Siendo el hijo de una prostituta, Kerrigan creció rodeado de la más absoluta pobreza. El desdén, la violencia, el desprecio y la soledad fueron los únicos aliados que halló en brazos de su madre. Su infancia transcurrió entre hurtos, mentiras y un miedo atroz. Hasta que huyendo de la misma muerte, fue a parar a un bosque encantado donde la siniestra reina Morgana de Fey lo toma bajo su protección, convirtiéndolo en el mismo demonio: a partir de ese momento el mal vive en el cuerpo del joven Kerrigan.
Con el paso de los años, el mal que anida en Kerrigan extiende sus raíces hasta que ni la más mínima humanidad queda en él.
La reina Morgana le concede el reino oscuro de Camelot, el que un día perteneció al rey Arturo y a sus caballeros. Tras la muerte del monarca, Camelot pasó a las manos de Morgana y su siniestro ejército.
Siempre y cuando Kerrigan posea bajo su poder la espada de Caliburn -antagonista de Excalibur- éste será inmortal e invencible.
Seren es una simple campesina cuyo único objetivo en la vida ha sido convertirse en tejedora y tener su propio taller. Es una joven que no tiene nada ni nadie en el mundo. La única posesión que le queda es una vieja tejedora que perteneció a su madre. Una reliquia que guarda como oro en paño.
Inesperadamente, ante ella aparecen un día Gawain y Agravain, quienes dicen se los caballeros de Avalon. Un día fueron los caballeros de Camelot, pero una vez que éste cayó en las garras de Morgana y sus secuaces, su morada se encuentra en la mítica Avalon.
Los caballeros se presentan ante Seren, proclamando que ésta será la madre del próximo Penmerlin, un mago que les conducirá a recuperar Camelot.
Seren no cree en tal absurda profecía y huye de ellos, topándose en el camino con el propio Kerrigan, al que cree su salvador. Pero éste en realidad tiene una misión: matarla o intercambiarla por la mesa redonda del rey Arturo en poder de los caballeros de Avalon.
Kerrigan la lleva al oscuro reino de Camelot para evitar que se cumpla la profecía y ésta de a luz al mago que podría destruirlo y devolver su reino a los hombres de Avalon. Sin embargo, es incapaz de matarla, tal como la misma reina Morgen le ordena. Por el contrario, por primera vez en años descubre que en su interior aún queda algún resquicio de humanidad y una batalla entre el bien y el mal estalla en su interior.
Seren es la única en vez un rastro de bondad en Kerrigan e irremediablemenre se enamora de quien debe ser su verdugo, quien a su vez se siente incapaz de matar a la campesina y, para su horror, empieza a enamorarse también de ella. Cuando la joven queda embarazada, Kerrigan debe escoger entre el amor que Seren le ofrece o el mal que se esconde dentro de él, el mismo que le ha acompañado durante toda su vida. Al desobedecer a Morgana su vida está sentenciada a muerte.
La espada de la oscuridad es el primer libro de la serie de los caballeros de Avalon. En estos libros, Kinley MacGregor ambienta, de un modo oscuro, la leyenda del rey Arturo y sus caballeros. ¿Qué sucedió para que Camelot cayera en manos del mal? ¿Cómo devolverlo a los Caballeros de Avalon?
Envuelto en leyendas y profecías se inicia este libro.
El pilar sobre el que gira la trama de esta novela es la lucha entre el bien y el mal, el cual convive dentro del propio Kerrigan. La férrea pelea entre ambos valores es también la que guía sus pasos.
Podría decirse que La espada de la oscuridad está a medio camino entre los Cazadores Oscuros y los MacCallister o La Hermandad de la espada. La escritora. A mi parecer, entremezcla ambas ambientaciones.
La novela tiene lugar durante la Edad Media, pero a medida que avanza el libro se produce un viaje en el tiempo que conduce a los protagonistas al futuro, momento en que casi se palma la ambientación característica de los Cazadores Oscuros.
Creo que es uno de los aspectos que hace flojear al libro. Ése y la rápida capitulación de Kerrigan después de siglos conviviendo con el mal y la oscuridad.
Pero al margen de estos puntos, la novela contiene elementos muy interesantes y originales.
El protagonista es a la vez antagonista. Es un hombre malvado, que a cambio de riquezas y un reino se ha convertido en su ser hueco, déspota, cruel y un asesino. Su próxima víctima, Seren, es la única que le hace cambiar, pero en el proceso pone en peligro su inmortalidad y, por tanto, su vida. Incumplir las órdenes de su reina, la misma que lo encumbró como señor de Camelot sella su destino.
¿Pero vale la pena el sacrificio a cambio del amor de Seren?
La novela, pese a algunos puntos flojos, es muy intensa y emocionante. No es propio encontrarnos con un personaje tan oscuro como Kerrigan. Creo que es uno de los elementos que distinguen a este libro. Cómo va resquebrajándose la armadura con que se ha cubierto durante siglos, cómo descubre los sentimientos e incluso el deseo del sacrificio por un pequeña y simple campesina. Una mujer que puede cambiar su destino: destruir su reino, pero sobre todo, hacerle descubrir que aún late el corazón en su pecho.
Antes de leer este libro tenía unas expectativas muy altas puestas en él. Pese a que no ha resultado tal como esperaba y pese a algunos hechos que debilitan la consistencia de la trama oscura de la leyenda del rey Arturo, es bastante interesante. Hay escenas muy bonitas, momentos muy intensos.
A mi parecer lo más atractivo que posee es el que nos adentra en una novela cuyos protagonistas representan el bien y el mal.
La ambientación es soberbia: leyendas, profecías, gárgolas, caballeros míticos… un hombre oscuro y un simple campesina que puede cambiar el destino del mundo.
Estos son básicamente los elementos de la nueva serie de Kinley MacGregor.
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