El talento de Phoebe MacNamara la ha convertido en la negociadora jefe del departamento de policía de Savannah.Cuando un delincuente toma rehenes, cuando alguien amenaza con suicidarse, ella sabe cómo ha de acercarse a estas personas para disuadirlas de su objetivo.
Sin embargo, su altísimo índice de éxitos profesionales le ha pasado factura en su vida personal. Vive consu pequeña hija Carly, su anciana madre y la mujer que les ayuda en casa. Su universo se reduce a estas tres personas, hasta que Duncan Swift aparece en el horizonte.
Phoebe consiguió evitar el suicidio de uno de los empleados de Duncan, y él quedó cautivado de su insólita mezcla de firmeza y sensibilidad. Y aunque ella está acostumbrada a llevar las riendas de su vida, descubre con sorpresa cómo sus habilidades negociadoras se derrumban cuando Duncan pone sobre la mesa todos sus encantos...
Me gusta la trama de esta novela. Para Phoebe es un reto cada negociación y está claro que hay alguien que no quiere que las cosas le salgan bien. Está bien trazado cada caso en el que ella interviene, es interesante. Como son interesantes su historia y los secundarios que la rodean. Para mi gusto Phoebe, igual que la protagonista de su anterior novela de esta misma editorial, Ángeles caídos, tiene demasiados problemas personales, demasiadas cargas del pasado.
Duncan, es maravilloso, nadie crea unos protagonistas masculinos como esta autora. No hace falta ni describir su físico, sólo con sus gestos y su manera de “cortejar” a la protagonista logran conquistarte. El problema de Duncan es que no es humano, es demasiado perfecto. Tan bueno, tan comprensivo, tan caritativo, tan listo, tan protector… Es como James Bond, ni siquiera se despeina aunque a lo largo de la novela sólo es un mero apoyo para la protagonista, Phoebe es la que lleva todo el peso.
Sin embargo, su altísimo índice de éxitos profesionales le ha pasado factura en su vida personal. Vive consu pequeña hija Carly, su anciana madre y la mujer que les ayuda en casa. Su universo se reduce a estas tres personas, hasta que Duncan Swift aparece en el horizonte.
Phoebe consiguió evitar el suicidio de uno de los empleados de Duncan, y él quedó cautivado de su insólita mezcla de firmeza y sensibilidad. Y aunque ella está acostumbrada a llevar las riendas de su vida, descubre con sorpresa cómo sus habilidades negociadoras se derrumban cuando Duncan pone sobre la mesa todos sus encantos...
Me gusta la trama de esta novela. Para Phoebe es un reto cada negociación y está claro que hay alguien que no quiere que las cosas le salgan bien. Está bien trazado cada caso en el que ella interviene, es interesante. Como son interesantes su historia y los secundarios que la rodean. Para mi gusto Phoebe, igual que la protagonista de su anterior novela de esta misma editorial, Ángeles caídos, tiene demasiados problemas personales, demasiadas cargas del pasado.
Duncan, es maravilloso, nadie crea unos protagonistas masculinos como esta autora. No hace falta ni describir su físico, sólo con sus gestos y su manera de “cortejar” a la protagonista logran conquistarte. El problema de Duncan es que no es humano, es demasiado perfecto. Tan bueno, tan comprensivo, tan caritativo, tan listo, tan protector… Es como James Bond, ni siquiera se despeina aunque a lo largo de la novela sólo es un mero apoyo para la protagonista, Phoebe es la que lleva todo el peso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.