La camarera Sookie nunca piensa perder a su primo Hadley, que es nada menos que el consorte de la reina vampiro de Nueva Orleáns. De todos modos, Hadley ya era un muerto. Sookie se encuentra con la sorpresa de recibir su herencia. Y esta herencia conlleva un peligro.
Alguien no desea que la camarera fisgue en el pasado de Hadley. Y están decididos a hacer lo que sea preciso para detener sus investigaciones. Muchos, rechazan a Sookie dentro de su grupo e incluso la reina vampiro actúa de forma intrigante. Bill, el primer amor de Sookie, aparece en escena. La vida de la protagonista corre peligro.
Una amiga a la que le encantan los libros de este género me ha regalado unos cuantos, supongo que para ver si me animo a leer temas de vampiros, que no son especialmente sugestivos para mí. Pero claro, viendo que esta autora vende a manos llenas, he pensado que debe ser por algo, así que me he puesto las pilas y me he dado un atracón con algunas de sus novelas.
Lo primero que me ha llamado la atención son los títulos. No hay uno que no tenga la palabra muerto, de manera que no puedo decir que no estuviera avisada. Eso sí, me los he leído sin orden, porque tampoco estaba segura de si era una serie o no. Y voy a dejar mis impresiones, que pueden resultar escasas, pero es que ya digo que tanto vampiro me abruma.
Sookie viaja a la sempiterna ciudad de New Orleáns y se encuentra involucrada en una guerra con criaturas fantásticas, atacada por todos lados y en constante peligro. Me ha dado la impresión de que la protagonista no sabe a ciencia cierta qué es lo que pasa a su alrededor.
Romance hay, sí. Pero no puedo decir que me haya llenado demasiado. La protagonista no parece tener demasiada asociación a los hombres que salen con ella. Y me parece que hay demasiados amantes. Hay un tal Quinn, que se convierte en bestia, que se nos muestra como un hombre (o lo que sea) guapote de verdad. Y Bill no me ha llamado mucho la atención.
Es posible que me haya perdido entre tanto ir y venir y entre tanta criatura fantástica, lo admito. O que en realidad no esté hecha para este tipo de género.
La portada tampoco puedo decir que me llame mucho la atención, con una media cara de chica en la que se ve un cuello con las marcas de un mordisco de vampiro.
Pero he de decir que esta autora escribe muy bien y cuida el lenguaje, algo que agradecer entre tanta mala lectura como estoy leyendo últimamente. Por lo tanto, no voy a decir que no sea un libro recomendable para las amantes de los vampiros.
Alguien no desea que la camarera fisgue en el pasado de Hadley. Y están decididos a hacer lo que sea preciso para detener sus investigaciones. Muchos, rechazan a Sookie dentro de su grupo e incluso la reina vampiro actúa de forma intrigante. Bill, el primer amor de Sookie, aparece en escena. La vida de la protagonista corre peligro.
Una amiga a la que le encantan los libros de este género me ha regalado unos cuantos, supongo que para ver si me animo a leer temas de vampiros, que no son especialmente sugestivos para mí. Pero claro, viendo que esta autora vende a manos llenas, he pensado que debe ser por algo, así que me he puesto las pilas y me he dado un atracón con algunas de sus novelas.
Lo primero que me ha llamado la atención son los títulos. No hay uno que no tenga la palabra muerto, de manera que no puedo decir que no estuviera avisada. Eso sí, me los he leído sin orden, porque tampoco estaba segura de si era una serie o no. Y voy a dejar mis impresiones, que pueden resultar escasas, pero es que ya digo que tanto vampiro me abruma.
Sookie viaja a la sempiterna ciudad de New Orleáns y se encuentra involucrada en una guerra con criaturas fantásticas, atacada por todos lados y en constante peligro. Me ha dado la impresión de que la protagonista no sabe a ciencia cierta qué es lo que pasa a su alrededor.
Romance hay, sí. Pero no puedo decir que me haya llenado demasiado. La protagonista no parece tener demasiada asociación a los hombres que salen con ella. Y me parece que hay demasiados amantes. Hay un tal Quinn, que se convierte en bestia, que se nos muestra como un hombre (o lo que sea) guapote de verdad. Y Bill no me ha llamado mucho la atención.
Es posible que me haya perdido entre tanto ir y venir y entre tanta criatura fantástica, lo admito. O que en realidad no esté hecha para este tipo de género.
La portada tampoco puedo decir que me llame mucho la atención, con una media cara de chica en la que se ve un cuello con las marcas de un mordisco de vampiro.
Pero he de decir que esta autora escribe muy bien y cuida el lenguaje, algo que agradecer entre tanta mala lectura como estoy leyendo últimamente. Por lo tanto, no voy a decir que no sea un libro recomendable para las amantes de los vampiros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.