Como el hijo segundo de un duque, la vida de Michael Kenyon estaba en el ejército. Así que se unió a él. Con ello, su futuro de algún modo también quedó inexorablemente marcado por éste. Sin embargo en el momento que tomó esa decisión no lo sabía,tampoco de que modo.
Cuando fue herido de gravedad durante la guerra en la Península, nadie creía que fuera a sobrevivir, pero lo hizo gracias a los atentos cuidados de una abnegada enfermera, Catherine. Ése fue el primer encuentro entre la pareja, el momento en que se conocieron, pero sólo fue una primera vez en una cadena de coincidencias y acontecimientos marcados por el destino, la muerte y la guerra.
El reencuentro se produce un año más tarde. Napoleón ha escapado de Elba y el ejército se prepara. Michael viaja a Bruselas a la espera de reincorporarse a las filas. Junto a otros dos oficiales de caballería, sus respectivas esposas y su buen amigo Kenneth Wilding, se hospedan en una casa. De modo que se encuentra viviendo bajo el mismo techo que Catherine, casada con Colin Melbourne, uno de los oficiales. Aunque se siente muy atraído por ella y aunque es evidente que no se trata de un matrimonio feliz, Michael se mantiene alejado, fiel al juramento que hizo años atrás: el de no volver a enamorarse de mujeres casadas.
Catherine se casó muy joven con Colin, quien a pesar de sus defectos es amable con ella y Amy, la hija de ambos, y se mantiene fiel a su marido. Mujer e hija de soldados, Catherine es una mujer que desde muy joven ha vivido en el frente de batalla, se hizo enfermera y siempre tiene una caricia para el herido, una palabra de consuelo para el que delira.
Un año más tarde, viuda tras la muerte de Colin, Catherine busca al atractivo y honorable soldado Michael Kenyon y le ruega encarecidamente ayuda. Michael sabe que no puede negarse. Tiene una cuenta pendiente con ella desde el momento que le salvó la vida.
Catherine podría heredar una isla llamada Skoal pero para ello necesita presentarse con su marido, ya que su abuelo, un hombre de ideas muy arraigadas y antiguas, no sabe que Colin ha muerto pero si lo supiera nunca le daría la isla siendo una mujer soltera.
La idea de Catherine es que Michael se haga pasar por su marido para heredar y asegurar el futuro de su hija. En sus planes no entra volver a contraer matrimonio, a pesar de los sentimientos que Michael le inspira. El matrimonio conlleva situaciones y experiencias por las que no desea volver a pasar.
Sólo en Skoal Michael descubre que Colin ha muerto y ve la ocasión de enamorar a Catherine, pero ésta es reacia a la idea de volver a casarse. Michael no comprende el origen de sus miedos pero está dispuesto a aplacarlos y enamorar a la mujer a las que los soldados apodaron el ángel.
Sin embargo, todos los problemas de la pareja no acaban ahí, ya que en la isla de Skoal acecha el peligro que amenaza las vidas y el futuro de Michael, Catherine y la pequeña Amy.
Después de leer Tormenta de pasiones, Arco iris roto era una de las novelas que con más ansias esperaba. La espera fue un poco larga, pues entre una y otra median tres novelas, pero mereció la pena. Si bien Tormenta de pasiones es de toda la saga de Los Ángeles Caídos mi favorita, Arco iris roto ocupa un lugar muy especial en mi corazón y es una de las historias que más me han calado.
Las razones son varias.
Michael Kenyon es sin duda una de ellas. Para explicar qué me atraía de Michael antes de leer esta novela debería desvelar parte de la trama de Tormenta de pasiones, algo que por supuesto no haré, pero sí puedo decir que el papel que jugaba en esa novela es una de esas razones. Lo veía como un personaje con varias facetas, algunas en la luz otras en la sombra, un hombre acosado por fantasmas del pasado y un hombre de tal rectitud moral que un error por su parte le resulta difícil de perdonarse.
En Arco iris roto conocí al Michael que describían el resto de Ángeles Caídos de sus años en Eton: un hombre íntegro, de honor y un caballero que se convirtió en soldado. Pero Michael no es perfecto y sus errores del pasado han forjado como a fuego su carácter y las convicciones que rigen ahora su vida. No enamorarse de mujeres casadas es uno de los mandamientos que sigue a rajatabla. Pero conoce a Catherine...
Catherine es una de esas heroínas que según vas conociendo y va avanzando la novela no muestra nada más que un arsenal de virtudes. Aunque es evidente que no es perfecta del todo. Lo que sin duda resulta más cercano, aunque en ocasiones se describe de tal modo que roza la santidad. Sin embargo Catherine también se encuentra en tesituras en las que a veces debe actuar en contra de lo que cree justo.
Pero es ese contraste entre la intachable Catherine y el atormentado Michael otra de las bazas con las que Mary Jo Putney logra conmoverme en esta romántica historia.
Para mí Arco iris roto es una novela preciosa cuyo ritmo no decae desde la primera página a la última. Los encuentros y desencuentros entre la pareja protagonista me van dejando con la miel en los labios, más aún porque al principio de la novela, Catherine está casada, y siempre a la espera de un acercamiento, con la promesa de una historia cargada de dulzura pero remordimientos.
Creo que es una novela de contrastes, contraste entre Michael y Catherine, entre la vida en el ejército y la apacible en Skoal -a pesar de los peligros que allí acontecen- y contraste entre el dramatismo y la felicidad que tiñen Arco iris roto.
Desde mi punto de vista es una novela intensa, donde los personajes está llenos de matices y está sustentada en una ambientación impecable, en lo que considero es un sello de esta autora. Las descripciones del campo de batalla, las calles de Bruselas contrastan con las escenas en Skoal. El marco histórico juega un papel importantísimo a la hora de marcar el ritmo y la evolución de la trama. También la relación entre Michael y Catherine.
Para mí, tal vez, la pequeña decepción que me llevé fue que dada la estrecha relación entre Michael y Nicholas, el protagonista de Tormenta de Pasiones, esperaba que ésta tuviera un papel mayor en la novela, aunque también comprendo que Arco iris roto es la historia de Michael y Catherine y que los asuntos entre los dos amigos ya quedaron zanjados en Tormenta de pasiones. Pero es una apreciación mía, pues eché en falta alguna escena más personal entre ellos.
Pero a pesar de ello creo que Arco iris roto es una de las novelas más bonitas de la saga porque no es una historia fácil ni dulce ni sencilla, porque muestra el lado más oscuro del ser humano, las tentaciones, los errores y, también como no, el perdón.
Las novelas históricas de Mary Jo Putney siempre me dejan con buen sabor de boca, aunque a veces son historias duras me llegan al alma. Pero el modo en que te traslada al contexto histórico, los personajes y los valores que transmiten me calan muy hondo.
Arco iris roto me parece una novela con la que las lectoras que gustan de leer sobre conflictos personales disfrutarán, pero también porque tiene un ritmo muy ágil, muy interesante, porque la ambientación es maravillosa, oscura y luminosa a la vez, y porque la historia de amor es preciosísima y conmovedora.
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