¿Existe el amor a primera vista?
Sin duda es el punto de parte de Bajo el brillo de la luna, la primera de las novelas que componen la saga de las hermanas Lyndon, de Julia Quinn. Aunque se han publicado en orden inverso, ésta es anterior a Más brillante que el sol.
Victoria Lyndon, la hija mayor del vicario de Bellfield, y Robert Kemble, el conde de Macclesfield, se conocieron y enamoraron a primera vista. Ninguno creía en ese tipo de amor pero apenas sus miradas se encontraron e intercambiaron algunas palabras, bastó para cerciorarse que estaban enamorados y querían pasar juntos el resto de sus vidas.
Pero un malentendido, algunos subterfugios por parte de sus respectivos padres, que no veían con buenos ojos esa relación, también bastó para que los jóvenes enamorados se separaran, cada uno creyendo que el otro era el culpable de ese amor truncado. Sintiéndose heridos y engañados, con el corazón roto, no volvieron a verse hasta varios años después...
Siete años más tarde, Victoria, que abandonó el condado de Kent, donde vivía y conoció a Robert, trabaja como institutriz de hijos de familias acomodadas. Robert también abandonó Kent y fijó su residencia en Londres, donde se ha ganado una merecida reputación como mujeriego. Casualmente asiste a una reunión en casa de una familia acomodada y allí se reencuentra con Victoria, que trabaja como institutriz del hijo de dicha familia. El rencor no tarda en estallar entre ellos, pero también lo hace el recuerdo de los meses compartidos y del sueño de un amor juvenil y alocado. Pero cada uno desconfía del otro y no cree en la fuerza de aquel amor.
Tras varios encontronazos, con plan incluido de Robert para humillar a Victoria, ambos descubren que ninguno de los dos faltó a su promesa. O, más bien, que hubo una manipulación por parte de sus respectivos padres que impidió la fuga que tenían planeada.
Robert desea con toda su alma recuperar a Victoria y casarse con ella, pero la joven institutriz no confía en él y no está dispuesta a darle una segunda oportunidad. Robert no se rinde y está dispuesto a todo por volver a enamorarla, incluso de, como un día años atrás le jurara, entregarle la luna.
Aunque hace unos meses se publicó Más brillante que el sol, protagonizada por Ellie Lyndon, he leído primero ésta, ya que al tratarse de la primera de las dos historias quería leerlas en orden. No creo que sea muy relevante, pero la razón por la que lo menciono es que no puedo comparar ambas novelas y decir si tienen mucha similitud ni cuál es mejor que la otra.
El punto de partida de esta novela, sin ser novedoso, me gustó. Una joven pareja que pertenece a clases sociales diferentes, que se enamoran desde que se ven por primera vez. La verdad es que los primeros capítulos me gustaron mucho, sobre todo a raíz de los malos entendidos que dan como resultado la separación de estos. Me gusta la sencillez con que se narran los encuentros, cómo sin percatarnos las dudas empiezan a hacer mella y, sobretodo, me gusta el cariz tierno de la novela.
Las novelas de reencuentros, segundas oportunidades y algunos malos entendidos -sin resultar agobiantes- me gustan mucho, así que tras esos capítulos estaba muy entusiasmada. Pero desde el momento en que se reencuentran y la verdad sale a la luz, la sensación que me dio fue que el ritmo de la historia no seguía la misma línea que en capítulos anteriores.
La trama es sencilla, incluso diría que previsible. No hay grandes sobresaltos ni secretos que te mantengan en vilo, pues sabemos qué sucedió y el porqué de la separación de Robert y Victoria.
Lo que más me gusta de las novelas de Julia Quinn es la dulzura y la sencillez con que se describe, con la que nos envuelve poco a poco. Me gustan los diálogos ingeniosos y chispeantes a los que nos tiene tan acostumbradas. Sin embargo, esta novela no me ha calado de la misma manera que otras de las maravillosas historias que hemos leído anteriormente. Tal vez se deba al hecho de que está escrita con anterioridad, es decir que no había desarrollado tanto su don para trasladarnos a La Regencia y a los enredos y románticas historias que conocemos.
Sin embargo, a pesar de todo lo que señalo, Bajo el brillo de la luna me ha entretenido bastante y durante bastantes capítulos me gustó, realmente. Reitero lo dicho anteriormente. No me ha emocionado ni mantenido enganchada como El duque y yo o Te doy mi corazón (por mencionar algunas de mis preferidas de los Bridgerton), pero sí que me ha hecho pasar un rato agradable y entretenido.
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