Aunque había leído muchos comentarios sobre este libro, no había tenido la oportunidad de leerlo. Esta novela es una de esas ya casi imposibles de encontrar. Pero he tenido la oportunidad de leerla y la lectura no me ha defraudado.
La enemistad entre la familia Lancaster y Delgado es muy antigua. Las disputas entre ambos tienen un origen casi incierto, pero es innegable la existencia de un odio antiguo y persistente en el tiempo. El último enfrentamiento, previo al inicio de esta novela, tiene lugar años atrás y resultado de éste mueren las cabezas de ambas familias y Diego Delgado logra una cicatriz en su rostro, a manos de Gabriel, que lo marcará de por vida.
Cuando se inicia la historia, Gabriel Lancaster es un hombre con aspiraciones simples. Ha adquirido una plantación en Jamaica en la desea echar raíces. Casado con una joven a la que conoce de toda la vida, viaja con ésta y su hermana Caroline desde Inglaterra con destino a sus nuevas tierras. Pero en el trayecto se cruza con Diego Delgado quien no desaprovecha la oportunidad de atacar el barco de Gabriel. De la trifulca se provoca la muerte de Elizabeth, la mujer de Gabriel, y el apresamiento de Caroline y el mismo Gabriel.
Caroline pasa a manos de Ramón Chavez, primo de los Delgado, y Gabriel queda a merced de su odiado enemigo, Diego que lo hace su esclavo.
Durante su cautiverio conoce a María Delgado, en realidad ya durante el enfrentamiento de ambos barcos se vieron por primera vez. La joven enseguida se siente atraída por el rudo inglés quien ve en ella la herramienta perfecta para vengarse de Diego. Puesto que éste tiene en sus manos a Caroline, a la que imagina soportando toda clase de humillaciones y deshonras, en su mente maquina pagar con la misma moneda: una hermana a cambio de otra.
Pero con lo que no contaba es que la joven María le atrajera tanto y su presencia y cercanía le provoquen sentimientos y deseos desconocidos hasta la fecha. Siempre se ha dicho que los Lancaster aman a una sola mujer y para toda la vida. Gabriel nunca se engañó a sí mismo, sabía que Elizabeth no era esa mujer, pero tampoco desea pasar por el dolor que sufrió su padre tras la muerte de su amada esposa. Así que siempre se ha negado esa posibilidad, hasta que el destino le pone ante María Delgado.
Finalmente logra escapar de su cautiverio y años más tarde, convertido en un temible pirata, su camino vuelve a cruzarse con los Delgado y María. La joven es hecha prisionera y Gabriel se relame de anticipación: ya tiene la oportunidad de saborear su venganza. Sin embargo, cuando tiene la oportunidad descubre que no puede ni desea herirla, y María a su vez siente que aunque debería despreciar a Gabriel no es capaz de hacerlo.
Así nace una lucha de voluntades y enfrentamientos entre una pareja destinada a odiarse pero que, sin pretenderlo, acaban enamorándose el uno del otro.
Tengo que admitir que Shirlee Busbee no se ha contado nunca entre mis escritoras preferidas. Sin embargo, La Rosa de España ha conseguido cautivarme completamente. La historia es muy intensa, plagada de odio, malentendidos y pasión, de tal modo que sin darme cuenta acabé pegada a las páginas del libro.
La pareja protagonista es muy pasional. Sus encuentros y desencuentros están envueltos de química. La electricidad que emanan es casi palpable. Las desconfianzas, los recelos y el odio entre ambas familias se interponen entre ellos, además de la propia tozudez de ambos que se niegan a reconocer sus sentimientos.
Enmarcado en una trama de aventuras, piratas y con el exótico Caribe de telón de fondo, nos encontramos ante una novela intensa como es habitual en Shirlee Busbee.
Además de la historia de amor y odio entre María y Gabriel, de fondo subyace el enfrentamiento entre españoles e ingleses durante el siglo XIX. Las batallas y trifulcas a través de los mares, la conquista de nuevas tierras, los botines y sangrientos desenlaces…
Esto junto a la tempestuosa relación de los protagonistas son buenos ingredientes para los lectores que deseen aventurarse en otras temáticas, y gracias y de la mano de una de las autoras clásicas del género romántico.
Quizá el aspecto que más me ha chocado de la lectura de este libro, algo que no sé si se puede achacar a la traducción o que el original ya era así, son algunas expresiones y diálogos entre la pareja. Las palabras y modo de hablar provocan un ligero chirrío de dientes por lo artificial de éste, pero salvando ese detalle, la novela es muy intensa y pasional.
A diferencia de otros protagonistas de Busbee, Gabriel Lancaster pese a ser impetuoso y estar regido por el odio es bastante comedido con María. No encontraréis escenas violentas entre la pareja como en otros libros. Si acaso, es la protagonista la que en ocasiones resulta infantil y casi absurda en la negación de sus sentimientos por Gabriel.
La acción es constante, el ritmo muy ágil pese a las detalladas y exhaustivas descripciones de las escenas.
Poco a poco, tras innumerables batallas y enfrentamientos entre María y Gabriel asistimos a cómo tiene lugar un historia de amor intensa y cautivante.
La ambientación, la documentación histórica, los paisajes, la vida pirata, los saqueos y batallas son algunos de los elementos de fondo que junto al romance de la pareja protagonista conforman La Rosa de España.
Además existe una historia secundaria que reporta un toque más amable y simpático a la trama: la de Zeus, compañero y amigo de Gabriel, y Pilar, la amiga de María.
Además se nos insinúa la historia entre Ramón y Caroline, pero en este libro sólo podemos intuir algo de ese romance.
