax comprendió que sus intenciones no eran en modo alguno honorables. La fogosa persecución de Gabriel hizo desorbitar sus ojos esmeralda y acelerarse su pulso, ¿pero iba él en busca de una amante o de la pícara que se había atrevido a robarle a punta de pistola? Fuera como fuese, Olivia sabía que le había llegado la hora de devolver las mercancías y estaba más que deseosa de entregarle a él tanto su cuerpo como su corazón.

Opinión:

Digamos que ella es una preciosa pelirroja de maravillosos ojos verdes, a punto de cumplir los 25 años y por tanto ya casi considerada una solterona...

Digamos que por culpa de su padre, un hombre que desde que murió su esposa ya no volvió a ser el mismo, que se codeó con quien no debía y a consecuencia de lo cual pulió su fortuna incluida la dote de su hija y que además murió en un duelo defendiendo el honor de una prostituta, con lo que encima tiró por el lodo el buen nombre de la familia...

Digamos que la joven por las noches se dedica, junto con su fiel criado, a asaltar carruajes en las noches oscuras ya que tiene que sacar adelante a su tía, que la crió desde chiquitita y por la que haría cualquier cosa, y a su hermano, un muchacho que heredará el título de la familia, que sólo tiene 18 años y al que considera que tiene que mantener ignorante porque ha de terminar sus estudios...

Digamos que él es un apuesto marqués, libertino para más señas y que ha jurado no casarse y mucho menos tener hijos, debido a un juramento que se ha hecho a sí mismo con motivo de la confesión que le hizo su madre a su hermano un día antes de suicidarse...

Digamos que el hermano del susodicho también se suicidó y ese es el motivo de que él heredara el título de la familia...

Digamos que la chica tiene la mala (a la larga buena, claro) suerte de robarle a él...

Digamos que aquel que fue la mala compañía del padre de la chica, que no tiene un céntimo y que es un capullo integral, a toda costa se quiere casar con ella y es capaz incluso de raptarla...

Digamos que también hay una mala, una amante, unos amigotes, una abuela maravillosa, una casa en el campo, Almack’s, etc, etc...

Bueno, pues con todos estos “digamos” y un montoncito de escenas subidas de tono, que por cierto me he saltado la mayoría de las veces porque ya me aburren, tenemos otro libro de Regencia que, como todos, acaba bien, se casan y son felices.

Así que si queréis más de lo mismo...