A ojos de la sociedad, el matrimonio de Lord y Lady Tremaine es digno de envidia, el de dos personas que al pasar por el altar mejoraron notablemente su situación social y económica, y que iniciaron una convivencia civilizada: él vive en Estados Unidos, ella en Inglaterra.
Tras diez años de matrimonio pocas han sido las veces en que Candem y Gigi han estado en el mismo lugar a un mismo tiempo. Sus encuentros han sido fugaces y apenas han cruzado palabra. Pero todo apunta a que las relaciones entre ambos son exquisitas, sin exigencias ni recriminaciones.
Por todo ello Londres queda conmocionado el día que Lady Tremaine solicita el divorcio aludiendo adulterio y muestra el deseo de casarse nuevamente. El escándalo no tarda en saltar y los chismorreos a propagarse. ¿Qué ha podido llevar a un matrimonio tan bien avenido a poner punto y final a tan envidiable situación?
En cuanto la noticia estalla, Candem, abandona Estados Unidos y regresa a Londres para encontrarse cara a cara con su esposa. Han transcurrido cinco años desde la última vez que se cruzaron. Si Gigi esperaba un divorcio amistoso, tal como ha sido la alianza entre ambos, está a punto de llevarse una gran decepción. Lord Tremaine no está dispuesto a darle su libertad tan fácilmente y le exige una condición: a cambio de un heredero aceptará el divorcio.
Si bien siguen representando el papel de una pareja dispuesta a tener un divorcio amistoso, lejos de la atención y murmuraciones, la realidad es otra.
A pesar de que el matrimonio empezó de un modo un tanto deshonesto y a pesar de que Candem no ha podido perdonar a Gigi por su engaño, no está dispuesto a dejar que se divorcie e inicie una nueva vida con otro hombre, otro que no sea él.
Pronto es bastante evidente en el círculo más íntimo de la pareja, que puede que Candem no haya puesto mucho de su parte para hacer desaparecer el abismo que lo separaba de Gigi, ni aún oyendo los rumores sobre las aventuras de ésta con otros hombres a lo largo de los años, ni viéndola capaz de ser feliz sin él mientras ha procurado lo mismo, pero no está dispuesto a renunciar a su mujer sin una última contienda.
Ambientada en los últimos años de la Inglaterra del S.XIX, Acuerdos privados es la novela debut de Sherry Thomas, una escritora que nos adentra en una ambientación y una trama cuanto menos original.
He quedado muy impresionada con esta novela, que si bien creo tiene algún punto débil por tratarse de la primera de la autora, en general me ha dejado muy bien sabor de boca porque ofrece una historia de amor diferente, donde se rompen muchos tópicos asociados a las novelas de La Regencia, porque presenta unos protagonistas que como todo ser humano cometen errores, maduran y renacen, y porque la historia de amor entre Candem y Gigi, sencillamente, me ha dejado con el corazón en un puño.
Gigi Rowland, o lo que es lo mismo Lady Tremaine, es la antítesis de todo heroína romántica. Ambiciosa, rozando la falta de escrúpulos, segura de sí misma, con un carácter tenaz, es una mujer que sabe lo que quiere y está dispuesta a todo por conseguirlo. Cuando digo todo digo todo.
Con diecinueve años está a punto de lograr lo que toda debutante ansía, casarse con un duque, un hombre por el que siente el menor apego ni cariño, pero que es simplemente un partido excelente. Sin embargo, poco antes de la boda, éste fallece y el título pasa al tío del difunto que no es otro que el padre de Candem.
La familia de Candem, como la del anterior duque, viven en una situación económica lamentable. Poseen un título pero no una fortuna que lo sustente. Es imperioso que tenga lugar un matrimonio con una rica heredera y Gigi lo es, aunque no pertenezca a la nobleza, aunque no sea la joven debutante tímida y sumisa que todo noble desea.
Parece lo más lógico, y sólo cuestión de tiempo, que Gigi y Candem contraigan matrimonio, pero si bien Gigi está dispuesta, Candem no tanto, pero la joven no tiene los remilgos ni la paciencia para que Candem entre en razón.
Pese a ser en apariencia tan diferentes y encarar el matrimonio de modo tan opuesto, ambos se enamoran profunda e irremediablemente, así que cuando Candem descubre las intrigas que Gigi ha perpetrado siente que el mundo se hunde bajo sus pies y tras la boda inician vidas separadas, como cualquier matrimonio sin amor.
La novela va alternando el noviazgo e inicio del matrimonio, diez años antes, con la época presente cuando se está negociando el divorcio. De ese modo vamos conociendo cómo se fue forjando la situación actual, así cómo cuáles son los sentimientos de la pareja.
Pero pese a estos “saltos” de escena, la trama es fluida y la narración de Sherry Thomas es ágil de leer, incluso con toques poéticos que, al menos a mí, me parecen que enriquecen mucho la lectura.
Acuerdos privados me parece una novela muy original no sólo por el argumento en sí que trata, el de un matrimonio donde ambos cónyuges han llevado vidas aparte y han iniciado otras relaciones, aunque ante la sociedad han seguido siendo un matrimonio. Normalmente este tipo de situaciones se nos han descrito como las historias de personajes secundarios, pero Sherry Thomas con una historia arriesgada cruza esa línea y nos lo presenta de otro modo… Y si fuesen los protagonistas…
Además, como digo antes, Gigi es una protagonista atípica que en ocasiones me ha recordado un poco el espíritu de Scarlett O’hara, en el sentido que es una mujer que va madurando y aceptando sus errores, una joven que a fuerza de lágrimas y decepciones se convierte en la mujer que es la protagonista de Acuerdos privados.
Por su parte Candem me parece un protagonista que se acerca mucho más al prototipo de héroe romántico, pero que no es capaz de perdonar a Gigi. Es un hombre más racional y que actúa de un modo más honesto, pero cuyo orgullo se interpone en sus sentimientos, dando lugar al punto de inicio de esta novela.
Quizá diez años de separación, diez años sin admitir sus sentimientos son mucho tiempo para una pareja, pero al leer la novela comprendes que es un lapso en que ambos han luchado por olvidarse mutuamente aunque sin conseguirlo, tal como pronto se vislumbra.
Para mí el punto más débil de esta novela es que la extensión. Con esta historia y con estos personajes unas cuantas páginas más donde la autora hubiese profundizado un poquito más en los corazones y sentimientos de Candem y Gigi me habría encantado.
Pero aun y todo, Acuerdos privados me ha parecido una novela preciosa, humana, que contiene el sabor dulce y amargo del amor, una novela que te deja con el corazón en un puño y que las palabras de Gigi, la protagonista, definen muy bien la esencia que transmite, el de “darle a alguien una segunda oportunidad”.
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