Oculta bajo el disfraz de un desgarbado muchacho, Kate Simon busca refugio en una posada, camino a Londres. Huyendo de su hermanastro y los planes de éste de casarla con un vil amigo suyo, ha optado por aventurarse en un viaje a la ciudad londinense donde espera encontrar ayuda por parte de una tía. Sin embargo, al hospedarse en la posada “The dragon tale” su vida sufre un vuelco repentino.
La llegada de Christian Black, que aunque también disfrazado bajo la apariencia de un humilde trabajador, es en realidad un conde y el hijo del marqués de Pendasale, cambia el curso de su vida.
Debido al ingente número de hospedados en la posada debido a la próxima celebración del torneo de críquet local, Christian se ve obligado a compartir cuarto con el joven Mr. Kaden, que no es otro que Kate en su disfraz de muchacho. Enseguida, Christian descubre que bajo esas ropas se esconde una mujer. Decidido a divertirse a costa de ella, y atraído por saber más de una mujer que es empujada a disfrazarse de hombre, accede a compartir lecho con la chica, pese al horror que tal noticia supone para ella.
Christian tiene sus propios motivos para hospedarse en la posada: está tratando de ayudar a un amigo, Anthony, a recuperar su diario, cuyas páginas contienen una información que podría conmocionar a parte de la respetada sociedad londinense. El libro ha caído en manos de Mr. Freewater que trata de sacar provecho de él mediante el chantaje y la extorsión.
Pero Christian, para quien Anthony es lo más cercano a la familia que tiene, no está dispuesto a permitir que tal cosa suceda. Por ello, bajo la apariencia de un simple lacayo se hospeda en The Dragon Tale. Pese a que su intención era lograr compartir cuarto con el causante de su estancia allí para robarle fácilmente el diario, más tarde no puede lamentarse por los designios de la providencia que le han presentado un nuevo compañero de cuarto… o compañera en realidad.
Enseguida, Christian le desvela a Kate que sabe que es una mujer. Y lejos de desenmascararla ante el resto de inquilinos, la protege de los ojos curiosos de estos.
La enrevesada y conflictiva estancia en la posada alcanza su cota más angustiante para todos los huéspedes cuando aparece asesinato Julius Janson, uno de los más famosos jugadores de críquet del torneo que se desarrolla en la región. Janson era un hombre cruel y despiadado, lo cual lleva a que nadie se sorprenda demasiado del desenlace de éste. Las nevadas caídas durante la noche les mantienen atrapados en la posada. Así que nos encontramos en un marco que nada tiene que envidiar a una novela de suspense y asesinatos.
Christian, quien en realidad siempre ha soñado con dedicarse a la investigación pero que dado su origen noble no ha podido hacerlo, finge ante todos que es un agente de Bow Street que viajaba de incógnito. Bajo esta nueva identidad falsa, pretende desentramar el crimen, y de paso recuperar el susodicho diario de Anthony. Ayudado por Mr. Kaden, es decir Kate, se enfrasca en el esclarecimiento del asesinato.
Pronto las pesquisas le conducen no a uno, sino a varios sospechosos. En el proceso va sintiéndose más y más atraído por la misteriosa y arisca Kate, que actúa como su ayudante y quien no parece dispuesta a desvelarse su identidad ni las causas que la han llevado a huir tan temeraria y precipitadamente hacia Londres.
Así, a la vez que ambos se ven inmersos en una investigación detectivesca, también lo hacen en la relación que poco a poco va fraguándose entre ellos. Hasta el punto que Christian al saber que la joven está desamparada y huyendo de su hermano y una amenaza de boda no deseada, piensa en ser él quien se case con ella, sólo para protegerla, naturalmente.
The Earl of her Dreams es un novela histórica que conjuga una trama romántica con suspense. La novela entremezcla unos elementos que a priori prometen un resultado muy interesante: una protagonista marcada por cicatrices que la hacen poco atractiva a ojos de sus posibles pretendientes, un protagonista bribón e irreverente y un asesinato a resolver. Sin embargo, al llegar a la última página, subyace una sensación de vacío y superficialidad en la trama que no acaba de crear esa sensación de novela cautivante que desearías releer una y otra vez.
Kate Simon es una joven que huye de un doloroso pasado. La culpa por la muerte de su propio padre la corroe y el recuerdo del fallecimiento de éste la acosa bajo insoportables pesadillas. El accidente que le costó la vida a su progenitor, a ella la dejó marcada con cicatrices que ha tratado de ocultar bajo sombreros y vendajes extraños. Unas marcas que a sus ojos la hacen indeseable y poco atractiva para los hombres. Según cree ella. Hasta que conoce al desvergonzado Christian Black que le demuestra lo contrario.
Disfrazada de muchacho llega a The dragon Tale donde conoce a Christian, quien no sólo ve bajo sus ropas, sino más allá. Poco a poco trata de ganarse su confianza para descubrir qué es lo que la aflige y las causas de sus miedos, además de demostrarle que las cicatrices no la afean a sus ojos.
Christian por su parte, es un hombre que ha crecido y vivido solo, sin familia. La muerte de su madre durante el parto le hicieron, bajo el punto de vista de su padre, culpable de ello. Por lo que siempre lo ha apartado y tratado fríamente, convirtiéndolo en un joven díscolo, temerario y granuja.
Pese a que los perfiles de ambos protagonistas nos presentan unas personajes con un pasado atormentado a sus espaldas, el desarrollo de la novela no logra que lleguemos a vislumbrar el verdadero carácter de estos ni que su bagaje anterior. La visión que tenemos de ambos es muy plana, no profundiza con lo que me quedó la sensación de que entender realmente el porqué de su manera de ser.
En gran parte del libro el argumento recae más sobre la investigación del asesinato que en la historia de amor de Kate y Christian. Y si bien es interesante la temática de misterio, ya que nos promete una trama diferente a lo que estamos acostumbrados cuando se trata de novelas que versan sobre la época de la Regencia… la relación romántica entre la pareja es muy superficial.
La evolución de ésta es brusca y repentina, hasta el punto que es difícil discernir el momento exacto en que ambos se enamoran. De repente, simplemente, somos conscientes de ello y tampoco logra transmitirnos emociones intensas y profundas en ese descubrimiento. Más bien da la sensación de que era algo inevitable.
En mi opinión, si bien el libro The Earl of her Dreams se presuponía por su argumento una novela diferente e interesante, no pasa de convertirse en un libro más. Creo el carácter de sus protagonistas está poco trabajado, la trama romántica es muy floja y repentina, y la parte de intriga y suspense no acaba de convencer el precipitado final que la autora escribe, con lo que me parece una novela entretenida pero que ni mucho menos inolvidable.
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