Sinopsis
Greyden Kane es uno de los seductores más famosos de Londres. Un accidente le obliga a instalarse en casa de su mejor amigo, cuya hija, Rose, se dedica a cuidarlo noche y día. Ambos se enamoran, pero la promesa que Grey le hace al padre de Rose en su lecho de muerte les impide estar juntos. Grey y Rose se encuentran en una fiesta organizada en el club Saint's Row. Sólo una mujer capta la atención de Grey. Oculto tras su máscara, pasa con ella una noche de pasión y ternura pensando que no lo ha reconocido. Por su parte, Rose no está dispuesta a sacrificar su felicidad y no descansará hasta seducir a Grey. Lo único que él tiene que hacer es decir que sí…
Primer libro de la serie El Club Saint Row.
Greyden Kane ha sido durante muchos años uno de los mayores libertinos de Londres. No ha tenido reparos en acostarse con vírgenes, casadas, viudas e incluso, hasta con alguna madre e hija. Poco le han importado nunca los corazones destrozados que dejaba a su paso o la reputación de las jóvenes virginales. Hasta que cierto día, alguien pone fin a su desenfrenada y lujuriosa vida rajándole la cara, lo que le deja una importante cicatriz que le cruza el rostro. Desde entonces vive prácticamente recluido y cuando sale lo hace tras una máscara.
Cuando es atacado y tiene la mejilla abierta chorreando sangre, es el padre de Rose (íntimo amigo suyo) quien lo acoge en su casa, quien se encarga de que un cirujano cosa su cara y que su hija lo cuide. Durante el tiempo que pasa convaleciente con su amigo y su familia, entre Grey y Rose surge una intensa atracción y los dos se enamoran. Sin embargo, el padre de Rose le hace prometer en su lecho de muerte que jamás pondrá una mano encima de su hija y a su hija, que nunca tendrá nada que ver con Grey.
El padre de Rose muere en la ruina y Grey se hace cargo de Rose y de su madre, escondiendo siempre lo que siente por Rose. Pasado el luto, estipula una importante dote para la joven y organiza su temporada en Londres para que encuentre un buen marido.
Rose no está dispuesta a renunciar al amor de su vida y un día antes de ir a hospedarse junto con su madre a casa de Grey, decide salir a vivir una aventura en el club de Saint Row donde sabe que él va algunas noches. Un lugar donde lo mismo se realizan bailes formales, fiestas benéficas o encuentros clandestinos. Tras las máscaras, las parejas dan rienda suelta a sus pasiones. Grey, efectivamente está esa noche en el club intentando encontrar una mujer que sea lo más parecido a la mujer que ocupa día y noche su mente y en cuanto ve a la mujer que aun escondida tras la máscara tanto se parece a Rose, decide ir tras ella. Lógicamente, Rose es a lo que ha ido y no duda en entregarle su virginidad con un ardor apoteósico.
Ay, él no sabe quién es esa mujer que por un momento le ha hecho olvidarse de la Rose que siempre amó y que, al mismo tiempo, tanto le recuerda a la mujer que nunca podrá tener.
Conciertan una cita para el próximo jueves y vuelven a encontrarse… Rose ya vive en casa de Grey y días más tarde ella le confiesa quién es la mujer que se esconde tras la máscara. Él se enfada mucho aunque le dice que ya lo sabía y que aún así nunca podrán estar juntos porque se lo prometió a su padre y ella no sabe la clase de hombre que es.
Bueno, en fin, no sigo contando nada más porque, en realidad, a esto se reduce todo. No, todo no, porque esta jovencita diez años menor que él, lee revistas subidas de tono e inocentemente le pregunta a él cosas como que qué es un cunnilingus y él, antes de que se lo explique otro, se lo cuenta.
