Mi nombre es Elle Kavanagh, y lo conocí en una confitería. Él se volvió y me sonrió, y yo me sorprendí tanto que le devolví la sonrisa. No era una tienda para niños, sino la clase de establecimiento donde una va a comprar trufas caras de importación para la mujer del jefe porque se siente culpable después de haberse dado un revolcón con él durante una conferencia en Milwaukee... hipotéticamente hablando, claro. Han flirteado conmigo un montón de veces, sobre todo tipos carentes de sutileza que creían que lo que tenían entre las piernas compensaba lo que les faltaba entre las orejas. A pesar de todo, a veces me iba a casa con alguno de ellos, porque me gustaba desear y ser deseada, aunque en gran parte fuera una mentira. El problema con el deseo radica en que es como verter agua en un vaso lleno de piedras. Se llena enseguida, y no queda espacio para nada más. No voy a disculparme por ser quien soy, ni por lo que he hecho. Tengo mi trabajo, mi casa y mi vida, y durante mucho tiempo no he necesitado nada más... Hasta que conocí a Daniel “Dan” Stewart. Hasta ahora.
La mayoría de las lectoras de literatura romàntica que conozco no son grandes entusiastas de literatura erótica, y casi todas por el mismo motivo : no hay mucho romanticismo en este género, el amor suele brillar por su ausencia y la trama, cuando la hay, està exclusivamente al servicio de los numerosos y, en su mayor parte, gratuìtos encuentros sexuales.
Bueno, éste es un libro erótico y por descontado tiene muchas escenas relatadas con toda claridad, pero lo que mejor define a esta novela es precisamente lo que no tiene; no tiene una trama superficial, mero soporte para llenar páginas y páginas de escenas más o menos tórridas; no tiene un protagonista supermacho que se pase toda la novela en estado de excitación permanente y sin otra idea en la cabeza que tirarse a todo lo que se mueva, venga a cuento o no; no tiene una protagonista en cuyo vocabulario no entre la palabra NO; no tiene un lenguaje soez ni pornográfico, a pesar de lo explícito de su narración. En cambio os voy a decir lo que SI tiene y por lo que me ha gustado tanto esta novela; tiene un argumento que va de menos a más; empieza con lo que parece un tópico: mujer liberada que se acuesta alegremente con quien le parece sin más complicaciones, y acaba descubriéndonos una vida de abusos, de dolor, de silencios y de incomprensiones. Tiene un protagonista maravilloso, Dan, que lisa y llanamente se enamora de ella y despliega toda su comprensión y paciencia para ayudarla a superar su incapacidad de dar algo más que su cuerpo. Tiene una protagonista, Elle, traumatizada por los secretos que guarda su familia y que es incapaz de dejarse llevar por el amor que siente por Dan.Tiene unos diálogos profundos y reflexivos,y como dije antes, tiene muchas escenas de sexo explícito, narradas con tal naturalidad que no resultan ni cargantes ni ofensivas. Y lo que más me gustó es que - aunque ya te lo vas suponiendo - la autora no te deja saber cuál es la causa de todo el conflicto que sufre la protagonista hasta prácticamente el final de la novela, lo que mantiene la tensión durante toda la lectura.
Me sorprendió muy positivamente la primera novela que leí de esta autora , Amante Imaginaria (Broken) , y busqué rápidamente otra obra de ella para saber si había sido una estrella fugaz o había encontrado una escritora con un estilo propio ; me alegro mucho de que sea esto último, porque espero seguir leyéndola y disfrutando . Ojalá a vosotras os pase lo mismo. Para mí ha sido todo un descubrimiento.
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