Lo primero que despertó mi curiosidad por esta novela fue que estaba ambientada en La India, lo que supuso un cambio de escenario que, al menos a mí, me pareció muy llamativo, acostumbrada a leer sobre todo novelas históricas que tienen lugar durante La Edad Media o La Regencia. Pero una vez empecé a leer Olivia y Jai no fue sólo esa ambientación exótica lo que me atrapó página tras página, sino también la narración de esta autora, Rebecca Ryman, y la apasionante historia de amor y odio que cuenta en las páginas de este libro: Olivia y Jai.
La escritura está muy cuidada, lo que te envuelve en una narración rica y minuciosa; la novela está repleta de descripciones y diálogos que transmiten emociones a raudales, amor, odio, dolor, frustración…
Olivia y Jai es ante todo una relación de amor y odio y, aunque a mí este tipo de novelas no suelen agradarme demasiado -ya que suele conllevar demasiado sufrimiento- ésta ha calado muy hondo en mí porque en todo momento he comprendido el por qué de ese amor y de ese odio, con lo que necesitaba seguir leyendo y ver adónde conducía.
Al inicio de la novela, Olivia 0’Rourke se ha trasladado durante un año a vivir a La India, donde residen sus tíos Joshua y Bridget Templewood, junto a la hija de estos, Estelle. Su difunta madre fue la hermana de Lady Bridget, quien toma a la joven bajo su cuidado con el objeto de buscarle un marido adecuado.
La India colonial del S.XIX es el marco donde transcurre la novela. Olivia queda embelesada por el mágico y exótico país, donde conviven varias culturas que a veces son casi como mundos muy alejados. Ninguno de los jóvenes que le son presentados a Olivia despierta su interés, nadie excepto un enigmático nativo de Calculta: Jai Raventhorne. En realidad Jai es mestizo, aunque su madre fue nativa del país, su padre era de nacionalidad inglesa. Repudiado por éste, lo que lo empujó a una vida de privaciones y miseria, sólo su tenacidad y un odio desmedido han conducido a Jai a ser un hombre tan poderoso como cualquier inglés en la Calcuta colonial y convirtiéndose en el principal rival de Joshua Templewood.
Jai no se detiene ante nada ni nadie, no tiene escrúpulos, no parece saber lo que son, y su mano jamás tiembla. Al comprender que la excéntrica americana, sobrina de los Templewood, tiene la insensata idea de posar sobre él sus ojos, le advierte del peligro que supone para ella, y trata de alejarse de ella. No obstante, es inútil puesto que, de algún modo incomprensible, sus destinos parecen quedar sellados.
Olivia ha nacido y se ha criado en América, pese a que sus raíces son inglesas. Para la sociedad de Calcuta es una joven un tanto extraña, no siente interés ni inquietud por lo mismo que el resto de jóvenes de su edad. No muestra interés por las burras khanas ni otras reuniones sociales, pero por el contrario es capaz de hablar y discutir sobre asuntos económicos o sociales, más propios de hombres. Aunque el joven Freddie Birkhurst, uno de los solteros más codiciados de Calcuta, se interesa por ella, Olivia no comparte sus sentimientos. Sólo Jai le atrae, sólo él logra afectarla como nadie antes.
Pese a su inicial recelo y amenazas, Jai comienza a sentirse más y más atraído por Olivia. Cada vez le resulta más difícil luchar contra lo que siente, pero pese a que ni uno ni otro puede negar por más tiempo que lo sienten es amor, eso no le hace olvidar sus deseos de venganza ni el odio que guarda en su interior, lo que desencadena en una serie de malos entendidos, tragedias, lágrimas y mucho dolor…
Bajo el telón de fondo de La India, en un marco que abarca exóticos bazares, la selva, la cacería del tigre, el comercio del opio y un sinfín de noches llenas de estrellas transcurre esta novela. Antes de leerla me habían llegado muchos comentarios positivos sobre ésta, lo que me hizo empezarla dividida entre las altas expectativas y cierto recelo, pero tengo que confesar que es una historia que me ha cautivado de principio a fin. Dejando de lado la maravillosa y mágica ambientación, son sus protagonistas, Olivia y Jai, los responsables de ello. La fuerza de sus personalidades, la determinación de uno y otro son las piezas clave de la trama, y creo que eso es evidente de principio a fin.
El marco bajo el que se sustenta la novela es la rígida y estricta sociedad de La India colonial del S.XX, que se rige por normas y principios inalterables. Es esa moral la culpable, en gran parte, de los avatares y tragedias que marcan la vida de Olivia O’Rourke. Porque si bien es una mujer liberal y fuerte, una mujer capaz de enfrentarse al qué dirán y a los cuchicheos por su amor a Jai, hay circunstancias que pueden más que ella y la empujan a tomar decisiones que rompen su alma, su espíritu y acaban con la mujer audaz y tenaz que es al principio de la novela. A su vez, todo esto da pie a muchos malentendidos que separan a Jai y Olivia, poniendo a prueba la confianza del uno en el otro.
Como digo anteriormente a mí no suelen gustarme novelas que giran en torno a malos entendidos, amor y odio. Pocas son las que han logrado impactarme, y normalmente son de la misma autora, pero a esta lista debo añadir desde ahora a Rebecca Ryman por la magia con que está escrita esta novela y el amor que rezuma.
La historia de amor de Olivia y Jai es desgarradora porque es ese amor, las circunstancias en que nace y tiene lugar, lo que destroza a Olivia; lo que marca y señala las vidas de Olivia y Jai. Si Jai es indiscutiblemente un protagonista carismático, regido por el odio y un deseo enfermizo de venganza, Olivia es una mujer que se enfrenta a las situaciones adversas, una superviviente que llega a entregar su alma por amor, algo que llega a pagar muy caro.
A lo largo de la novela suceden infinidad de hechos, de mentiras, engaños o simple y llanamente mala suerte que separa a la pareja protagonista. Lo que da pie a que ese amor acabe transformándose en odio y en deseos de venganza. De la fuerte y decidida Olivia poco queda, dando paso a una mujer dura, amargada que maldice el amor que un día la unió a Jai. Pero la línea que separa ambos sentimientos es muy delgada y, pese al dolor que esos sentimientos le han provocado, a pesar del deseo de venganza y al pasado, cualquier cosa puede suceder.
Poco más creo poder añadir sobre esta novela, salvo que pese a tener más de setecientas páginas la leí bastante rápido. Si os gustan las novelas complejas, enrevesadas, las historias que conllevan malos entendidos, amor y odio, ésta es una que os recomiendo, sin duda. Incluso en esas partes en que es el odio el motor de la trama, cuando parece no haber ni pizca de ese amor que nació al principio, he podido sentir las emociones de Olivia, su desesperanza, su dolor, su tristeza… y entender, en cierto modo, sus acciones, algo que me ha llevado a intuir que debajo de todo eso aún quedaba amor…
Para mí esto es algo que muy pocas autoras logran transmitir, es muy complicado. Pero Olivia y Jai, con pocas escenas de sexo, con una trama que oscila del amor al odio y con un marco exótico, mágico e inolvidable, nos envuelve en una historia de amor inolvidable que contiene una de las declaraciones de amor más bonitas que he leído nunca, con lo que, sin duda, la leeré muchas veces más…
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