El argumento, embarrullado y con muy poco sentido, gira en torno al pasado de Grey, a cuánto le atormenta lo que hizo a tantas mujeres, a que la sociedad habla a sus espaldas, a que él odia a la sociedad porque está podrida y son una panda de ingratos y desleales, a que nunca podrá estar con Rose (y vuelta la burra al trigo una y otra vez) a lo duro que se pone el pobre hombre cada vez que ve a la chica, a que sabe que tiene que salir con otros hombres pero los celos se lo comen vivo… Eso en cuanto a él. En lo concerniente a ella, ella intenta darle celos, trata de traspasar su duro corazón, quiere que salga de su escondite, se presta a sus besos y sus caricias cuando corresponde…
Al final, la promesa que le hicieron al padre se la pasan por el forro y los pillan revolcándose en la cama y se tienen que casar. A partir de ahí ponen en práctica el manual que la chica lee, una revista sin un ápice de censura donde se habla mucho más claramente de lo que hablamos hoy en día y a la que, por cierto, se puede uno suscribir y que te la manden para no perderte ni un solo artículo. Sexo, sexo y más sexo.
Y no, no acaba ahí, porque falta por saber quién le marcó la cara y por qué. Falta que asista a las fiestas con Rose y que deje de ir sola, falta que toda la sociedad vea cuánto se aman, falta que se vea que se ha redimido y es un hombre fantástico, falta que él le diga que la ama con todo su corazón… Y todo eso pasa, claro.
No me ha gustado nada. Me parece una novela cuyo argumento es una mezcla de “peticiones del oyente” donde la autora ha metido un poco de aquí y otro poco de allá y que después la ha aderezado con sexo a tutiplén bien subidito de tono, para dar lo que, tristemente, parece que hoy quieren las lectoras de romántica. Yo no quiero eso, gracias, yo quiero un argumento sólido, una historia de amor que se vaya fraguando y que el sexo llegue cuando toca. Si esto es lo que me espera en la novela romántica, me voy a despedir del género.
Le voy a dar un 1 por la buena traducción, la buena edición y la bonita portada.
Greyden Kane es uno de los seductores más famosos de Londres. Un accidente le obliga a instalarse en casa de su mejor amigo, cuya hija, Rose, se dedica a cuidarlo noche y día. Ambos se enamoran, pero la promesa que Grey le hace al padre de Rose en su lecho de muerte les impide estar juntos. Grey y Rose se encuentran en una fiesta organizada en el club Saint's Row. Sólo una mujer capta la atención de Grey. Oculto tras su máscara, pasa con ella una noche de pasión y ternura pensando que no lo ha reconocido. Por su parte, Rose no está dispuesta a sacrificar su felicidad y no descansará hasta seducir a Grey. Lo único que él tiene que hacer es decir que sí…
Primer libro de la serie El Club Saint Row.
Greyden Kane ha sido durante muchos años uno de los mayores libertinos de Londres. No ha tenido reparos en acostarse con vírgenes, casadas, viudas e incluso, hasta con alguna madre e hija. Poco le han importado nunca los corazones destrozados que dejaba a su paso o la reputación de las jóvenes virginales. Hasta que cierto día, alguien pone fin a su desenfrenada y lujuriosa vida rajándole la cara, lo que le deja una importante cicatriz que le cruza el rostro. Desde entonces vive prácticamente recluido y cuando sale lo hace tras una máscara.
Cuando es atacado y tiene la mejilla abierta chorreando sangre, es el padre de Rose (íntimo amigo suyo) quien lo acoge en su casa, quien se encarga de que un cirujano cosa su cara y que su hija lo cuide. Durante el tiempo que pasa convaleciente con su amigo y su familia, entre Grey y Rose surge una intensa atracción y los dos se enamoran. Sin embargo, el padre de Rose le hace prometer en su lecho de muerte que jamás pondrá una mano encima de su hija y a su hija, que nunca tendrá nada que ver con Grey.
