Sinopsis:
A los noventa años, no había nada que le gustara más al poderoso patriarca del clan MacGregor que hacer de casamentero con su familia y formar parejas felices. Encontró en tres de sus nietas a las novias perfectas para los tres candidatos que tenía en mente, pero antes debería convencerlas de que el amor y el matrimonio eran tan importantes como sus carreras profesionales.
Tres historias muy cortitas reunidas en una sola novela para pasar una tarde entretenida. Esto es en esencia lo que ofrece este libro.
La verdad es que leer a Nora Roberts siempre resulta agradable, pero lo cierto es que este libro apenas aporta nada, salvo, quizá, las sonrisas que te puede provocar ver como el patriarca de los MacGregor intenta casar a sus nietas, y no porque él tenga prisa, nooooo, solamente porque su esposa a la que adora, tiene muchas ganas de verlas casadas y con familia. Esa es la argucia con la que se defiende ante sus nietas cuando le piden explicaciones por querer organizarles la vida y ante cualquier otro miembro de la familia.
Laura, Gwen y Julia, viven juntas en una preciosa casa, son mujeres independientes y con un futuro laboral prometedor.
La primera pareja está formada por Laura, la hija de Caine y Diana, que como sus padres es abogada y vive volcada en su trabajo, y Royce Cameron un joven conocido de Daniel MacGregor, que tiene una empresa de seguridad. El abuelo se empeña en que sus nietas necesitan un sistema de seguridad en su casa y envía a Royce.
La segunda pareja la forman Gwen, hija de Serena y Justin, y que como su abuela es médico, y Branson Maguirre, escritor y, como no, conocido también de MacGregor que le empuja en brazos de su nieta con la excusa de que puede ayudarle con su novela.
La tercera y última pareja son Julia, hija de Alan y Shelby, que se dedica a la compra de inmuebles y su posterior reforma y venta, y Cullum Murdoch, contratista, y el hijo de un íntimo amigo del abuelo de Julia con quien el patriarca del clan se alía y hacen ambos de casamenteros.
Tres simples y sencillos romances, con los típicos y maravillosos hombres "Roberts" (¡los mejores del mundo!), con momentos tiernos y dulces y... poco más.
Las tres historias culminan en las navidades con unas tiernas declaraciones de amor y con toda la familia MacGregor como testigos.
Un libro agradable que si lo lees te quedas satisfecha y si no quieres leerlo tampoco te pierdes nada. Eso sí, para las fanáticas de tener las series completas es de obligada compra.
A los noventa años, no había nada que le gustara más al poderoso patriarca del clan MacGregor que hacer de casamentero con su familia y formar parejas felices. Encontró en tres de sus nietas a las novias perfectas para los tres candidatos que tenía en mente, pero antes debería convencerlas de que el amor y el matrimonio eran tan importantes como sus carreras profesionales.
Tres historias muy cortitas reunidas en una sola novela para pasar una tarde entretenida. Esto es en esencia lo que ofrece este libro.
La verdad es que leer a Nora Roberts siempre resulta agradable, pero lo cierto es que este libro apenas aporta nada, salvo, quizá, las sonrisas que te puede provocar ver como el patriarca de los MacGregor intenta casar a sus nietas, y no porque él tenga prisa, nooooo, solamente porque su esposa a la que adora, tiene muchas ganas de verlas casadas y con familia. Esa es la argucia con la que se defiende ante sus nietas cuando le piden explicaciones por querer organizarles la vida y ante cualquier otro miembro de la familia.
Laura, Gwen y Julia, viven juntas en una preciosa casa, son mujeres independientes y con un futuro laboral prometedor.
La primera pareja está formada por Laura, la hija de Caine y Diana, que como sus padres es abogada y vive volcada en su trabajo, y Royce Cameron un joven conocido de Daniel MacGregor, que tiene una empresa de seguridad. El abuelo se empeña en que sus nietas necesitan un sistema de seguridad en su casa y envía a Royce.
La segunda pareja la forman Gwen, hija de Serena y Justin, y que como su abuela es médico, y Branson Maguirre, escritor y, como no, conocido también de MacGregor que le empuja en brazos de su nieta con la excusa de que puede ayudarle con su novela.
La tercera y última pareja son Julia, hija de Alan y Shelby, que se dedica a la compra de inmuebles y su posterior reforma y venta, y Cullum Murdoch, contratista, y el hijo de un íntimo amigo del abuelo de Julia con quien el patriarca del clan se alía y hacen ambos de casamenteros.
Tres simples y sencillos romances, con los típicos y maravillosos hombres "Roberts" (¡los mejores del mundo!), con momentos tiernos y dulces y... poco más.
Las tres historias culminan en las navidades con unas tiernas declaraciones de amor y con toda la familia MacGregor como testigos.
Un libro agradable que si lo lees te quedas satisfecha y si no quieres leerlo tampoco te pierdes nada. Eso sí, para las fanáticas de tener las series completas es de obligada compra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.