Hace mucho, mucho tiempo, cuando la naturaleza regía las leyes humanas y los dioses y las hadas gobernaban sobre ella... Uno de esos dioses, y una de esas hadas se vieron obligados a dejar atrás el rencor para luchar juntos contra los romanos.
Pero hay misiones que no son tan fáciles como parecen... Porque ni todos los dioses son piadosos, ni todas las hadas son seres dulces y adorables...
Un hada castigada por sus travesuras en el mundo mortal...
Un dios forzado a expiar las culpas de los demás...
Un pueblo que sólo busca seguir con vida...
Pasión. Lucha. Rencor. Remordimientos. Venganza. Magia. Diversión... Y sobre todo, AMOR.
Creo que ésta va a ser la crítica más difícil que he hecho en siete años, porque describir Faery, o los sentimientos que me ha transmitido esta novela, es casi imposible. Faery es fantasía, es color, vida, pasión, humor, pero por encima de todo es una historia épica de amor de esas en las que los dos protagonistas son de armas tomar y te enamoran.
Érika Gael es una escritora que me tiene en una nube. No me importa decir a los cuatro vientos que se ha convertido en mi escritora favorita de novela romántica paranormal o de fantasía, que para mí ha desbancado a Sherrilyn Kenyon, la que era mi favorita hasta el momento. Pero claro, es mi opinión de lectora como otra cualquiera, y comprendo que hay mucha gente que no va a entender lo que quiero decir. Para entenderlo, hay que leerla.
E. Gael ha creado un mundo de fantasía y mitología donde las hadas, duendes y dioses conviven, donde viajar en el tiempo es algo común, y donde el sol cada mañana da luz gracias a un Dios con apariencia a lo Gerard Butler. Un reino de magia, donde un hada con el pelo de un peculiar tono rojizo, es castigada por culpa de sus travesuras y es enviada a realizar una misión muy importante para poder ser perdonada.
Xesa es un hada muy especial. No es un hada dulce y sumisa... tiene apariencia de mujer y posee mucho caracter. Traviesa y pasional, no duda en hacer cualquier cosa para salirse con la suya. Pero guarda en su corazón un motivo por el que no quiere volver a entregarle su confianza a nadie. Y aunque os pueda parecer un ser caprichoso y voluble... no lo es. De hecho se ha convertido en mi personaje femenino favorito de la novela romántica. La he llegado a querer tanto, que al terminar la novela la eché de menos como si fuera una querida amiga. Xesa es divertida, espontánea, ácida, inocente (a veces), caprichosa (a ratos)... y si tienes corazón, consigue atrapártelo.
Lugh... uff, para Lugh no tengo palabras. Pues eso, tenéis que leer Faery para descubrir a este pedazo de dios del sol, que quita el sentido.
Algo que destaco de las novelas de Érika es que consigue lo que no consiguen todas las escritoras románticas y que para mí es fundamental: me conmueve con una simple mirada entre los protagonistas. Consigue transmitir con un pequeño gesto toda la pasión que otras autoras no logran trasmitir ni con una escena de cama de 20 páginas.
¡Y cómo narra las escenas de pasión...! Agrrr, se me pone la piel de gallina.
En fin, a mí me tiene a su pies, y con ella me voy hasta el fin del mundo, con tal de poder seguir leyendo novelas como Faery. Gracias Érika Gael por devolverme la ilusión por la novela romántica.
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