El padre de Rose muere en la ruina y Grey se hace cargo de Rose y de su madre, escondiendo siempre lo que siente por Rose. Pasado el luto, estipula una importante dote para la joven y organiza su temporada en Londres para que encuentre un buen marido.
Rose no está dispuesta a renunciar al amor de su vida y un día antes de ir a hospedarse junto con su madre a casa de Grey, decide salir a vivir una aventura en el club de Saint Row donde sabe que él va algunas noches. Un lugar donde lo mismo se realizan bailes formales, fiestas benéficas o encuentros clandestinos. Tras las máscaras, las parejas dan rienda suelta a sus pasiones. Grey, efectivamente está esa noche en el club intentando encontrar una mujer que sea lo más parecido a la mujer que ocupa día y noche su mente y en cuanto ve a la mujer que aun escondida tras la máscara tanto se parece a Rose, decide ir tras ella. Lógicamente, Rose es a lo que ha ido y no duda en entregarle su virginidad con un ardor apoteósico.
Ay, él no sabe quién es esa mujer que por un momento le ha hecho olvidarse de la Rose que siempre amó y que, al mismo tiempo, tanto le recuerda a la mujer que nunca podrá tener.
Conciertan una cita para el próximo jueves y vuelven a encontrarse… Rose ya vive en casa de Grey y días más tarde ella le confiesa quién es la mujer que se esconde tras la máscara. Él se enfada mucho aunque le dice que ya lo sabía y que aún así nunca podrán estar juntos porque se lo prometió a su padre y ella no sabe la clase de hombre que es.
Bueno, en fin, no sigo contando nada más porque, en realidad, a esto se reduce todo. No, todo no, porque esta jovencita diez años menor que él, lee revistas subidas de tono e inocentemente le pregunta a él cosas como que qué es un cunnilingus y él, antes de que se lo explique otro, se lo cuenta.
El argumento, embarrullado y con muy poco sentido, gira en torno al pasado de Grey, a cuánto le atormenta lo que hizo a tantas mujeres, a que la sociedad habla a sus espaldas, a que él odia a la sociedad porque está podrida y son una panda de ingratos y desleales, a que nunca podrá estar con Rose (y vuelta la burra al trigo una y otra vez) a lo duro que se pone el pobre hombre cada vez que ve a la chica, a que sabe que tiene que salir con otros hombres pero los celos se lo comen vivo… Eso en cuanto a él. En lo concerniente a ella, ella intenta darle celos, trata de traspasar su duro corazón, quiere que salga de su escondite, se presta a sus besos y sus caricias cuando corresponde…
Al final, la promesa que le hicieron al padre se la pasan por el forro y los pillan revolcándose en la cama y se tienen que casar. A partir de ahí ponen en práctica el manual que la chica lee, una revista sin un ápice de censura donde se habla mucho más claramente de lo que hablamos hoy en día y a la que, por cierto, se puede uno suscribir y que te la manden para no perderte ni un solo artículo. Sexo, sexo y más sexo.
Y no, no acaba ahí, porque falta por saber quién le marcó la cara y por qué. Falta que asista a las fiestas con Rose y que deje de ir sola, falta que toda la sociedad vea cuánto se aman, falta que se vea que se ha redimido y es un hombre fantástico, falta que él le diga que la ama con todo su corazón… Y todo eso pasa, claro.
No me ha gustado nada. Me parece una novela cuyo argumento es una mezcla de “peticiones del oyente” donde la autora ha metido un poco de aquí y otro poco de allá y que después la ha aderezado con sexo a tutiplén bien subidito de tono, para dar lo que, tristemente, parece que hoy quieren las lectoras de romántica. Yo no quiero eso, gracias, yo quiero un argumento sólido, una historia de amor que se vaya fraguando y que el sexo llegue cuando toca. Si esto es lo que me espera en la novela romántica, me voy a despedir del género.
Le voy a dar un 1 por la buena traducción, la buena edición y la bonita portada.
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