Corazón de León comanda la Segunda Cruzada e Inglaterra se desangra entre intrigas y luchas feudales. Normandos y sajones se disputan su control y el rey Ricardo concede a su más fiel servidor, Wulkan, el señorío de Kellinword y la mano de una dama sajona, con el mandato expreso de unificar y pacificar el territorio. En este cometido, empeñará su ilusión y la búsqueda de un sosiego que no encontró guerreando. Su prometida, lady Jacqueline de Lynch, sin embargo, ha jurado vengar la muerte de sus padres y no rendir vasallaje a ningún normando. Escapa para no convertirse en su esposa, pero el destino la arrastrará a Kellinword definitivamente...
Orgullo sajón es una obra que llama al sueño de un amor por encima del propio ego. En un tiempo de muerte y vida, donde el polvo de la historia cubre las huellas de una humanidad en lucha, un hombre encuentra en su recompensa la penitencia de un sentimiento, que no por anhelado es menos temido. ¿Cómo ganarse a una hembra llena de odio, llena de fuerza, llena de orgullo? ¿Cómo mantener una paz impuesta cuando la sombra de la traición germina entre los pilares que la sustentan?
Recorrer las páginas de esta novela es volver los ojos a un pasado oscuro, es sumergirte en la primavera de un ayer de señores y vasallos, de campos y castillos. Es volver a perderte en un mundo de ensueño, y escuchar el eco de unas voces que nos susurran palabras de negación, de enfrentamiento, de mentiras y engaños, de seducción y pasión. Sencilla y cálida, va tomando cuerpo y fuerza sin mayor pretensión que nuestro entretenimiento, porque si leer romántica es la necesidad de evasión hambrienta de sentimientos, Orgullo sajón es la hogaza de pan caliente que nos alimenta, nos huele a hogar y nos sabe a cielo. Su trama, sus personajes, la melodía que acompaña su narración nace y vive en nuestra propia alma, aunque haya sido su autora quien le haya dado la vida. Quizá no sea la más hermosa historia de amor, pero es tan nuestra, tan sentida y tan humana, que a muchas de nosotras nos robará por siempre un trocito de corazón. Pasará el tiempo y volveremos a perdernos entre las páginas de otra novela, pero ahí donde la memoria funde la realidad con la ficción, ahí, en el duerme vela de nuestra consciencia Wulkan será el dueño de su orgullo sajón, y los veremos reír, discutir, llorar, gozar, sufrir y amar.
Podría haber hecho una crítica que hablara del estilo, de la construcción de los personajes, de la ambientación o la intriga, pero con ser impecables, no es en ellos donde radica la fuerza y el encanto de esta obra. Su autora teje historias de hebra sencilla sobre un lienzo cotidiano, y sin embargo, consigue crear caprichos. Consigue, que creamos, que vivamos el torrente de sentimientos que conforman un ser humano. Wulkan sabe y huele a hombre, Jacky es esencia de mujer, y su novela es la narración de un pulso, el relato del latido que ha movido el mundo desde el principio de los tiempos. Es, sencillamente, una historia de amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.