En fin, que a las lectoras que prefieran o deseen disfrutar de libros de autoras más clásicas, en La Rosa de España se encontrarán con una novela intensa, con protagonistas muy viscerales y apasionados.
La enemistad entre la familia Lancaster y Delgado es muy antigua. Las disputas entre ambos tienen un origen casi incierto, pero es innegable la existencia de un odio antiguo y persistente en el tiempo. El último enfrentamiento, previo al inicio de esta novela, tiene lugar años atrás y resultado de éste mueren las cabezas de ambas familias y Diego Delgado logra una cicatriz en su rostro, a manos de Gabriel, que lo marcará de por vida.
Cuando se inicia la historia, Gabriel Lancaster es un hombre con aspiraciones simples. Ha adquirido una plantación en Jamaica en la desea echar raíces. Casado con una joven a la que conoce de toda la vida, viaja con ésta y su hermana Caroline desde Inglaterra con destino a sus nuevas tierras. Pero en el trayecto se cruza con Diego Delgado quien no desaprovecha la oportunidad de atacar el barco de Gabriel. De la trifulca se provoca la muerte de Elizabeth, la mujer de Gabriel, y el apresamiento de Caroline y el mismo Gabriel.
Caroline pasa a manos de Ramón Chavez, primo de los Delgado, y Gabriel queda a merced de su odiado enemigo, Diego que lo hace su esclavo.
Durante su cautiverio conoce a María Delgado, en realidad ya durante el enfrentamiento de ambos barcos se vieron por primera vez. La joven enseguida se siente atraída por el rudo inglés quien ve en ella la herramienta perfecta para vengarse de Diego. Puesto que éste tiene en sus manos a Caroline, a la que imagina soportando toda clase de humillaciones y deshonras, en su mente maquina pagar con la misma moneda: una hermana a cambio de otra.
Pero con lo que no contaba es que la joven María le atrajera tanto y su presencia y cercanía le provoquen sentimientos y deseos desconocidos hasta la fecha. Siempre se ha dicho que los Lancaster aman a una sola mujer y para toda la vida. Gabriel nunca se engañó a sí mismo, sabía que Elizabeth no era esa mujer, pero tampoco desea pasar por el dolor que sufrió su padre tras la muerte de su amada esposa. Así que siempre se ha negado esa posibilidad, hasta que el destino le pone ante María Delgado.
Finalmente logra escapar de su cautiverio y años más tarde, convertido en un temible pirata, su camino vuelve a cruzarse con los Delgado y María. La joven es hecha prisionera y Gabriel se relame de anticipación: ya tiene la oportunidad de saborear su venganza. Sin embargo, cuando tiene la oportunidad descubre que no puede ni desea herirla, y María a su vez siente que aunque debería despreciar a Gabriel no es capaz de hacerlo.
Así nace una lucha de voluntades y enfrentamientos entre una pareja destinada a odiarse pero que, sin pretenderlo, acaban enamorándose el uno del otro.
Tengo que admitir que Shirlee Busbee no se ha contado nunca entre mis escritoras preferidas. Sin embargo, La Rosa de España ha conseguido cautivarme completamente. La historia es muy intensa, plagada de odio, malentendidos y pasión, de tal modo que sin darme cuenta acabé pegada a las páginas del libro.
La pareja protagonista es muy pasional. Sus encuentros y desencuentros están envueltos de química. La electricidad que emanan es casi palpable. Las desconfianzas, los recelos y el odio entre ambas familias se interponen entre ellos, además de la propia tozudez de ambos que se niegan a reconocer sus sentimientos.
Enmarcado en una trama de aventuras, piratas y con el exótico Caribe de telón de fondo, nos encontramos ante una novela intensa como es habitual en Shirlee Busbee.
Además de la historia de amor y odio entre María y Gabriel, de fondo subyace el enfrentamiento entre españoles e ingleses durante el siglo XIX. Las batallas y trifulcas a través de los mares, la conquista de nuevas tierras, los botines y sangrientos desenlaces…
Esto junto a la tempestuosa relación de los protagonistas son buenos ingredientes para los lectores que deseen aventurarse en otras temáticas, y gracias y de la mano de una de las autoras clásicas del género romántico.
Quizá el aspecto que más me ha chocado de la lectura de este libro, algo que no sé si se puede achacar a la traducción o que el original ya era así, son algunas expresiones y diálogos entre la pareja. Las palabras y modo de hablar provocan un ligero chirrío de dientes por lo artificial de éste, pero salvando ese detalle, la novela es muy intensa y pasional.
A diferencia de otros protagonistas de Busbee, Gabriel Lancaster pese a ser impetuoso y estar regido por el odio es bastante comedido con María. No encontraréis escenas violentas entre la pareja como en otros libros. Si acaso, es la protagonista la que en ocasiones resulta infantil y casi absurda en la negación de sus sentimientos por Gabriel.
La acción es constante, el ritmo muy ágil pese a las detalladas y exhaustivas descripciones de las escenas.
Poco a poco, tras innumerables batallas y enfrentamientos entre María y Gabriel asistimos a cómo tiene lugar un historia de amor intensa y cautivante.
La ambientación, la documentación histórica, los paisajes, la vida pirata, los saqueos y batallas son algunos de los elementos de fondo que junto al romance de la pareja protagonista conforman La Rosa de España.
Además existe una historia secundaria que reporta un toque más amable y simpático a la trama: la de Zeus, compañero y amigo de Gabriel, y Pilar, la amiga de María.
Además se nos insinúa la historia entre Ramón y Caroline, pero en este libro sólo podemos intuir algo de ese romance.
En fin, que a las lectoras que prefieran o deseen disfrutar de libros de autoras más clásicas, en La Rosa de España se encontrarán con una novela intensa, con protagonistas muy viscerales y apasionados.
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