Sinopsis:
Robin Lear lo tiene todo. Es rica, sexy y hermosa, y su vida por todo lo alto es maravillosa. Hasta el día en que su padre la hace caer de su pedestal con la alarmante noticia de que está muy enfermo y decide dejarla sin su cómodo empleo en el negocio familiar para que aprenda «lo que es la vida». En un momento todo su mundo se desmorona y Robin se encuentra nadando en aguas extrañas, que incluyen una falsa detención por la que pasa una noche en una celda, un nuevo trabajo a las órdenes de su ex novio y un desconcierto mayúsculo en Jake Manning, el atractivo contratista que le está renovando la casa.
Jake no ha tenido una vida fácil. Todo lo que ahora desea es conseguir el dinero suficiente para acabar la carrera y, tal vez, conseguir una hermosa esposa. Pero esa gélida princesa vestida de Prada le está volviendo la vida del revés con su manera de ser, atrevida y caótica. Su cabeza le dice que se aleje corriendo de ella. Habría que estar loco para ir detrás de alguien como Robin. Pero Jake está loco... por ella...
Opinión:
Después de tantas novelas cargaditas de personajes atormentados, intrigas enrevesadas y amores por encima de este mundo, Adicta al trabajo es un soplo de aire fresco con una trama "sencilla", pero que termina conmoviendo. Una historia de hoy y de siempre, donde la evolución de los personajes y sus sentimientos es tan previsible como deseada, y aun así te divierte, te entretiene y emociona. Poder entrar en los pensamientos de sus protagonistas es una gozada y conseguirá que veas el mundo a través de sus ojos. Jake es, tan humano, sexy, maduro e inseguro, como para caer rendida a sus pies. Esos vaqueros deslucidos, ese tatuaje de cable de espinas, ese olor a macho.... Su humor, su fuerza, su lucha, su humildad, su orgullo, sus dotes de amante, sus sentimientos.... ¡Chicas es todo un HOMBRE! A Robin hay que empezar perdonándola -sólo así nos permitiremos descubrirla para terminar por tomarle cariño-. Puede ser una inmadura en relaciones sociales, se nos presenta superficial y consentida, y tarda en encontrar el camino, que logra sacar a la superficie la verdadera mujer que en realidad es. Tienes momentos en que la matarías y otros en que llegas a "entenderla", incluso a compadecerla. Quizá lo que mas me ha sorprendido es que rara vez me he topado con una protagonista tan segura en materia de sexo. En los secundarios hay de todo y constituyen una estupenda comparsa que ameniza la obra. Julia London consigue sembrar la semilla de la curiosidad expectante, de forma que por lo menos en mi caso, esté deseando saber más de ellos. La novela es simplemente la historia de un amor entre dos personas de diferente estrato social y educación. Su pasión es de estos tiempos y el sentimiento que los une eterno. Tan fácil de leer como imposible de olvidar (Vale, no te parará el corazón pero sin duda sentirás su latido. Vale, no te cortará la respiración pero llegas a exhalar. Vale, quizá no rompas en carcajadas pero abrirá tu sonrisa), lo dicho, difícil de olvidar. Léela, y al final quizá te atrape como a mí, el sentimiento del misterio que encierra dos iniciales grabadas con una firma: "Para siempre"
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