En nombre de su tío, James, el segundo de los hermanos MacRae abandona la reconstrucción de Gilmuir para acudir en ayuda de la viuda Susanna McKinsey. Ésta se encuentra en un terrible dilema ante el forzado compromiso de Riona, su hija mayor, después de haber sido sorprendida en una situación comprometida junto a un hombre de más que dudosa integridad. Angustiada y confiando en el buen juicio de su antiguo empleado y amigo, le envía una carta solicitando su consejo, pero quien aparece ante su puerta es su joven y atractivo sobrino James. Algo que, aunque inesperado, hace rápidamente a la mujer idear un plan...
James protegiendo la vida de los suyos contra los Drummond, se ha visto obligado a pasar por una experiencia que ha desequilibrado completamente su vida y sus convicciones. Repentinamente siente la imperiosa necesidad de, al igual que su hermano mayor Alisdair, establecerse y cambiar el rumbo de su vida. Hasta entonces ha sido un capitán de su barco, pero la boda de su hermano le hace replantearse sus esquemas. Para él mismo debe reconocer que dentro de él brota una pequeña punzada de envidia ante la felicidad conyugal de Alisdair. Descubre así que también él anhela una vida hogareña.
De modo que cuando sus ojos se posan por primera vez sobre Riona, algo inexplicable surge dentro de él. Pese a que ésta se trata de una joven un tanto atípica, descubre en ella el motivo y el anhelo que rigen su vida desde ese momento. ¿Es posible que sea Riona la mujer adecuada con la que compartir su vida y convertirla en su esposa?.
Riona McKinsey es una joven sencilla que hasta un año antes ha llevado un vida humilde y tranquila. Pero repentinamente, tanto ella como su hermana Maureen, se convierten en herederas de una cuantiosa fortuna. Esto las hace dos atractivas e interesantes mujeres y el objetivo de los cazafortunas de Edimburgo. Maureen conoce a un serio y formal capitán inglés, pero Riona se topa con un ambicioso e inescrupuloso hombre.
Pese a que su único sueño es vivir en Tynemor manor, su recién heredada propiedad, cultivando sus tierras y criando su ganado, se encuentra obligada a comprometerse con un extraño, el matrimonio con el cual la alejará de todo aquello que le importa.
La aparición de James MacRae acabará por desmoronar aún más su existencia, cuando descubre en él todo aquello que siempre ha deseado, y reconoce en él al único hombre capaz de agitar su corazón. Y parece que él siente igual por ella para mayor mortificación de ambos.
Tan solo hay un pequeño problema, Riona está comprometida a otro hombre y no parece dispuesta a romper ese compromiso. Algo se lo impide. Pero James no se queda de brazos cruzados, desde luego...
The Irresistible MacRae me ha parece una historia repleta de sencillez e incluso dulzura. Siguiendo la línea de los anteriores libros, retrata las vidas de aquellos escoceses que emigraron de su Escocia natal, en busca de otro porvenir, pero finalmente sus descendientes regresaron a ésta. Es el caso de los hermanos MacRae.
Los personajes son descritos como gente muy humana, cuya interés es simplemente establecerse y seguir con su vida en una tierra que, pese a no haber pisado ni olido hasta poco tiempo atrás, les llama y atrae intensamente, de un modo casi hipnótico y visceral.
Tanto Riona como James reflejan muy bien este hecho. Claro que Riona jamás ha abandonado su país, pero sí experimenta esa afinidad a un lugar y a una gente de un modo que traspasa las páginas del libro.
La historia de amor entre los protagonistas es lenta y pausada. Toma forma poco a poco, tal vez de un modo demasiado lento, pero la última parte del libro no tiene desperdicio. Está repleta de sobresaltos, decisiones y acontecimientos inesperados.
A mí me ha recordado un poco a los libros más clásicos donde se narran las dificultades de dos personajes para afianzar su relación debido a las conveniencias sociales. Donde el enemigo a superar es más uno mismo que el antagonista, a mi parecer.
Te pasas el libro discutiendo contigo misma por la falta de decisión ante la imposibilidad de poder hacerlo con los propios protagonistas, pero la aparición de los personajes secundarios y sus propias historias hacen muy fluida la trama.
Estos personajes, los secundarios, cuentan unas historias que también me han encantado por el contrapunto que ofrecen. Por un lado está, Susanna McKinsey y por otro Maureen. Y como siempre sucede, éstas te sabe a poco.
Un aspecto de esta serie que me gusta mucho es cómo la escritora entremezcla la trama de un libro con el siguiente, y cómo se establecen nexos y vínculos entre los personajes, a veces de un modo sutil. La redacción es ágil, fluida e intensa. Los diálogos cautivadores. En este tercer libro de la serie he encontrado en falta ese toque de misterio y secreto de los anteriores, pero el personaje de James MacRae se ha convertido en uno de mis preferidos por su sencillez, su temperamento y carisma. Y desde luego The irresistible MacRae cuenta una bonita historia de amor.
James protegiendo la vida de los suyos contra los Drummond, se ha visto obligado a pasar por una experiencia que ha desequilibrado completamente su vida y sus convicciones. Repentinamente siente la imperiosa necesidad de, al igual que su hermano mayor Alisdair, establecerse y cambiar el rumbo de su vida. Hasta entonces ha sido un capitán de su barco, pero la boda de su hermano le hace replantearse sus esquemas. Para él mismo debe reconocer que dentro de él brota una pequeña punzada de envidia ante la felicidad conyugal de Alisdair. Descubre así que también él anhela una vida hogareña.
De modo que cuando sus ojos se posan por primera vez sobre Riona, algo inexplicable surge dentro de él. Pese a que ésta se trata de una joven un tanto atípica, descubre en ella el motivo y el anhelo que rigen su vida desde ese momento. ¿Es posible que sea Riona la mujer adecuada con la que compartir su vida y convertirla en su esposa?.
Riona McKinsey es una joven sencilla que hasta un año antes ha llevado un vida humilde y tranquila. Pero repentinamente, tanto ella como su hermana Maureen, se convierten en herederas de una cuantiosa fortuna. Esto las hace dos atractivas e interesantes mujeres y el objetivo de los cazafortunas de Edimburgo. Maureen conoce a un serio y formal capitán inglés, pero Riona se topa con un ambicioso e inescrupuloso hombre.
Pese a que su único sueño es vivir en Tynemor manor, su recién heredada propiedad, cultivando sus tierras y criando su ganado, se encuentra obligada a comprometerse con un extraño, el matrimonio con el cual la alejará de todo aquello que le importa.
La aparición de James MacRae acabará por desmoronar aún más su existencia, cuando descubre en él todo aquello que siempre ha deseado, y reconoce en él al único hombre capaz de agitar su corazón. Y parece que él siente igual por ella para mayor mortificación de ambos.
Tan solo hay un pequeño problema, Riona está comprometida a otro hombre y no parece dispuesta a romper ese compromiso. Algo se lo impide. Pero James no se queda de brazos cruzados, desde luego...
The Irresistible MacRae me ha parece una historia repleta de sencillez e incluso dulzura. Siguiendo la línea de los anteriores libros, retrata las vidas de aquellos escoceses que emigraron de su Escocia natal, en busca de otro porvenir, pero finalmente sus descendientes regresaron a ésta. Es el caso de los hermanos MacRae.
Los personajes son descritos como gente muy humana, cuya interés es simplemente establecerse y seguir con su vida en una tierra que, pese a no haber pisado ni olido hasta poco tiempo atrás, les llama y atrae intensamente, de un modo casi hipnótico y visceral.
Tanto Riona como James reflejan muy bien este hecho. Claro que Riona jamás ha abandonado su país, pero sí experimenta esa afinidad a un lugar y a una gente de un modo que traspasa las páginas del libro.
La historia de amor entre los protagonistas es lenta y pausada. Toma forma poco a poco, tal vez de un modo demasiado lento, pero la última parte del libro no tiene desperdicio. Está repleta de sobresaltos, decisiones y acontecimientos inesperados.
A mí me ha recordado un poco a los libros más clásicos donde se narran las dificultades de dos personajes para afianzar su relación debido a las conveniencias sociales. Donde el enemigo a superar es más uno mismo que el antagonista, a mi parecer.
Te pasas el libro discutiendo contigo misma por la falta de decisión ante la imposibilidad de poder hacerlo con los propios protagonistas, pero la aparición de los personajes secundarios y sus propias historias hacen muy fluida la trama.
Estos personajes, los secundarios, cuentan unas historias que también me han encantado por el contrapunto que ofrecen. Por un lado está, Susanna McKinsey y por otro Maureen. Y como siempre sucede, éstas te sabe a poco.
Un aspecto de esta serie que me gusta mucho es cómo la escritora entremezcla la trama de un libro con el siguiente, y cómo se establecen nexos y vínculos entre los personajes, a veces de un modo sutil. La redacción es ágil, fluida e intensa. Los diálogos cautivadores. En este tercer libro de la serie he encontrado en falta ese toque de misterio y secreto de los anteriores, pero el personaje de James MacRae se ha convertido en uno de mis preferidos por su sencillez, su temperamento y carisma. Y desde luego The irresistible MacRae cuenta una bonita historia de amor.
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